La Polic¨ªa Municipal sanciona a una agente que se neg¨® a ensillar el caballo a su sargento

Una polic¨ªa municipal ha sido sancionada por no sentirse ni mozo de cuadra ni machacante. La agente, "por dignidad", se neg¨® el 17 de octubre de 1997 a ensillar el caballo (llamado Veneno) de su sargento. El resultado ha sido una sanci¨®n de cinco d¨ªas de suspensi¨®n de empleo y sueldo por una "falta grave de desobediencia a los superiores e incumplimiento de las ¨®rdenes". La agente, firme en su resistencia, ha decidido recurrir el castigo. El Tribunal Superior ha aceptado su demanda, al tiempo que IU ha pedido que se derogue la norma "indigna" que obliga a los agentes a ensillar los caballos de sus mandos.
El lugar fue la Unidad de Escuadr¨®n y Banda de la Polic¨ªa Municipal de Madrid. Era de ma?ana y la agente V.S.P. estaba destinada al servicio de vigilancia de cuadra. El cabo E.L.M. dio la orden a la polic¨ªa de que ensillase el potro Veneno para que el sargento-jefe pudiese iniciar su doma. La mujer, que llevaba ocho a?os en el cuerpo, se neg¨® y pidi¨® que le cursasen la orden por escrito. La respuesta le lleg¨® en forma de fotocopias de una nota de r¨¦gimen interior que establec¨ªa para los agentes destinados al servicio de cuadra la obligaci¨®n de ensillar los caballos de los mandos. "Los mandos tienen que ejercer la misi¨®n que tienen como tales mandos y para ello deben quedar liberados de tales tareas", a?ad¨ªa la nota [modificada en 1998 por otra de tono m¨¢s suave]. Aquello no le vali¨® a la agente, quien, aun as¨ª, pregunt¨® si ten¨ªa que ensillar el caballo. El cabo le dijo que ya no. Y Veneno se libr¨® aquel d¨ªa de la monta. Tres d¨ªas despu¨¦s, el oficial de la unidad inform¨® a sus superiores de la "actitud de la polic¨ªa". "En principio hubiera podido ser una demora o negligencia en el cumplimiento de sus funciones, pero, tras recibir las ¨®rdenes por escrito, puede haber incurrido en un incumplimiento de las ¨®rdenes recibidas, desobedeciendo a sus superiores". Dicho esto, el mando solicit¨® la apertura de un expediente disciplinario.
En su primera declaraci¨®n ante el instructor del expediente, la polic¨ªa defendi¨® con ardor su decisi¨®n. "Quiero hacer constar que soy polic¨ªa no por casualidad, sino por oposici¨®n; que curs¨¦ nueve meses en una academia de polic¨ªa, que tengo un curso de equitaci¨®n general y dos de especializaci¨®n y que llevo uniforme de Polic¨ªa Municipal con un arma reglamentaria (un rev¨®lver del calibre 38), por lo que considero que tengo unos derechos, un empleo y una dignidad, con lo que emplearme de machacante podr¨ªa entenderse como un trato degradante".
Su respuesta no bast¨® para frenar la investigaci¨®n. El instructor del expediente sigui¨® adelante. Para ello se bas¨® en el art¨ªculo 8 del Reglamento de la Polic¨ªa Municipal, que establece los principios de jerarqu¨ªa y subordinaci¨®n para todos los agentes. En esta l¨ªnea destac¨® que la orden recibida por la polic¨ªa era ajustada a ley y que no requer¨ªa su remisi¨®n por escrito (caso que s¨®lo se aplica a aquellas que "por su complejidad y trascendencia puedan ofrecer dudas razonables a los encargados de ejecutarla").
Tambi¨¦n indic¨® el instructor que el hecho de ensillar un caballo no supon¨ªa degradaci¨®n alguna ni "envilecimiento del prestigio profesional", como tampoco lo es que los patrulleros revisen el nivel del aceite del coche o que los conductores de mandos les limpien los veh¨ªculos. Zanjada esta cuesti¨®n, el secretario del expediente dio por hecho que la "funcionaria inculpada no cumpli¨® la orden recibida" y que proced¨ªa imponerle una suspensi¨®n de funciones y remuneraci¨®n por cinco d¨ªas como autora de una falta grave de desobediencia.
En su ¨²ltimo escrito de alegaciones, la agente se defendi¨® con u?as y dientes. Tras insistir en que no era "una machacante de los mandos", record¨®, por ejemplo, su extenso historial (incluyendo las felicitaciones recibidas por la superioridad), su pericia como amazona encargada de exhibiciones, sus logros en tareas de vigilancia... Y para despejar cualquier duda sobre su disposici¨®n al trabajo, incluso el m¨¢s ingrato, detall¨® que la ma?ana de los hechos, en menos de dos horas, hab¨ªa dado de beber a la cuadra, limpiado el caballo asignado (darle rasqueta, cepillarle, pasarle la bruza, limpiar con esponja los ollares, los ojos y los cascos), repulido 50 pesebres, repuesto y preparado el pienso en la tolva, repartido el alimento, asegurado de que todos los equinos tomaban su raci¨®n (ese d¨ªa uno llamado Rondel no lo hizo) e incluso vigilado las cabezadas. Todo un recordatorio que conclu¨ªa con una reafirmaci¨®n de su resistencia: "Si la inculpada no es capaz de intentar defender su propia dignidad, mal puede actuar como polic¨ªa ante sus vecinos, a los que realmente debe servir en el ejercicio de sus funciones". Pero de poco sirvi¨® el alegato.
En diciembre pasado, la funcionaria fue suspendida de empleo y sueldo durante cinco d¨ªas. Ahora, ella ha elevado su caso a los tribunales y el Ayuntamiento se ha personado en la causa.
El concejal de IU Franco Gonz¨¢lez ha anunciado que pedir¨¢ en el pr¨®ximo pleno el derogamiento de la norma que obliga a ensillar los caballos de los mandos. "Es una cuesti¨®n de dignidad. No son tiempos de esclavitud. Si hay alguna norma que ordene eso, que se derogue. Y a la agente sancionada, que se le devuelva el dinero quitado y se le limpie el expediente", dijo Gonz¨¢lez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
