El 84% de los aviones que salieron ayer del aeropuerto madrile?o sufrieron retrasos
Barajas mejor¨® ayer algo sus ¨ªndices de puntualidad. Por primera vez desde finales de marzo, el aeropuerto no super¨® en un d¨ªa laborable el 90% de impuntualidad. De cada 100 aviones s¨®lo 84 partieron fuera de hora, seg¨²n los datos que AENA ofrece en su p¨¢gina web de Internet. La mejora en la puntualidad tuvo su origen en el importante n¨²mero de vuelos suprimidos por las compa?¨ªas: al haber menos operaciones, el resto de vuelos programados tiene menos problemas para despegar. De los 19 suspendidos, 15 correspondieron a Iberia. El tiempo medio de espera fue ayer de 30 minutos.
El n¨²mero de suspensiones de vuelos en Madrid-Barajas era, a las nueve de la noche de ayer, de 19, de los que 15 correspond¨ªan a Iberia, dos a Air France, uno a Spanair y otro a Aerol¨ªneas Argentinas. En la jornada de ayer el retraso medio de las operaciones fue de 30 minutos. Los vuelos suprimidos en Barajas ten¨ªan como destino Barcelona (dos puentes a¨¦reos y uno regular de Iberia y otro de Spanair), Vigo, Santander, A Coru?a, Bilbao, Tenerife, Hamburgo, Estambul, Ginebra, Buenos Aires, Londres, Niza, Lisboa, Amsterdam y Par¨ªs. Entre los retrasos m¨¢s importantes que sufrieron ayer los pasajeros que sal¨ªan de Barajas figuran los que cubr¨ªan las conexiones con M¨¢laga (cuatro horas por rotaci¨®n de tripulaci¨®n), Santiago de Compostela (cinco horas por el mismo motivo), Santander (cuatro horas por aver¨ªa), otro a Santander (tres horas por rotaci¨®n de avi¨®n) y Londres (seis horas por rotaci¨®n).
En cuanto a las llegadas de aviones con m¨¢s de dos horas de demora est¨¢n los vuelos procedentes de M¨¢laga, Santiago de Compostela, Santander, Santo Domingo, Nueva York, Londres, Francfort y Lisboa.
Las cifras de retrasos generalizados esconden miles de historias de horas perdidas, nervios contenidos, y sobre todo desesperaci¨®n. Como la de Maurizio Maurizi, un italiano que se desga?itaba en la caseta de informaci¨®n de Iberia para obtener alguna respuesta. A su lado, sentada y con cara de pocos amigos, le esperaba su mujer en avanzado estado de gestaci¨®n. El vuelo de Iberia que les trajo a Madrid desde Lisboa se retras¨® casi tres horas, por lo que hab¨ªan perdido el vuelo que deb¨ªa llevarles a Roma. Total: casi ocho horas entre un aeropuerto y otro. "Y lo peor no es s¨®lo que no te den informaci¨®n, que ya es grave, es que encima no nos han dado ni un sandwich, ni a mi mujer ni a m¨ª", explicaba con indignaci¨®n.
Aunque su enfado no le llevaba tan lejos como a Peter Wolfgang, un ciudadano luxemburgu¨¦s. "Estoy dispuesto a ir a una c¨¢rcel espa?ola si hace falta, pero a m¨ª alguien me tiene que resolver mi problema, y no pienso poner ni una sola peseta". Y es que el vuelo de Iberia que le ten¨ªa que llevar desde Vigo hasta Barcelona se hab¨ªa suspendido, y los responsables de Iberia hab¨ªan decidido mandarlo a Madrid. Pero su vuelo hasta Luxemburgo, con la compa?¨ªa alemana Lufthansa era desde Barcelona. Por eso tem¨ªa que le hicieran pagar un nuevo billete, y responsabilizaba a Iberia de todo. Aunque consiguiera viajar sin pagar, ten¨ªa motivos para estar enfadado: llevaba desde las 8.30 de la ma?ana esperando, eran las seis de la tarde y a¨²n no ten¨ªa una soluci¨®n.
Las crisis de nervios se reflejan todas en los mostradores de informaci¨®n, donde atienden las azafatas de Iberia, las llamadas chaquetas rojas. Una de ellas, precisamente la que ten¨ªa que atender al italiano Maurizi, no pudo m¨¢s con la presi¨®n de tener que soportar insultos constantes y desapareci¨® a la carrera, dejando a una portuguesa con el insulto, o al menos la queja, en la boca.
"El problema no es de ellas, la verdad es que a veces dan pena, pero si nadie te dice nada te aferras a lo que sea y te enfadas con quien puedes", dice Maurizi. Y para evitar problemas de orden p¨²blico, que siempre parecen muy cercanos, cada vez que alguien alza la voz en uno de los mostradores, acuden varios guardias de seguridad del aeropuerto, porque las peleas son frecuentes.
Todos quieren que se sepa lo que est¨¢ pasando para que alguien ponga remedio. "Cu¨¦ntalo en tu peri¨®dico, que se enteren todos de una vez, los de Iberia son unos sinverg¨¹enzas, nos han tenido tres horas esperando, nos han enga?ado cada media hora diciendo que el vuelo iba a salir, y lo ¨²nico que nos han dado para calmarnos es un miserable sandwich", gritaba el improvisado l¨ªder del pasaje de un vuelo de Iberia a Asturias.
Sin pesetas para un caf¨¦
Los ¨¢nimos estaban muy calientes en ese vuelo. Sobre todo porque las horas perdidas implican no s¨®lo desesperaci¨®n: en muchos casos significan la p¨¦rdida de un negocio o el faltar a una reuni¨®n. Como le pas¨® ayer, por culpa de ese retraso, a Marta Rivera, que ten¨ªa que acudir al acto de la presentaci¨®n de un libro en Oviedo al que ya no podr¨ªa llegar. Un viaje in¨²til. En el mismo vuelo iba un franc¨¦s, que no s¨®lo se hab¨ªa perdido el sandwich por no entender el castellano, sino que adem¨¢s no ten¨ªa pesetas, por lo que no pod¨ªa tomarse ni un caf¨¦. Y muchos de estos problemas surgen porque, al no haber informaci¨®n, los pasajeros prefieren quedarse junto a sus puertas de embarque, para ver qu¨¦ pasa y estar al tanto de cualquier novedad. De todos los retrasos de ayer en Barajas, la palma se la llev¨® un vuelo a Londres: seis horas de demora. Y otra vez el problema de las conexiones internacionales y de la comida. "Nos la han dado s¨®lo porque yo me he puesto como un loco a exigirles que me dieran una soluci¨®n, porque ellos no me han ofrecido nada", explica un ciudadano ingl¨¦s indignado con la situaci¨®n. "La semana pasada mi cu?ada me cont¨® que estuvo cuatro horas esperando en el aeropuerto de Madrid. No lo pod¨ªa creer, pero ahora que a m¨ª me ha tocado un retraso de seis horas, ya s¨¦ lo que es esto. Tienen que hacer algo, no hay quien lo entienda. Pero ?Qu¨¦ les pasa en Espa?a con los aviones?" concluye mientras embarca, por fin, en su avi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Retrasos transporte
- Ministerio de Fomento
- Cancelaciones transporte
- Iberia
- Gobierno de Espa?a
- VI Legislatura Espa?a
- Incidencias transporte
- PP
- Aeropuertos
- IAG
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ministerios
- Gobierno
- Espa?a
- Administraci¨®n Estado
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Aerol¨ªneas
- Empresas transporte
- Transporte a¨¦reo
- Empresas
- Econom¨ªa
- Transporte