Zambia trat¨® de usted a Espa?a
La selecci¨®n sub 20 no pudo superar el trabajo de contenci¨®n del equipo africano
Una cosa es hacer una exhibici¨®n ante Brasil, que es un acto de rebeld¨ªa, y otra muy diferente actuar bajo el peso de la responsabilidad. Zambia trat¨® con mucho respeto a Espa?a. La trat¨® de usted. Y Espa?a acus¨® el tratamiento. Es la factura que hay que pagar por comenzar un Mundial haciendo tanto ruido. Todo lo que fueron facilidades del lado brasile?o (una selecci¨®n que ha ganado tres Mundiales juveniles), se convirtieron en complicaciones con Zambia, una selecci¨®n sin pedigree en este torneo. Zambia puso orden y toda la gente que pudo en labores de contenci¨®n. Y Espa?a aprendi¨® que el camino no va a ser f¨¢cil.Zambia se cuid¨® muy mucho de Espa?a. Sali¨® aceptando el empate, m¨¢s pendiente de poblar su retaguardia que de atender a la marcha del partido. No fue lo que se suele esperar de un equipo africano. No tuvo alegr¨ªa en sus desplazamientos, ni descaro para buscar el gol. Y no movi¨® un m¨²sculo en todo el partido.
ZAMBIA 0
ESPA?A 0Zambia: Mumba; Simutowe, Zimba, Bakala (Makayi, m.75), Kampamba (Chaswe, m.59); Mbanbara, Mwaba, Chintu, Mangamu; Mutapa y Sinkala. Espa?a: Aranzubia; Coira, Jusu¨¦, Marchena (Yeste, m.46), Bermudo; Varela (?lex, m.73), Orb¨¢iz, Xavi, Barkero (Rub¨¦n, m.46); Gabri y Pablo. ?rbitro: Felipe Ramos (M¨¦xico). Amonest¨® a Yeste. Segundo partido de la primera fase del Mundial, disputado en Calabar. Espa?a luzi¨® brazaletes negros por la muerte de la madre del seleccionador, I?aki S¨¢ez.
Espa?a se present¨® con el bloque de la jornada inaugural. Es m¨¢s, quiso actuar segura de si misma, confiada en sus movimientos, buscando a Xavi para que jerarquizara el juego. Al minuto dos, Gabri entraba en calor con una jugada vistosa al borde del ¨¢rea: un sombrero, el bal¨®n arriba, dos toques de cabeza, preambulo de un flojo disparo. Era un detalle, una forma como otra cualquiera de intimidar. Otro detalle mostr¨® Xavi en un pase adelantado a Varela. La selecci¨®n tocaba y se probaba en la suerte de llevar las riendas del partido. La iniciativa era suya y el bal¨®n le correspond¨ªa. Zambia no parec¨ªa ofrecer otra cosa que una defensa ordenada.
Tan ordenada, sin embargo, que termin¨® por conseguir su prop¨®sito. Pablo, el joven delantero del Numancia, no lograba hacerse un hueco en el ¨¢rea. Los dos laterales, Coira (Compostela) y Bermudo (Barcelona B), ten¨ªan dificultades para progresar. Los balones sobre el ¨¢rea tampoco se mostraban eficaces: los defensores rivales ofrec¨ªan contundencia f¨ªsica y el orden necesario. Espa?a no contaba con esta forma de jugar. Zambia estaba dispuesta a pasar la tarde sin alterarse.
Surgieron, entonces, las dudas. Por ejemplo, qu¨¦ hacer con tanto calor, que desaconsejaba involucrarse en un esfuerzo f¨ªsico muy intenso (el partido se jugaba a las cuatro de la tarde hora local). Y de las dudas, la espesura en el juego, de la espesura a la imprecisi¨®n. Pablo se desesperaba, Gabri empezaba a reconocer que no era el mismo del otro d¨ªa, a Xavi no le bastaba con poner estilo en el control de la pelota. Enfrente, los chicos de Zambia parec¨ªan profesionales: ning¨²n error, ninguna precipitaci¨®n, sin prisa.
Paso a paso, Zambia hizo su camino. Y en la reanudaci¨®n no le alter¨® el pulso. Es m¨¢s, su tono f¨ªsico permaneci¨® tan imperturbable como su car¨¢cter hier¨¢tico. Esa frialdad termin¨® por descomponer el juego espa?ol, consciente de que, f¨ªsicamente, el calor hab¨ªa comenzado a rendir sus efectos. Zambia se acerc¨® un par de veces por el ¨¢rea de Aranzubia y Espa?a tom¨® conciencia de que el empate no era necesariamente un mal resultado. En esas condiciones, el juego se volvi¨® inocuo y el empate un suceso irreversible.
Las posibilidades siguen intactas, pero el camino se har¨¢ m¨¢s dif¨ªcil. La victoria ante Brasil no ha dejado indiferentes a los dem¨¢s. Espa?a tiene que aprender a vivir con ello: si estos chicos buscan la gloria, han de pagar un precio por ello.
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