Cuatro guardias civiles de Mejorada niegan haber torturado a un detenido

Los cuatro guardias civiles de Mejorada del Campo acusados de torturas negaron ayer, ante el tribunal que les juzga, haber maltratado en el cuartelillo a un industrial al que detuvieron por una supuesta infracci¨®n de tr¨¢fico la noche del 22 de octubre de 1993. Los agentes se?alaron que tuvieron que usar la fuerza para detener a la v¨ªctima, Antonio Emilio A., pero que una vez arrestado respetaron sus derechos y no fue maltratado.

Ni el fiscal ni la abogada de la acusaci¨®n particular opinan as¨ª, al menos de momento (el juicio continuar¨¢ hoy con la declaraci¨®n de la v¨ªctima, Antonio Emilio A.). De hecho, el fiscal reclama para los dos guardias civiles que efectuaron la detenci¨®n -Manuel O. G. y Andr¨¦s F.A.- cuatro a?os de prisi¨®n para cada uno por lesiones. Y otros tres meses de c¨¢rcel y nueve de inhabilitaci¨®n profesional, por supuestas torturas, para Luis L.O., el sargento y comandante de puesto de Mejorada. La acusaci¨®n particular reclama penas a¨²n superiores e incluye como acusado a otro guardia civil, Antonio D. S.

Relato de hechos

El fiscal expone en su relato provisional de hechos que, sobre las 0.45 del 22 de octubre de 1993, los agentes Manuel O. y Andr¨¦s F. detuvieron, a la puerta de una nave industrial de Mejorada, a la v¨ªctima y que tuvieron que usar la fuerza f¨ªsica, "dada la oposici¨®n" de ¨¦sta. Con las manos esposadas a la espalda, seg¨²n el fiscal, le trasladaron al cuartelillo, "donde le introdujeron de modo violento en una habitaci¨®n y le golpearon". Como consecuencia de los golpes, Antonio Emilio sufri¨® perforaci¨®n del t¨ªmpano izquierdo, traumatismo craneoencef¨¢lico leve y lesiones en el codo, que hubo que escayolar, entre otros da?os. Tard¨® en curar unos 65 d¨ªas. Los m¨¦dicos que atendieron aquella noche a Antonio Emilio ratificaron la existencia de las lesiones descritas por el fiscal. Los acusados dijeron ayer que el detenido comenz¨® a sangrar tras la detenci¨®n y explicaron que detuvieron al acusado en una nave industrial de su propiedad porque sospechaban que hab¨ªa conducido ebrio y de forma temeraria. Con todo, negaron haberle maltratado.

Las torturas que el fiscal imputa al sargento se deben a que, una vez en el cuartelillo, "conmin¨®" a la v¨ªctima a firmar una "hoja de lectura de sus derechos" en la que se indicaba que Antonio Emilio deseaba ser asistido por un letrado de oficio, a pesar de que la v¨ªctima deseaba que le ayudase un letrado amigo.

Este abogado explic¨® ayer al tribunal que se present¨® en el cuartelillo aquella misma noche, tras ser avisado por los familiares de la v¨ªctima, y que el sargento le impidi¨® visitar al detenido alegando que ¨¦ste hab¨ªa pedido uno de oficio.

A preguntas del tribunal, el abogado de oficio admiti¨® que se top¨® con su colega a la puerta del cuartelillo y que le neg¨® la venia siguiendo las normas del Colegio de Abogados para ese tipo de situaciones. El presidente del tribunal pregunt¨® al abogado de oficio si ignoraba que la Constituci¨®n establece como "derecho preferente" la libre elecci¨®n de abogado. El letrado contest¨® encogiendo los hombros y argumentando la normativa del colegio.