Plenitud

H?CTOR M?RQUEZSi un pleno conmemorativo de los primeros 20 a?os de ayuntamientos democr¨¢ticos acaba transformado en simposio de descalificaciones por un ataque de cuernos en las siglas, tal como sucedi¨® en el Ayuntamiento de M¨¢laga el pasado viernes, ser¨¢ mejor encomendarse a San Urnato de la Abstenci¨®n, porque esto est¨¢ m¨¢s cutre que una rueda de prensa con Clemente. El tremendo mosqueo del candidato del PSOE Francisco Oliva porque, en vez de un socialista, se eligi¨® como portavoz de la diada a Andr¨¦s Garc¨ªa Maldonado -candidato m¨¢s votado en 1979 por UCD- y sus acusaciones posteriores a la alcaldesa Celia Villalobos de haber ninguneado a Pedro Aparicio -Aparicio, al que hab¨ªa disculpado su ausencia al principio la alcaldesa, es maestro en desplantes- estaba m¨¢s cerca de la pataleta que del temple de quien celebra la fragilidad de la alternancia. Tanto si es cierto que Villalobos intenta que no se vea mucho a los socialistas -tampoco el PSOE subvenciona las campa?as al PP- como si no, Oliva deber¨ªa tranquilizarse. As¨ª que montaron otro triste pleno. Romero mitine¨® para pedir m¨¢s municipio, m¨¢s Andaluc¨ªa y menos transfuguismo, mientras miraba a sus antiguos camaradas y hoy enemigos Francisco Herrera y Auxi Almagro. ?sta estuvo discreta e institucional. Carlos Fajardo, desde el PSOE, asegur¨® que cuando Aparicio -"el alcalde de M¨¢laga" para ¨¦l, siempre- lleg¨® al poder en 1979 se encontr¨® con "una amalgama de barrios" y que 16 a?os despu¨¦s entreg¨® a Celia "toda una ciudad". Luego, el popular y entonces ucedista Paco de la Torre record¨® lo duro aunque bello que es ser mun¨ªcipe, mientras Oliva se cabreaba. Aparicio sali¨® al d¨ªa siguiente en una foto con otros concejales de anta?o para pedir una calle al fallecido edil Luis Recuerda. A Aparicio le libra un europe¨ªsmo de ¨²ltima hora siempre de estar junto a Celia. Hace cuatro a?os se respetaban m¨¢s. La democracia es ahora un rosario de insultos y mitineo. Mi reino por un titular. Gobernar es aplastar. Y Villalobos, a lo suyo. A la entrada del concierto de Bob Dylan, donde Kiko Veneno y Coque Malla se confund¨ªan entre el gent¨ªo y no iban de principales, un chaval con gorra hip-hop que contaba a los invitados por la cara, le espet¨®: "cada vez que ha salido en Cr¨®nicas Marcianas me ha encantado". Ella lo agradeci¨®. Y qu¨¦ m¨¢s puede pedir una edil medi¨¢tica: que por sus obras la reconozcan.