Envidiable salud creativa
A punto de pasar la p¨¢gina de la d¨¦cada que les vio nacer, estos supervivientes del rock indie o alternativo 90 encaran el cambio de siglo con envidiable salud creativa y una s¨®lida y convincente puesta en escena. Los temas de su cuarto elep¨¦, Extra, han encontrado un puesto en las listas de ¨¦xitos de la m¨²sica de vocaci¨®n masiva y todo ello a pesar del considerable handicap de continuar interpretando sus temas en ingl¨¦s. Todo esto se refleja en la estilizaci¨®n de su sonido en detrimento de las tramas de noise (ruido) que antes lo ensuciaban. El grupo realiz¨® una notable revisi¨®n de su repertorio, en la que los temas iban pr¨¢cticamente empalmados, con una secci¨®n r¨ªtmica de gran pegada y dos elementos que se han convertido en caracter¨ªsticos del grupo: la voz solista de Fran, aunque su compadre Tito asume la responsabilidad de cantar en algunos temas, y la enloquecida guitarra del padre sonoro de este invento: el productor y visionario creador de ruidos Paco Loco. Juntos los cuatro iban desgranando melod¨ªas que cada vez dejan m¨¢s claras sus intenciones de deudoras de John Lennon. Como si de unos Weezer asturianos se tratase, Australian Blonde saben cambiarle la piel gastada a lo viejo y volver a convertirlo en producto fresco y atractivo.
Australian Blonde
Fran Mart¨ªnez (guitarra y voz), Paco Loco Mart¨ªnez (guitarra y coros), Paco Mart¨ªnez (bater¨ªa) y Tito Vald¨¦s (bajo y coros). Sala Arena. 1.500 pesetas. Madrid, 22 de abril.
En la larga lista de canciones interpretadas -22 en poco m¨¢s de hora y media- hay que destacar las que han cogido peso y entidad de singles: Lost, Sioux, I want y, por supuesto, Chup chup song, el tema que se ha convertido en paradigma del fen¨®meno que ha caracterizado a un tipo de pop de los a?os noventa: aquel que multiplica su relevancia debido a su presencia en alg¨²n anuncio de publicidad destinado al p¨²blico juvenil. Tambi¨¦n fue curiosa la recreaci¨®n que el grupo hace de un cl¨¢sico homenajeado por m¨²sicos y grupos de muy diversos estilos: My way, de Paul Anka.
Babelia
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