"Cuando toreaba s¨®lo sent¨ªa los pulsos"
Hay muchas maneras de salir de una plaza. A empujones, a hombros, a caballo, rodando o, como ayer lo hizo Emilio Mu?oz, dando abrazos. Abrazos apretados y fieros; de amigos y de desconocidos; de incondicionales y de esc¨¦pticos. Abrazos dulces. Es m¨¢s, Emilio Mu?oz era puro abrazo. ?Qu¨¦ queda ahora? "Ahora, nada. Solamente disfrutar con lo conseguido".
En el primero escuch¨® pitos, y en el segundo... "Es lo que yo necesito. Un toro con nobleza y bravura. Se habla tanto de los toros vulgares de hoy en d¨ªa que vienen y van. Pero no, me hac¨ªa falta un toro que pasara pero con calidad. Un toro a la antigua, como los de toda la vida", dice. Las mulillas arrastraban el toro, y ¨¦l, el primero, arranc¨® a aplaudir. "No todo van a ser toros malos. Para uno bueno que sale, todos los aplausos son pocos", a?ade sin hacer el m¨¢s m¨ªnimo intento por disimular su alegr¨ªa.
Mientras, en la plaza quedaban abandonados los programas de mano de la 11? de feria. En la portada, la foto antigua de un Emilio Mu?oz lanzado a hombros por el arco de la Puerta del Pr¨ªncipe. ?Una premonici¨®n? R¨ªe, y r¨¢pidamente cambia el gesto para, grave y rotundo, recitar el abec¨¦ de eso que llaman torear: "S¨®lo s¨¦ torear de una manera. Lo que he hecho ha sido una faena rebuj¨¢. Con las manos bajas, despacio, hasta atr¨¢s de la cadera... El que invent¨® este oficio lo dej¨® claro, y yo no s¨¦ torear de otra manera". Llega la pregunta del mill¨®n: ?Qu¨¦ se siente cuando salen bien las cosas? "Yo no me sent¨ªa el cuerpo. Me he abandonado. S¨®lo era consciente de los pulsos".
Torear en Triana
Y en medio de tanto misticismo torero, una frase. Una sentencia que se oy¨® en los tendidos, en ese momento mudos. Su autor, por supuesto, Emilio Mu?oz: "?A ver si es as¨ª como se torea en Triana!". Acto seguido, ovaci¨®n cerrada. "No estaba preparada. Cuando se est¨¢ delante de un toro no se prepara nada", afirma. Es m¨¢s, para torear sobran preparaciones: "Lo entiendo as¨ª. Por eso soy un torero con altibajos. No s¨¦ hacerlo regular. O salen las cosas o dejan de salir. La gente dice que si no quiero... Pero no, tengo que sentirlo. De lo contrario, nada". Y ayer, huelga decirlo, parece que lo sinti¨®. "De hecho, la tarde no iba bien. El primero no humillaba, iba al paso...". Con el que hac¨ªa cuarto, todo cambi¨®. ?Cambiar¨¢ tambi¨¦n la temporada? "No lo s¨¦, me conformo con ser feliz y hacer feliz a la gente". Y, en efecto, el p¨²blico sali¨® feliz, contento y con ganas de abrazar a su torero. Un abrazo, otro, otro... "Esto es as¨ª. Unos d¨ªas mucho, y otros ni mirarte", dice y, de refil¨®n, otro abrazo. Y, como van las cosas, no es el ¨²ltimo.
La corrida de hoy, 12? de feria: toros de Daniel Ruiz para Juan Mora, Jos¨¦ Tomas y Morante de la Puebla. A las seis y media de la tarde.
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