Negocios de familia basados en arrendamientos

La familia L¨®pez de Coca se halla introducida en los negocios del lino desde antes de la llegada al poder, en 1982, de la Administraci¨®n socialista.

Nunca se han hecho p¨²blicas posibles irregularidades en relaci¨®n con su funcionamiento y sus sistemas de trabajo, aunque justamente en 1996, con motivo del nombramiento de Nicol¨¢s L¨®pez de Coca como subsecretario de Agricultura (hace aproximadamente a?o y medio pas¨® a ser presidente del FEGA) desde las filas de la oposici¨®n al Gobierno popular se aire¨® la existencia del denominado dossier lino, en el que supuestamente se hac¨ªa referencia a los negocios de esta familia manchega.

Nicol¨¢s L¨®pez de Coca indica que inform¨® de su situaci¨®n familiar en este cultivo a la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, quien, al parecer, no puso obst¨¢culos a que su entonces subsecretario compaginase su explotaci¨®n con su cargo.

Actualmente, el negocio de la familia L¨®pez de Coca se articula en base a sociedades como Valzorzales y Campillo, a las que se ha sumado la reciente constituci¨®n de la empresa transformadora Colisur 2000, en Ciudad Real en la que habr¨ªan invertido del orden de los 300 millones de pesetas.

2.000 hect¨¢reas

Las superficies de cultivo bajo la ¨®rbita de la familia L¨®pez de Coca ascienden a unas 2.000 hect¨¢reas entre tierras propias y tierras arrendadas bajo diferentes f¨®rmulas jur¨ªdicas. Uno de los sistemas m¨¢s utilizados por el grupo L¨®pez de Coca es la suscripci¨®n de un contrato con agricultores (unos 200) por el que sus sociedades ponen las semillas, la parte m¨¢s cara de los gastos para la siembra, as¨ª como abonos o herbicidas.

Los agricultores aportan la tierra y la mano de obra, pero no asumen ning¨²n riesgo econ¨®mico.

Los costes totales del cultivo de una hect¨¢rea de lino ascienden a entre 70.000 y 80.000 pesetas y existe el riesgo de no cobrar la ayuda plena comunitaria, de hasta 120.000 pesetas, si no se logra una producci¨®n de 1.500 kilos por hect¨¢rea.

Este peligro hace precisamente que muchos agricultores, como en el caso de los arrendamientos con la familia L¨®pez de Coca, prefieran el dinero seguro y dejar en manos de las sociedades del grupo la mec¨¢nica del cultivo a fin de justificar sus producciones y tener acceso a parte de las ayudas econ¨®micas.

Como consecuencia de este tipo de contrato, seg¨²n fuentes de la familia, los agricultores reciben el 50% de la subvenci¨®n mientras que la otra mitad va a manos de las sociedades de la familia L¨®pez de Coca.