Yeltsin amenaza con entrar en la guerra

Bor¨ªs Yeltsin devolvi¨® ayer al mundo a un clima de guerra fr¨ªa, con riesgo de convertirse en caliente, del que no hay precedentes desde antes de la perestroika de Mija¨ªl Gorbachov. "He advertido a la OTAN, a los norteamericanos y a los alemanes", asegur¨® el presidente ruso, "que no nos empujen a una acci¨®n militar. En otro caso, habr¨¢ con seguridad una guerra europea, y puede que mundial". Lo que da fuerza aterradora a sus palabras, destinadas en buena medida al consumo interno, es que Rusia, pese a sufrir la m¨¢s grave crisis econ¨®mica y social de su historia reciente, es a¨²n la segunda superpotencia nuclear del planeta. Seg¨²n Yeltsin, Rusia seguir¨¢ fuera del conflicto "si los norteamericanos no le empujan". Empuj¨®n que traduce por operaci¨®n terrestre aliada en Kosovo.

La declaraci¨®n del l¨ªder del Kremlin ven¨ªa a poner la guinda a un d¨ªa repleto de anuncios alarmantes, como el que efectu¨® el presidente de la Duma (Parlamento), el comunista Guennadi Selezniov, de que Yeltsin hab¨ªa dado la orden de apuntar los misiles at¨®micos rusos a los pa¨ªses "agresores" de Yugoslavia, entre los que se encuentra Espa?a. Posteriores desmentidos no eliminaron por completo la preocupaci¨®n, sobre todo porque ¨¦sta se alimentaba ya de otras declaraciones de Yeltsin: "Lo repito una vez m¨¢s, Rusia no entrar¨¢ en el conflicto si los norteamericanos no nos empujan".El presidente dej¨® pocas dudas de que ese empuj¨®n tiene un nombre: invasi¨®n. "Quieren llevar tropas terrestres", se?al¨®, "se preparan para eso, quieren convertir Yugoslavia en un protectorado. En esa zona, el mar Mediterr¨¢neo, y Rusia est¨¢ cerca de ella, no lo permitiremos, no entregaremos Yugoslavia".

El Ej¨¦rcito ruso no est¨¢ en condiciones de ganar una guerra a la OTAN. Ni siquiera pudo aplastar a las milicias de una rep¨²blica de apenas un mill¨®n de habitantes como Chechenia. Sus oficiales se pasan meses sin cobrar, sus acuartelamientos se caen a pedazos, su dotaci¨®n presupuestaria es insuficiente. Sin embargo, Rusia sigue manteniendo una poderosa industria militar, es una gran potencia en el comercio mundial de armas y, sobre todo, conserva un impresionante arsenal nuclear, que los tratados de desarme a¨²n no han logrado reducir sustancialmente. El START 2, precisamente, tendr¨¢ que esperar a que pase este temporal para poder ser ratificado en la Duma.

La fuerza at¨®mica es, precisamente, el principal argumento de Rusia para exigir ser tenida en cuenta en su defensa de los "hermanos eslavos del sur". Como en plena guerra fr¨ªa, la amenaza nuclear se convierte en arma de disuasi¨®n. Como entonces, se debe pensar en Mosc¨², deber¨ªa bastar s¨®lo con evocarla.

Iniciativas parlamentarias

A pesar de que la Duma ha pedido la ruptura unilateral del embargo contra Yugoslavia, tanto Yeltsin como su Gobierno, presidido por Yevgueni Primakov, descartan de momento esa medida y limitan el apoyo a su aliado estrat¨¦gico en los Balcanes al env¨ªo de ayuda humanitaria, gestos como el env¨ªo de un barco esp¨ªa al Adri¨¢tico e iniciativas diplom¨¢ticas como el viaje del primer ministro a Belgrado y las peticiones de que los ministros de Exteriores del G-8 y el Grupo de Contacto (en los que est¨¢ Rusia) se re¨²nan para buscar una salida pol¨ªtica.Dentro de la confusi¨®n, ayer destac¨® otra iniciativa: la de sumar a Yugoslavia a la fr¨¢gil uni¨®n pol¨ªtica que ya existe entre Rusia y su vecina Bielorrusia. Slobodan Milosevic ha pedido entrar en ese club y, seg¨²n Selezniov, que transmiti¨® la solicitud a Yeltsin, ¨¦ste la acogi¨® con tal entusiasmo que, inmediatamente, llam¨® por tel¨¦fono al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, que dio su conformidad. Yugoslavia ni siquiera tiene frontera con Rusia, pero eso, seg¨²n el presidente de la Duma, no es un obst¨¢culo insalvable.

El dirigente comunista cree que, si esa uni¨®n se produce, se deber¨ªa traducir en algo m¨¢s que ayuda militar. "Nuestro Ej¨¦rcito deber¨ªa estar tambi¨¦n all¨ª", asegur¨®. La perspectiva es inquietante, pero las posibilidades de que se concreten parecen escasas. El portavoz presidencial, Dimitri Yakushkin, aclar¨® luego que el tema se suscit¨®, y que se analizaron los pros y los contras, pero que no se adopt¨® ninguna decisi¨®n.

Yeltsin, relegado por su mala salud y el acoso de sus enemigos, ha cobrado nuevas fuerzas. Su salto a la palestra de ayer se produjo mientras Primakov, hacia quien se ha trasladado poco a poco el poder real, guardaba cama con un fuerte dolor de espalda. El martes, la Duma, dominada por comunistas y nacionalistas, decidir¨¢ si mantiene la convocatoria para el jueves del juicio pol¨ªtico al presidente por delitos de alta traici¨®n, como llevar a Rusia al desastre de Chechenia o destruir la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

En los ¨²ltimos d¨ªas, han circulado los rumores m¨¢s alarmantes: desde imposici¨®n del estado de emergencia, a ilegalizaci¨®n del partido comunista y destituci¨®n del Gobierno en pleno. Yeltsin los desminti¨® ayer todos, aunque, en una reuni¨®n con l¨ªderes regionales, se?al¨® que siente una presi¨®n con visos de ultim¨¢tum para que d¨¦ v¨ªa libre al conflicto con la OTAN si no quiere que prospere el impeachment en la Duma.