Olor a chamusquina
La renuncia a sus esca?os de los dos parlamentarios populares implicados en el caso Zamora, relacionado con la financiaci¨®n irregular del PP a trav¨¦s de donativos empresariales clandestinos, se ha producido varias semanas despu¨¦s de que el Supremo solicitara de las C¨¢maras la preceptiva autorizaci¨®n para su eventual procesamiento. ?Cu¨¢les han sido los verdaderos motivos de esa inesperada dimisi¨®n, que implica (salvo la aparici¨®n de un nuevo aforado) la devoluci¨®n del sumario al Tribunal Superior de Castilla y Le¨®n o a la Audiencia de Zamora? Los populares han cubierto de elogios al diputado Pe?alosa y al senador Garc¨ªa Carnero -supuestamente deseosos de acelerar la acci¨®n de la justicia- por su decisi¨®n de abandonar el esca?o y el correlativo privilegio procesal del fuero parlamentario; seg¨²n los socialistas, por el contrario, la renuncia ha sido forzada por la direcci¨®n del PP, alarmada ante algunas declaraciones testificales que comprometen directamente al presidente Aznar, para ganar tiempo en plena campa?a electoral y para jugar la carta de encontrar un juez instructor menos competente, riguroso e independiente que el magistrado Mart¨ªn Pall¨ªn. Los sumarios arrastrados hacia el Supremo por la fuerza de la gravedad del fuero parlamentario han provocado lamentables reacciones en algunos dirigentes de los partidos implicados por las actuaciones judiciales. El sobreseimiento del caso Naseiro a causa de la nulidad de las pruebas obtenidas mediante escuchas telef¨®nicas fue precedido por las airadas denuncias de significados portavoces del PP -atrapado en un episodio flagrante de financiaci¨®n ilegal en la Comunidad Valenciana- contra la politizaci¨®n partidista de la justicia. Dos sumarios instruidos y fallados tambi¨¦n por el Supremo sentaron en el banquillo a parlamentarios socialistas: el diputado Navarro y el senador Sala, en el caso Filesa, y el diputado Barrionuevo, en el caso Marey. Las intemperantes y descalificadoras cr¨ªticas lanzadas contra ambas sentencias condenatorias por los acusados y por destacados dirigentes del PSOE causaron un grave da?o a la imagen de imparcialidad del Supremo. Parecida suerte corri¨® el alto tribunal a manos de HB tras la condena de los miembros de su Mesa Nacional.
Los riesgos de deslegitimaci¨®n pol¨ªtica de las instituciones judiciales siempre que las sentencias son desfavorables a los intereses de alg¨²n partido llevar¨ªan a recibir con alivio la renuncia al esca?o y al correspondiente fuero procesal de los dos parlamentarios del PP. Por lo dem¨¢s, el Supremo, encargado de unificar la jurisprudencia y de resolver los recursos de casaci¨®n, no est¨¢ t¨¦cnicamente preparado para las diligencias sumariales que el privilegio procesal del fuero parlamentario exige. De a?adidura, la concentraci¨®n de la instrucci¨®n y del juicio oral en una sola instancia no s¨®lo priva a los acusados de la posibilidad de recurrir ante un nivel superior sino que crea adem¨¢s los riesgos de nulidad por contaminaci¨®n derivados de la intervenci¨®n de algunos magistrados en varias actuaciones.
El Tribunal Constitucional ha reducido el ¨¢mbito de aplicaci¨®n del suplicatorio (la previa autorizaci¨®n de las C¨¢maras) y del fuero procesal (residenciado en el Supremo) concedidos por el art¨ªculo 71 de la norma fundamental a los parlamentarios acusados de delitos: justificadas hace un siglo por las invasiones del Ejecutivo sobre el Legislativo, ambas instituciones son hoy privilegios de discutible fundamentaci¨®n. Resulta improbable que el diputado Pe?alosa y el senador Garc¨ªa Carnero hayan renunciado a sus esca?os en nombre de la igualdad de la ley. El caso Zamora huele a chamusquina: todo hace suponer que los dos parlamentarios del PP han emprendido una huida en pelo del Supremo para eludir una instrucci¨®n que estaba llegando al coraz¨®n de la organizaci¨®n del PP y al entorno del hoy presidente del Gobierno y entonces presidente de la Junta de Castilla y Le¨®n. La forzada interrupci¨®n de las investigaciones sumariales del magistrado Mart¨ªn Pall¨ªn, lograda mediante la renuncia de los dos imputados a su esca?o y a su fuero procesal, permitir¨¢ ahora al PP replantear toda su estrategia jur¨ªdico-procesal para aplazar y minimizar los costes de un esc¨¢ndalo pol¨ªtico-financiero de financiaci¨®n irregular del partido que ha salpicado ya en el rostro al propio Aznar.
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