Un kosovar viaja desde Madrid en busca de sus padres
Cuando Badush Kajtazi recibi¨® una llamada hace tres semanas en Majadahonda, ¨¦sta son¨® desesperada: "Nos tenemos que ir de casa". Eran sus padres que comenzaban la huida desde un pueblecito pr¨®ximo a Mitovica, al norte de Kosovo. La polic¨ªa yugoslava acababa de matar a siete personas. A una incluso la queramon viva. "Nadie nos dijo nada", dice, ya en Tirana, Xhemaic, el padre de 64 a?os, "pero era una se?al de que est¨¢bamos en peligro".
Badush llevaba cinco a?os sin ver a sus progenitores y ocho, a su hermana y su sobrina. Al tener conocimiento de la situaci¨®n, Badush, que posee nacionalidad espa?ola por matrimonio, se dirigi¨® hacia Albania para buscar a su familia. Supo que estuvieron en Kukes, en el polideportivo de Tirana, hacinados con otros miles de personas. Badush, que regenta un comercio junto su mujer, no pudo reprimir la emoci¨®n al verlos. Los abraz¨® y llor¨® como un ni?o. "Les he encontrado d¨¦biles, envejecidos y con un gran da?o psicol¨®gico".
La odisea comenz¨® hace tres semanas. Abandonaron su pueblo y durante siete d¨ªas se escondieron en otra aldea. Pero tambi¨¦n all¨ª se presentaron las tropas especiales de Belgrado y les conminaron a recoger sus pertenencias y subir a autobuses. Les dieron media hora. "En cada control, se sub¨ªan polic¨ªas y nos robaban". En su pueblecito viv¨ªan 1.500 personas. Ninguna opt¨® por quedarse. Desde Pristina, se dirigieron a la frontera de Macedonia. Pero cuando arribaron, estaba sellada. Les forzaron a dirigirse a Albania.
Precios de la Puerta del Sol
Xhemeaic y su mujer Sjemile tienen el p¨¢nico prendido en la comisura de los labios. Dicen que en el camino encontraron muchas aldeas quemadas y vac¨ªas. "Es imposible que podamos volver a vivir con ellos alg¨²n d¨ªa". En Subarica, cerca de Prizren, los Kajtazi contaron hasta 50 autobuses de paramilitares. En esa zona en donde se ha producido la mayor destrucci¨®n. Badush, al que le debe ir bien en Espa?a, ha encontrado con varios amigos un apartamento en Tirana que les cuesta 400 d¨®lares al mes. "Tiene una sola habitaci¨®n, estos son precios de la Puerta del Sol", bromea. El traslado se realiza por la tarde. No necesitan muchos autom¨®viles pues los paquetes son escasos. "All¨ª, al menos se podr¨¢n duchar y cocinar".
Cuando los padres de Badush llegaron a la frontera con Albania, los serbios les obligaron a proseguir a pie. Faltaban 10 kil¨®metros. A la madre se le hincharon los pies y se le blanque¨® la cara como a un muerto. A ambos les vio hace cinco a?os en Estambul. "Un punto seguro, porque si piso Kosovo con papeles occidentales, me robar¨ªan todo". La segunda vez que trat¨® de establecer una cita y presentarles a su esposa fue un fiasco. "Los serbios les impidieron la salida con est¨²pidas trabas burocr¨¢ticas".
Los Kajtazi no quieren oir hablar de ma?ana. Prefieren quedarse en Albania antes que volar a un pa¨ªs extranjero, pero Espa?a es la segunda patria de su hijo. Convercerles ser¨¢ cuesti¨®n de tiempo. Eso si obtienen los papeles, claro.
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