Un hospital malague?o implanta la cirug¨ªa de columna por ordenador

En las operaciones de columna, una variaci¨®n de medio cent¨ªmetro puede marcar la diferencia entre el ¨¦xito de la intervenci¨®n o la muerte del paciente. Hasta ahora, los cirujanos trabajaban en este tipo de intervenciones guiados por rayos X y la experiencia. El hospital Carlos Haya de M¨¢laga ha dado un paso adelante en este campo, con la implantaci¨®n de un simulador quir¨²rgico -¨²nico en Espa?a- que aumenta la precisi¨®n sobre la mesa de operaciones.

El sistema permite reconstruir en tres dimensiones el esc¨¢ner del paciente mediante la suma de las im¨¢genes digitales de la resonancia magn¨¦tica.

El cirujano, que hasta ahora solamente ten¨ªa una visi¨®n frontal de lo que operaba, recibe una informaci¨®n completa a partir de una imagen virtual. En otras palabras, ve el lado oculto de las v¨¦rtebras gracias a la reconstrucci¨®n efectuada por el ordenador.

"Es cirug¨ªa casi convencional, pero antes control¨¢bamos un plano y ahora tenemos control sobre todos los planos. Algo especialmente importante para patolog¨ªas que exigen gran precisi¨®n", explic¨® Jos¨¦ Ignacio Abad, jefe de Traumatolog¨ªa del hospital.

El sistema cuenta con otras ventajas: reduce en un 25% el tiempo de la intervenci¨®n y prescinde de los rayos X (lo que evita que los m¨¦dicos tengan que exponerse diariamente a radiaciones).

El hospital present¨® ayer el navegador quir¨²rgico tras haber constatado su ¨¦xito durante nueve meses. En ese tiempo, ha sido utilizado en 22 casos y s¨®lo fall¨® en uno, en el que la operaci¨®n se termin¨® con la t¨¦cnica tradicional.

Pr¨®ximas aplicaciones

El Carlos Haya solamente ha aplicado el navegador quir¨²rgico en intervenciones de columna, pero Abad estima que este a?o o el pr¨®ximo podr¨¢ ampliarse a operaciones de rodilla y cadera. El avance inform¨¢tico ya se ha introducido en Alemania, Suiza y Francia, pero es novedoso en Espa?a. Que su implantaci¨®n haya comenzado en M¨¢laga no es casual. Jos¨¦ Ignacio Abad y C¨¦sar Sebasti¨¢n, m¨¦dico que en 1984 trabajaba en el Carlos Haya, crearon aquel a?o un artilugio para sujetar las v¨¦rtebras en las operaciones.

Una empresa canadiense de medicina adapt¨® despu¨¦s a este aparato el simulador inform¨¢tico, cuya compra ha supuesto una inversi¨®n de casi 40 millones de pesetas.