UN PUEBLO PARA "BLANCANIEVES"

El pueblo brasile?o de Itabaianinha, entre las ciudades de Aracaj¨² y Salvador, cuenta tan s¨®lo con 32.000 habitantes, pero, de ellos, unos ochenta adultos son enanos, un fen¨®meno que se mantiene en cifras en los ¨²ltimos dos siglos. A personas de peque?a estatura se les puede ver caminar en racimos por la calle. Estaban tan acostumbrados en el pueblo a tener tantos enanos desde siempre, a quienes les bautizaban con los nombres del cuento de Blancanieves, que hasta les ha chocado que unos genetistas de la Universidad de Johns Hopkins, en Estados Unidos, hayan hecho estudios sobre ellos hasta el punto de haber descubierto que sufren una mutaci¨®n del factor liberador de la hormona del crecimiento, que se encuentra en el cromosoma n¨²mero 7. Con el descubrimiento se puede ahora, como afirma el endocrin¨®logo Michael Levine, identificar los disturbios del crecimiento en el mismo feto. Con ello podr¨ªan evitarse en adelante el nacimiento de enanos en ese lugar. Lo que ocurre es que el descubrimiento no ha emocionado demasiado ni a los que sufren el problema ni a los que no lo sufren, ya que consideran que ser enano es lindo. Uno de ¨¦stos, Jos¨¦ Raimundo dos Santos, de 38 a?os y 1,28 de estatura, cortej¨® a Joana Nascimento, de 1,05 metros, con la esperanza de tener hijos enanitos. Y es que ellos no se llaman as¨ª. Se han llamado siempre con los nombres adjetivos pintorescos de "encogidos", "resumidos", "diminutos", "reducidos", "rebajados", etc¨¦tera. "Somos gente normal, s¨®lo que resumidas", afirma Josefa de Fonseca, una mujer de 1.16 metros.- ,