Cuando el representante quiere grabar

El af¨¢n de lucro no parece ser lo que mueve a fundar una casa discogr¨¢fica independiente. Maxi Pineros, un representante art¨ªstico de toda la vida que acaba de montar Desobediencia, piensa igual: "La he creado porque nadie se atrev¨ªa a sacar un grupo de rock industrial como Bad F Line. Yo lo he hecho, pero s¨¦ que no voy a sacar un duro. Por lo menos estoy solo, as¨ª que no arruino a nadie". Entre sus atrevimientos destaca un disco en contra de la utilizaci¨®n de animales para experimentos y el lanzamiento de Latino Diablo.

Bliss puede ser otro ejemplo. ?ngel Romero, manager de Ska-P, uno de los grupos de m¨¢s ¨¦xito actual y que trabaja con la multinacional RCA, la acaba de fundar con otros socios en Alcorc¨®n para descubrir grupos de rock espa?ol y editar el disco nuevo de Canallas. Romero no entend¨ªa c¨®mo este grupo, del que tambi¨¦n era manager, no vendia discos con la multinacional Sony y sin embargo abarrotara en cada actuaci¨®n.

El hecho de que los representantes de artistas se metan a empresarios discogr¨¢ficos no es nuevo. Paco Lucena, de la oficina de Joaqu¨ªn Sabina, ya lo experiment¨® sin mucho ¨¦xito hace a?os. Entre los m¨¢s recientes e ilusionados se encuentran ?scar Pi?uela y Carlos Escobosa. Recientemente han creado Pies (no hay que buscar significados ocultos, es la uni¨®n de sus apellidos) para rescatar viejas grabaciones de Triana, con la voz in¨¦dita del fallecido Jes¨²s de la Rosa, y las nuevas de Montana. "No comprendo", asegura ?scar, "por qu¨¦ las grandes compa?¨ªas se gastan un mont¨®n de pasta en grabar a grupos nuevos y luego no les dedican un segundo de atenci¨®n. Nuestra lucha es al contrario: grabaciones m¨¢s baratas, pero con m¨¢s cari?o en la promoci¨®n, pues no disponemos de tanto dinero para marketing".