El teatro de la vida
Una veintena de gitanas utiliza la escena como m¨¦todo de "evasi¨®n" carcelaria y revancha matriarcal
Los ?lvarez Quintero no ocupan un lugar de honor en el imaginario gitano. Los monitores del taller de teatro, organizado por la Uni¨®n Roman¨ª Andaluc¨ªa en la prisi¨®n de mujeres de Alcal¨¢ de Guadaira (Sevilla), donde m¨¢s de la mitad de las 190 reclusas son de esa etnia, hab¨ªan preparado una pieza cl¨¢sica para iniciar a una veintena de presas en los secretos esc¨¦nicos. "Era una actuaci¨®n que a m¨ª no me llenaba, as¨ª que propusimos entre todas que se hiciera un pedimento gitano", explicaba ayer Concepci¨®n Silva Cano, arrebatadora en su papel de madre respondona y, a la vez, tradicional. El texto de los Quintero ni les gust¨® ni lo sent¨ªan. Y los coordinadores del programa de inserci¨®n socio-laboral de las reclusas gitanas mostraron una cintura lo bastante cimbreante como para adaptarse. "Aqu¨ª no debes plantearte elementos art¨ªsticos, si no humanos; lo importante es conseguir que se haga algo", aduce Miguel ?ngel Vargas. Este alumno del Instituto de Teatro de Sevilla, que ha dirigido la representaci¨®n, asumi¨® r¨¢pidamente con modestia que su papel era "una excusa perfecta para que ellas hicieran lo que quisieran, que era absurdo pretender que interpretaran a Shakespeare". La sustituci¨®n del argumento teatral, donde prima el flamenco, bast¨® para volcarlas en los ensayos, que fructificaron ayer en un estreno tumultuoso, en el que carcajadas y aplausos compet¨ªan por imponerse. Un teatro interactivo sin alharacas te¨®ricas, con las espectadoras como parte espont¨¢nea de los coros flamencos. Del p¨²blico y de las actrices emanaba, adem¨¢s, cierto aire de revancha hacia el sistema patriarcal y r¨ªgido que coarta a las mujeres gitanas hasta el extremo de negarles la elecci¨®n del c¨®nyuge. "Muchas, la mayor¨ªa de las gitanas de aqu¨ª, se han casado as¨ª. Eso no se pierde", confesaba Rosa Jim¨¦nez de los Reyes. Esta malague?a, de 40 a?os, separada, con tres hijos y otros tantos nietos, descubri¨® en el teatro un m¨¦todo de evasi¨®n de la c¨¢rcel. El grupo sufri¨® ayer una jornada de nervios atroces, que mitigaron con tilas o, en el caso de Concepci¨®n Silva, "con dos pastillas de la cabeza, estaba atac¨¢". Actriz primeriza, al igual que las dem¨¢s, ha disfrutado de la actuaci¨®n como una estrella. Aunque en su resumen final no puede obviar el decorado intramuros: "Hoy hemos pasado un d¨ªa m¨¢s p¨¢ la condena y uno menos p¨¢ la vida". La representaci¨®n teatral se program¨® entre las actividades organizadas, entre ellos un concierto flamenco, para clausurar el proyecto de inserci¨®n socio-laboral de las reclusas gitanas, que organiza Uni¨®n Roman¨ª Andaluc¨ªa. Junto al taller de teatro se han impartido otros de corte y confecci¨®n, de ocio y tiempo libre y de educaci¨®n compensatoria para iniciar o profundizar en la alfabetizaci¨®n de las presas. Los talleres han debido ser un ¨¦xito. "Aqu¨ª tenemos muchas actividades, pero pocas distracciones, me da mucha pena que se vayan las de Roman¨ª", lamentaba Mar¨ªa Dolores Cabra Rosilla, que ya ha salvado dos tercios de su condena por "contrabando de chocolate". Due?a de dos tablaos flamencos, cerrados despu¨¦s de su detenci¨®n, Mar¨ªa Dolores Cabra se ha metido en el papel de novia gitana forzada a un compromiso indeseado que desemboca en tragedia. Joven viuda en la vida real -tiene 42 a?os- , se muestra cr¨ªtica: "A m¨ª me casaron as¨ª, es una tradici¨®n de muchos a?os, pero que no me parece bien". Sobrelleva su primera experiencia entre rejas con cierta placidez: "Mejor de lo que esperaba".
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