La polic¨ªa investiga si la muerte de la periodista de la BBC fue una venganza serbia

Tony Hall, jefe de los servicios informativos de la BBC, cuenta desde ayer con protecci¨®n policial despu¨¦s de haber sido amenazado de muerte por un supuesto simpatizante serbio. Una llamada de tel¨¦fono, recibida en la sede londinense de la cadena televisiva, le se?al¨® como el pr¨®ximo ca¨ªdo en una venganza que se habr¨ªa cobrado ya la primera v¨ªctima: Jill Dando, la periodista asesinada el pasado lunes a la puerta de su casa. Scotland Yard, que sigue sin desechar otros motivos personales en la muerte de Dando, ha tomado muy en serio la sangrienta advertencia. La "conexi¨®n serbia" en el crimen de Dando es una de las posibilidades barajadas por el equipo investigador desde el principio. Un crimen pasional o bien a cargo de un admirador fan¨¢tico; la revancha de un delincuente retratado en el programa de sucesos Crimewatch, que ella presentaba, y hasta una ejecuci¨®n de tintes racistas, ocupan de momento por igual a los agentes. El que un comunicante haya amenazado ahora, en nombre de Serbia, al jefe de informativos, les lleva a explorar con urgencia una de las v¨ªas consideradas m¨¢s dif¨ªciles de este caso.

A instancias de la propia BBC, Jill Dando hab¨ªa efectuado la pasada semana un llamamiento en favor de los refugiados kosovares. En una corta y sobria alocuci¨®n, ped¨ªa a la audiencia que se sumara a las campa?as ben¨¦ficas que env¨ªan ropa, alimentos y medicinas a las zonas en conflicto. Elegida por ser uno de los rostros m¨¢s populares de la televisi¨®n, ella dijo que se sent¨ªa muy honrada de poder contribuir. El comunicante que ha amenazado al jefe de informativos, se?al¨® precisamente la breve intervenci¨®n de Dando como su sentencia de muerte. El reciente ataque de la OTAN a la televisi¨®n serbia habr¨ªa inclinado, adem¨¢s, al asaltante, a se?alar a la BBC como su enemigo.