La democratizaci¨®n y el progreso, claves para la paz en los Balcanes
Propuesta presentada por Felipe Gonz¨¢lez para la b¨²squeda de una soluci¨®n global a la crisis de la regi¨®n m¨¢s conflictiva de Europa
El ex presidente del Gobierno espa?ol Felipe Gonz¨¢lez present¨® al canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, el pasado mes de marzo un documento en el que se apunta una estrategia para los Balcanes que elabor¨® en su calidad de representante especial de la Uni¨®n Europea para la Rep¨²blica Federal Yugoslava. EL PA?S publica el texto ¨ªntegro en el que Gonz¨¢lez plantea la necesidad de la democratizaci¨®n del r¨¦gimen de Milosevic.
Ideas para una estrategia europea con vistas a la democratizaci¨®n de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia (RFY) y la estabilizaci¨®n de la regi¨®n.- I. En este momento, la atenci¨®n internacional respecto a los persistentes problemas en los Balcanes est¨¢ concentrada en la irresuelta crisis de Kosovo (aunque los recientes acontecimientos en Bosnia nos recuerdan que la situaci¨®n en ese otro pa¨ªs se encuentra a¨²n lejos de estar normalizada). Ello es l¨®gico en la medida en que la cuesti¨®n de Kosovo es la crisis que ahora se presenta de forma m¨¢s aguda en la zona, y adem¨¢s amenaza con poner en peligro la estabilidad de pa¨ªses vecinos e indirectamente la de toda la regi¨®n. Sin embargo, ser¨ªa un error considerar el problema de Kosovo de forma aislada, e incluso, si se consiguiera encauzarlo por v¨ªas de soluci¨®n, ello no eximir¨ªa a la comunidad internacional de abordar los problemas de fondo en el conjunto de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia y en la relaci¨®n con su entorno. (Entre otras razones, porque una autonom¨ªa de Kosovo basada en el respeto de los derechos humanos y los valores democr¨¢ticos no podr¨ªa funcionar de manera efectiva y duradera en el marco de una RFY bajo un r¨¦gimen no democr¨¢tico).
La comunidad internacional, y concretamente la Uni¨®n Europea, en su pol¨ªtica hacia la regi¨®n, no deber¨ªa contentarse con un papel de apagafuegos, atendiendo a crisis humanitarias aqu¨ª o all¨¢, buscando soluciones a problemas concretos seg¨²n surgen, y por lo dem¨¢s conteniendo a Milosevic y su r¨¦gimen dentro de Serbia. Esa pol¨ªtica a corto plazo puede ser hasta cierto punto inevitable, en funci¨®n de las exigencias del momento y de los titulares en los medios de comunicaci¨®n. Pero tiene el grave inconveniente de entregarle la iniciativa a Milosevic -que puede as¨ª seguir encendiendo fuegos donde le parezca m¨¢s conveniente, para luego erigirse en el interlocutor privilegiado de la comunidad internacional y en el "garante" de los acuerdos eventualmente alcanzados-, y adem¨¢s adolece de la falta de una perspectiva de conjunto, para la RFY y para la regi¨®n, a medio y largo plazo.
- II. Por tanto, resulta necesario desarrollar una estrategia, por parte de la Uni¨®n Europea y de la comunidad internacional, con la vista puesta en la democratizaci¨®n, la estabilidad, el progreso econ¨®mico y social y la integraci¨®n paulatina del conjunto de la zona, incluida una RFY transformada, en la econom¨ªa internacional y en las instituciones europeas. Todo ello supone un esfuerzo de largo aliento, pero que es imprescindible si no se quiere seguir al albur de la crisis de cada momento: ayer y hoy en Bosnia, hoy y ma?ana en Kosovo, ma?ana o pasado en Montenegro o en la misma Serbia.
Ese esfuerzo sostenido tendr¨¢ que ser compartido por la comunidad internacional -especialmente Estados Unidos, Rusia y los organismos competentes, como la OSCE (Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa)-, pero la iniciativa, el impulso y tambi¨¦n la carga principal de llevarlo adelante deber¨ªan recaer sobre la Uni¨®n Europea, porque es el actor m¨¢s importante en el continente y porque son sus intereses de seguridad y de todo tipo los que se ven m¨¢s directamente afectados. Adem¨¢s, ese compromiso claro y firme por parte de la Uni¨®n Europea ayudar¨¢ a convencer a los esc¨¦pticos en Washington de que la Uni¨®n Europea existe como tal y se toma seriamente sus intereses y responsabilidades en su entorno inmediato, por lo que vale la pena que tambi¨¦n Estados Unidos participe activamente en el esfuerzo conjunto, en particular en los aspectos de seguridad, a trav¨¦s de la OTAN.
- III. La estrategia europea e internacional hacia la regi¨®n deber¨ªa estar presidida por algunos principios b¨¢sicos que habr¨ªan de ser transmitidos con claridad a todas las partes y mantenidos con coherencia (espacial y temporal) en los distintos conflictos y situaciones que en ella est¨¢n abiertos o podr¨ªan surgir. Esos principios son b¨¢sicamente los contenidos en los textos fundamentales de la OSCE (Acta Final de Helsinki, Carta de Par¨ªs, etc¨¦tera), con las precisiones que pudieran resultar necesarias en su aplicaci¨®n a las condiciones existentes en la regi¨®n. Se trata, fundamentalmente, de:
- Preservaci¨®n de la integridad territorial de todos los Estados de la regi¨®n (incluyendo la RFY y todos sus vecinos).
- Promoci¨®n de la estabilidad, la cooperaci¨®n y el progreso a escala regional.
- Respeto y promoci¨®n de los derechos y libertades de todos, tanto de los individuos como de los grupos necesitados de especial protecci¨®n (concretamente, grupos ¨¦tnicos, ling¨¹¨ªsticos o religiosos).
- Democratizaci¨®n aut¨¦ntica, con participaci¨®n de todos en las decisiones que les afecten, mediante elecciones aut¨¦nticamente libres y limpias, junto con otras formas de participaci¨®n ciudadana en la vida de la colectividad y en la acci¨®n de los poderes p¨²blicos.
- Desarrollo de sistemas judiciales verdaderamente independientes e imparciales, que supongan una genuina garant¨ªa de los derechos y libertades de las personas y una instancia de recurso y arbitraje para los conflictos que puedan presentarse entre intereses encontrados en el seno de una sociedad.
- Fomento de la apertura y la transformaci¨®n de las econom¨ªas de los pa¨ªses de la regi¨®n para facilitar su inserci¨®n en la econom¨ªa internacional y, en su d¨ªa, en las instituciones europeas, con la apropiada asistencia y cooperaci¨®n internacional.
En definitiva, se tratar¨ªa de marcar el camino a seguir por parte de esas sociedades a fin de normalizarse, modernizarse y europeizarse, contando para ello con el compromiso de una ayuda internacional concreta, tangible y efectiva, as¨ª como con una perspectiva clara de una participaci¨®n en las instituciones europeas y euroatl¨¢nticas de cooperaci¨®n y de integraci¨®n (que, obviamente, s¨®lo podr¨ªa realizarse a medio o largo plazo, seg¨²n los esfuerzos de transformaci¨®n que cada pa¨ªs efect¨²e); y, a la inversa, con un n¨ªtido distanciamiento, e incluso aislamiento, respecto de aquellos pa¨ªses o reg¨ªmenes que no ajusten su comportamiento externo e interno a esas pautas generalmente aceptadas en el ¨¢mbito europeo.
- IV. ?sta es la filosof¨ªa que lat¨ªa en el fondo de las recomendaciones y sugerencias contenidas en el informe que en diciembre de 1996 present¨¦ a la OSCE como resultado de la misi¨®n que me encomend¨® la Presidencia en ejercicio de la Organizaci¨®n, en relaci¨®n con la situaci¨®n existente en la RFY como consecuencia de las elecciones locales celebradas en Serbia. Aquel informe -que entonces fue endosado por la UE y la OSCE- se refer¨ªa a Serbia y a la RFY en su conjunto, pero sus principios y orientaciones podr¨ªan ser tambi¨¦n aplicables en otros pa¨ªses de la regi¨®n (aunque los problemas no se presenten con la misma gravedad que en la RFY).
En todo caso, hay que tener en cuenta que la democratizaci¨®n de la RFY mantiene una estrecha interrelaci¨®n con la estabilizaci¨®n de la regi¨®n: se ha hecho evidente que no se alcanzar¨¢ ni se consolidar¨¢ una estabilidad en el conjunto de la zona mientras perviva en Serbia el r¨¦gimen de Milosevic, y dif¨ªcilmente se desarrollar¨¢ y asentar¨¢ un sistema democr¨¢tico en la RFY si subsisten condiciones de inestabilidad en su entorno.
Es preciso tener tambi¨¦n presentes las susceptibilidades existentes en la RFY, particularmente en Serbia, y no s¨®lo en el partido gobernante y sus aliados nacionalistas. Es fundamental que la Uni¨®n Europea y la comunidad internacional dejen siempre meridianamente claro que no tienen nada contra Serbia, la naci¨®n o el pueblo serbio, sino exclusivamente contra la actuaci¨®n equivocada y perniciosa de sus dirigentes, que conduce a la RFY a un callej¨®n sin salida; y que no se le exige a Serbia otra cosa que no se le exija tambi¨¦n a otros pa¨ªses de la regi¨®n. Para ello, nada mejor que un enfoque regional coherente que plantee los mismos principios, valores y esquemas a todos los pa¨ªses de la zona (incluyendo, de forma destacada, a Croacia).
- V. El punto de partida para el desarrollo de una estrategia europea hacia la zona ha de ser, l¨®gicamente, lo que ha venido constituyendo el eje de la pol¨ªtica de la Uni¨®n Europea hacia los Balcanes Occidentales: el llamado enfoque regional (regional approach). Este enfoque regional, que se viene aplicando desde comienzos de 1997, ha sido el primer intento serio por parte de la Uni¨®n de definir una pol¨ªtica m¨ªnimamente global y coherente hacia Bosnia-Herzegovina, Croacia, la RFY, Macedonia y Albania. Esta pol¨ªtica tiene dos activos importantes:
- Es global, respecto de una zona constituida por cinco Estados con ciertas caracter¨ªsticas comunes y determinadas conexiones entre s¨ª. Por ello esos pa¨ªses son objeto de un tratamiento conjunto en cuanto a los criterios relevantes, aunque el examen de la aplicaci¨®n de esos criterios y las consecuencias que resulten se haga de forma separada en cada caso.
- Mediante los criterios de condicionalidad, ofrece perspectivas previsibles en el proceso de acercamiento de esos pa¨ªses a la Uni¨®n Europea. Es decir, esos Estados saben de antemano a qu¨¦ atenerse en cuanto a la pol¨ªtica de la Uni¨®n para la zona y respecto de cada uno de ellos.
Sin embargo, esta pol¨ªtica presenta una seria carencia: en su aplicaci¨®n, es fundamentalmente reactiva, en el sentido de que consiste en comprobar, semestre tras semestre, el grado de cumplimiento del cat¨¢logo de criterios en cada caso, para, en funci¨®n de ello, dar calificaciones por pa¨ªses y definir as¨ª el nivel respectivo de aproximaci¨®n a la Uni¨®n Europea. Dejando aparte el caso especial¨ªsimo de Bosnia -y, en menor medida, de Albania y Macedonia-, esta pol¨ªtica adolece pues de la falta de unas acciones positivas que ayuden a los pa¨ªses en cuesti¨®n a cumplir los criterios a que son sometidos. Podr¨ªa incluso decirse que el "enfoque regional" se limita las m¨¢s de las veces a tomar nota de las insuficiencias o de la inestabilidad en los pa¨ªses de la regi¨®n. Ello resulta claro en el caso de Croacia y es dram¨¢ticamente evidente en lo que se refiere a la RFY.
A la vista de ello, se hace preciso que la Uni¨®n Europea revise su pol¨ªtica hacia la regi¨®n, definiendo una estrategia que tome en consideraci¨®n los aspectos utilizables del enfoque regional, al tiempo que incluya tambi¨¦n acciones positivas destinadas a favorecer cambios en esos pa¨ªses en el sentido deseado.
- VI. Esta estrategia de la Uni¨®n Europea hacia los Balcanes deber¨ªa, a la vista de las causas mediatas e inmediatas de la inestabilidad en la regi¨®n, plantearse los siguientes objetivos, por orden de prioridad:
1) Reforzar a los pa¨ªses y entidades vecinos de la Rep¨²blica de Serbia con el objeto de limitar la capacidad de Belgrado de influir negativamente en ellos y de desestabilizar as¨ª la situaci¨®n en los Balcanes.
Si finalmente se despliega una fuerza internacional en Kosovo, ¨¦se ser¨¢ un factor que cambiar¨¢ radicalmente la situaci¨®n en el tri¨¢ngulo Kosovo-Albania-Macedonia: por una parte, la capacidad de actuaci¨®n de Milosevic en ese cuadrante se ver¨¢ muy limitada, y por otra, la comunidad internacional estar¨¢ muy pendiente de los desarrollos internos en Albania y Macedonia.
El mayor riesgo se situar¨¢ entonces en Montenegro, por lo que all¨ª deber¨ªa realizarse un especial esfuerzo para robustecer su estabilidad y su proceso de cambio. Montenegro tiene especial importancia por dos razones: primero, porque es el escenario m¨¢s probable de una
pr¨®xima acci¨®n del r¨¦gimen yugoslavo, que dif¨ªcilmente puede tolerar de manera indefinida el desaf¨ªo que Djukanovic le plantea continuamente en las instituciones federales; en segundo lugar, porque el ejemplo de Montenegro, aunque lejos de ser perfecto, puede suponer un acicate importante para los cambios pol¨ªticos y econ¨®micos en Serbia. Por otra parte, es necesario evitar una declaraci¨®n de independencia de Montenegro, que indudablemente tendr¨ªa efectos negativos: nuevos problemas de minor¨ªas, mayor aislamiento de Serbia, mal ejemplo para albanokosovares y serbobosnios, etc¨¦tera.2) Fomentar un proceso de cambios pol¨ªticos y econ¨®micos en Serbia y en el conjunto de la RFY que, mediante una transici¨®n democr¨¢tica y pac¨ªfica, conduzca a la sustituci¨®n del r¨¦gimen autoritario de Milosevic por un sistema pol¨ªtico respetuoso de los derechos humanos de los ciudadanos y de las minor¨ªas, capaz de vivir en paz y colaboraci¨®n con sus vecinos y abierto a la cooperaci¨®n internacional, primordialmente en el ¨¢mbito europeo.
Hay que tener muy presente que este objetivo es clave para la estabilizaci¨®n y normalizaci¨®n de la RFY y de toda la regi¨®n, pero que probablemente no se podr¨¢n alcanzar resultados en este terreno a muy corto plazo, a causa del afianzamiento del r¨¦gimen de Milosevic. Ello no debe desalentar a la UE y a la comunidad internacional, que tendr¨ªan que redoblar sus esfuerzos para lograr la transformaci¨®n de las estructuras imperantes en Serbia y en la RFY, sin lo cual todo lo dem¨¢s que se consiga en la zona permanecer¨ªa en precario.
3) Promover el desarrollo de una cultura democr¨¢tica y de convivencia entre personas y grupos, el robustecimiento de las instituciones de la sociedad civil y el progreso econ¨®mico y social en el conjunto de los pa¨ªses de la zona, as¨ª como la cooperaci¨®n, tanto entre ellos como con el resto de Europa.
Evidentemente, ¨¦ste es el objetivo ¨²ltimo de la acci¨®n de la UE y de la comunidad internacional respecto a la regi¨®n. Lo que hay que tener claro es que ello va a requerir un esfuerzo sostenido a medio y largo plazo, si se desea obtener resultados efectivos y con perspectivas de consolidaci¨®n.
- VII. Entre los medios y medidas que cabr¨ªa adoptar o, seg¨²n sea el caso, potenciar por la Uni¨®n Europea se pueden mencionar las siguientes, sin ¨¢nimo exhaustivo:
1. Montenegro:
- Refuerzo de la posici¨®n de Djukanovic y su Gobierno, mediante invitaciones a las instituciones europeas y a las capitales de los Estados miembros de la Uni¨®n Europea, as¨ª como visitas a Podgorica de representantes de la Uni¨®n y de sus miembros. Todo ello acompa?ado de declaraciones p¨²blicas de apoyo al r¨¦gimen montenegrino y de advertencia a Belgrado sobre la importancia que la UE concede a la estabilidad de Montenegro y a que pueda desempe?ar plenamente su papel constitucional en la RFY.
- Medidas de apoyo a los servicios p¨²blicos y a la Administraci¨®n p¨²blica montenegrina, que est¨¢ todav¨ªa escasamente preparada para sostener un proceso de transici¨®n. Cabr¨ªa pensar en seleccionar funcionarios para cursos o estancias de formaci¨®n en las capitales europeas; enviar misiones t¨¦cnicas de asesoramiento de la UE y sus Estados miembros, por ejemplo, en aspectos claves como la transparencia y la eficacia de las privatizaciones de empresas y del sistema fiscal; realizar actividades espec¨ªficas de cooperaci¨®n para la mejora de la Administraci¨®n de Justicia, en colaboraci¨®n con el Consejo de Europa; y apoyar el aparato administrativo en campos particularmente relevantes para la econom¨ªa montenegrina, como los transportes y el turismo.
- Medidas de apoyo al reforzamiento de la sociedad civil, con un especial hincapi¨¦ en que Montenegro siga siendo uno de los ejemplos m¨¢s destacados de convivencia y colaboraci¨®n inter¨¦tnica en los Balcanes. Ello puede traducirse en la promoci¨®n de actividades de cooperaci¨®n entre organizaciones no gubernamentales, centros educativos, autoridades locales, etc¨¦tera, de Montenegro y de los pa¨ªses miembros de la UE, con financiaci¨®n comunitaria.
-Medidas de apoyo a la econom¨ªa montenegrina, incluyendo la no aplicaci¨®n a Montenegro de las sanciones impuestas a la RFY (siempre que quepa esa separaci¨®n), y la concesi¨®n de l¨ªneas de cr¨¦dito especiales para la transformaci¨®n del sistema productivo.
2. Serbia:
- Reforzamiento del perfil internacional de la Alianza para el Cambio (agrupaci¨®n de los principales partidos y personalidades de la oposici¨®n democr¨¢tica), mediante invitaciones de sus l¨ªderes a las capitales europeas. Cabr¨ªa tambi¨¦n realizar gestiones con las Internacionales de partidos pol¨ªticos -especialmente a nivel europeo- para explorar la posibilidad de desarrollar un programa conjunto de colaboraci¨®n con la Alianza, incluyendo actividades de formaci¨®n y asesoramiento en materias organizativas, electorales, etc¨¦tera.
- Medidas de apoyo a los ayuntamientos gobernados por la oposici¨®n democr¨¢tica, mediante programas de cooperaci¨®n gestionados por las asociaciones europeas de autoridades locales o mediante acuerdos de hermanamiento entre ciudades, con respaldo de la UE (medidas tambi¨¦n aplicables a Montenegro).
- Medidas de apoyo a los sectores universitarios: promover un permanente di¨¢logo con profesores y estudiantes cr¨ªticos con el r¨¦gimen, invitar a destacados acad¨¦micos y l¨ªderes estudiantiles a capitales occidentales; fomentar contactos con universidades e institutos de investigaci¨®n de la UE; proporcionar alg¨²n apoyo econ¨®mico a organizaciones alternativas de profesores y estudiantes. Cabr¨ªa considerar la posibilidad de que un cierto n¨²mero de estudiantes -seleccionados al margen de las autoridades yugoslavas- se beneficien de los programas europeos de becas (esta medida ser¨ªa tambi¨¦n aplicable a Montenegro).
- Medidas de apoyo a los medios de comunicaci¨®n independientes: denuncia de la normativa de informaci¨®n en vigor en Serbia; invitaciones a personas relevantes de los medios independientes a conferencias y coloquios en pa¨ªses de la UE; prestaci¨®n de apoyo t¨¦cnico y financiero, m¨¢s all¨¢ de lo que ya se hace, a los medios de comunicaci¨®n independientes cuya existencia se vea amenazada o que traten de salir a la luz.
- Medidas de apoyo a los sindicatos independientes, a trav¨¦s de contactos y asistencia por parte de las confederaciones europeas de sindicatos, con el respaldo de la UE.
- Contactos con instituciones claves en la vida p¨²blica serbia, particularmente las Fuerzas Armadas y la Iglesia ortodoxa, a fin de resaltar que la comunidad internacional no tiene nada contra la naci¨®n serbia como tal y de favorecer una apertura a otros enfoques mediante un di¨¢logo con instituciones hom¨®logas en pa¨ªses de la Uni¨®n.
- Adem¨¢s de todo ello, habr¨ªa que recordar que -sin perjuicio de las concesiones que la comunidad internacional estime necesario hacer a Milosevic para incitarle a aceptar y aplicar un acuerdo de autonom¨ªa para Kosovo- resultar¨¢ preciso mantener un conjunto de medidas de presi¨®n sobre Belgrado (el llamado "muro exterior" de sanciones) e incluso reforzar su efectiva aplicaci¨®n, en funci¨®n de los objetivos de medio y largo plazo de la UE con vistas a la transformaci¨®n de la RFY y la promoci¨®n de la estabilidad de la regi¨®n.
3. Croacia:
- Mantenimiento de la presi¨®n sobre Tudjman y su r¨¦gimen para que respeten los compromisos internacionales contra¨ªdos -en particular, mediante la pertenencia de Croacia a la OSCE y al Consejo de Europa- en cuanto al respeto de los derechos humanos de las personas y de las minor¨ªas, el retorno de los refugiados, etc¨¦tera. (El reciente informe de la OSCE sobre el estado de estas cuestiones en Croacia es especialmente preocupante).
- Medidas de apoyo a los sectores m¨¢s abiertos de la sociedad civil, as¨ª como a los partidos pol¨ªticos de la oposici¨®n democr¨¢tica, mediante la promoci¨®n de actividades de colaboraci¨®n con ONG, institutos pol¨ªticos, etc¨¦tera, de pa¨ªses miembros de la UE.
4. Bosnia-Herzegovina:
- Mantenimiento de la presencia internacional y de los programas de asistencia actuales con vistas al cumplimiento de los Acuerdos de Dayton, con especial vigilancia sobre cualquier posible maniobra de desestabilizaci¨®n proveniente de los sectores nacionalistas radicales serbios (con respaldo de Belgrado) o croatas (apoyados por Zagreb).
5. Macedonia:
- Medidas de apoyo a la estabilidad y la seguridad: es fundamental que la falta de renovaci¨®n de la operaci¨®n de paz de car¨¢cter preventivo de las Naciones Unidas (UNPREDEP) no se traduzca en un peligroso vac¨ªo, por lo que habr¨ªa que sustituirla, sin soluci¨®n de continuidad, por otra fuerza internacional (de la OTAN, de la UEO o de una coalici¨®n multinacional ad hoc).
- Medidas de apoyo a las transformaciones econ¨®micas y sociales: cabr¨ªa estudiar el que se pase del actual Acuerdo de Cooperaci¨®n suscrito con la UE a un Acuerdo de Asociaci¨®n (de mayor nivel y con mayor contenido).
- Medidas de apoyo a la colaboraci¨®n inter¨¦tnica: fomento de programas destinados a favorecer la convivencia entre las comunidades eslava y albanesa, as¨ª como de proyectos locales que beneficien directamente a ambas comunidades.
6. Albania:
- Mantenimiento del nivel actual de programas de asistencia por parte de la Uni¨®n (en este momento, Albania es el mayor receptor de ayuda per c¨¢pita de la UE), teniendo en cuenta que cualquier soluci¨®n duradera del conflicto de Kosovo pasa por una Albania estable y en el camino del desarrollo econ¨®mico y social.
7. Otros pa¨ªses de la regi¨®n:
- Aunque se salgan del marco estricto de lo que la UE designa como "Balcanes Occidentales", convendr¨ªa no olvidar la necesidad de seguir ayudando a pa¨ªses como Bulgaria y Rumania a completar sus respectivos procesos de transformaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica, ofreci¨¦ndoles perspectivas claras y razonables en su camino de acercamiento a la UE dado que la estabilidad y el progreso de esos pa¨ªses est¨¢n tambi¨¦n estrechamente relacionados con lo que ocurra en el ¨¢rea de la ex Yugoslavia.
- VIII. Para desarrollar y aplicar esta estrategia global se har¨ªa preciso un conjunto de instrumentos jur¨ªdicos e institucionales por parte de la Uni¨®n Europea:
1) En primer lugar, para dar a esta materia la importancia que merece, deber¨ªa ser objeto de una estrategia com¨²n adoptada en sus orientaciones generales por el Consejo Europeo (conforme a lo que establecen los Tratados de Maastricht y Amsterdam).
2) Sobre esa base, el Consejo (ministros de Asuntos Exteriores) deber¨ªa adoptar una acci¨®n com¨²n que comprenda objetivos, medios e instrumentos para realizar la estrategia acordada al m¨¢s alto nivel.
3) En esa acci¨®n deber¨ªan aunarse no s¨®lo los medios propios de la Comunidad en cuanto tal, sino tambi¨¦n los de los Estados miembros, combinados o armonizados del modo m¨¢s eficaz posible.
4) Para la aplicaci¨®n de la estrategia y la acci¨®n com¨²n de la UE, deber¨ªa nombrarse un representante ad hoc que dirija y coordine todos esos esfuerzos, siguiendo las orientaciones del Consejo y de la Presidencia y en estrecho contacto con la Comisi¨®n y con el Alto Representante de la PESC (cuando ¨¦ste haya sido designado).
5) Deber¨ªa reservarse un papel apropiado al Parlamento Europeo en el seguimiento de la aplicaci¨®n de esta estrategia, sugiri¨¦ndose la creaci¨®n de una subcomisi¨®n espec¨ªfica dentro de la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores, que podr¨ªa servir tambi¨¦n de lugar de encuentro y di¨¢logo con representantes de partidos democr¨¢ticos y otros l¨ªderes sociales, de la RFY y de otros pa¨ªses de la regi¨®n, as¨ª como de plataforma para que sus planteamientos sean mejor conocidos por los medios de comunicaci¨®n europeos y, de rebote, por la opini¨®n p¨²blica de sus respectivos pa¨ªses.
6) Podr¨ªa promoverse el establecimiento en la regi¨®n de uno o varios centros de formaci¨®n de cuadros civiles en materias relevantes para la transformaci¨®n democr¨¢tica de esas sociedades (sistemas pol¨ªticos democr¨¢ticos; convivencia y colaboraci¨®n entre grupos ¨¦tnicos y de otro tipo; desarrollo de una econom¨ªa de mercado; organizaci¨®n y actuaci¨®n de partidos, sindicatos y asociaciones; gesti¨®n de asuntos locales; aproximaci¨®n a las organizaciones europeas, etc¨¦tera).
7) Ser¨ªa importante mantener una adecuada coordinaci¨®n con otros pa¨ªses interesados en la evoluci¨®n de los Balcanes, particularmente con Estados Unidos (y en cierta medida con Rusia, por su influencia en Serbia), as¨ª como con otras organizaciones europeas activas en estos temas, en especial la OSCE y el Consejo de Europa.
8) Cabr¨ªa tambi¨¦n formar una mesa de intercambio de informaci¨®n, recogida de sugerencias y canalizaci¨®n de iniciativas hacia la regi¨®n, con participaci¨®n de partidos pol¨ªticos europeos, confederaciones de sindicatos y de empresarios, asociaciones de regiones y de ciudades, fundaciones, institutos y organizaciones no gubernamentales, todos los cuales deber¨ªan tener un papel muy destacado en el dise?o y la ejecuci¨®n de programas y proyectos concretos dirigidos hacia la transformaci¨®n de esos sistemas pol¨ªticos, econom¨ªas y sociedades en la direcci¨®n de su homologaci¨®n con los prevalentes en el resto de Europa.
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