Viejo metro nuevo
Los sindicatos denuncian que el servicio del suburbano ha empeorado con la ampliaci¨®n de l¨ªneas
Hay m¨¢s metro, pero funciona peor. Lo dicen algunos de los sindicatos representados en el metro de Madrid despu¨¦s de analizar lo sucedido durante los ¨²ltimos meses, con la apertura de la pr¨¢ctica totalidad de nuevos tramos proyectados por el Gobierno del Partido Popular en la regi¨®n. Las frecuencias de paso de los trenes, por ejemplo, son m¨¢s titubeantes que nunca, algunas de las nuevas estaciones se han abierto al p¨²blico a medio terminar, los flamantes ascensores para minusv¨¢lidos funcionan s¨®lo a veces y nadie se ha preocupado por ense?ar a los conductores todos los secretos de las revolucionarias unidades 6.000, los convoyes m¨¢s modernos (aire acondicionado, videovigilancia, conducci¨®n autom¨¢tica, etc¨¦tera) que se han incorporado a la flota de la compa?¨ªa.Desde Metro se niega la mayor: los sindicatos exageran, cuando no manipulan, dicen sus responsables. Pero el debate sobre el funcionamiento del metro desde que es "El mejor metro del mundo", como dice la publicidad institucional, se ha abierto irremisiblemente.
Por lo pronto, la red ha crecido en 50 nuevos kil¨®metros desde el comienzo de la legislatura, all¨¢ por 1995, pero los sindicatos est¨¢n convencidos de que la adquisici¨®n de nuevos vagones ha seguido un ritmo mucho m¨¢s pausado.
El propio consejero de Obras P¨²blicas, Urbanismo y Transportes, Luis Eduardo Cort¨¦s, reconoci¨® a principios de a?o que no se dispon¨ªa en las cocheras de todos los vagones que ser¨ªan deseables, aunque prometi¨® que estos desequilibrios se corregir¨ªan "antes del verano". Y en ¨¦sas anda la empresa.
Lo cierto es que el supuesto desajuste est¨¢ dando lugar, en palabras de Comisiones Obreras, a "situaciones m¨¢s bien grotescas". Su secretario general en la empresa, Javier P¨¦rez, asegur¨® que Metro ha recuperado para la circulaci¨®n vagones obsoletos que llevaban varios a?os durmiendo el sue?o de los justos en las cocheras, para lo cual se est¨¢n engrasando distintos tramos de v¨ªas muy por encima de los niveles habituales.
Como consecuencia de todo ello, se ha convertido en relativamente frecuente que los vagones patinen a la entrada de las estaciones y se las pasen de largo, una circunstancia que, sin ser muy grave, s¨ª resulta del todo inusual. Tras el gr¨¢cil patinaje, los conductores se ven obligados a circular varias decenas de metros marcha atr¨¢s.
?Por qu¨¦ los convoyes, de repente, se pasan de largo? Javier P¨¦rez encuentra la explicaci¨®n a esta pregunta en el hecho de que la empresa, ante la escasez de material m¨®vil, haya resucitado unidades casi desahuciadas, en particular en la vetusta l¨ªnea 5.
Para evitar que los viejos vagones profieran un ruido infernal y ofrezcan un excesivo nivel de rozamiento sobre las v¨ªas, los operarios del metro han aumentado los niveles de engrase en todas las curvas. En consecuencia, los convoyes se deslizan veloces, patinan y no pueden frenar en condiciones normales.
La versi¨®n sindical contrasta con la oficial de la compa?¨ªa, desde donde se toma esta circunstancia por "anecd¨®tica y no contrastada". Un portavoz de Metro recalc¨® que la compra de nuevo material m¨®vil es "proporcional" al incremento de la red del suburbano y, consecuentemente, muy sustanciosa. "Es decir, que CC OO falta a la verdad", resumi¨®.
La inversi¨®n prevista para este concepto alcanza los 42.000 millones de pesetas, aseguran desde la empresa: hay nuevos coches y nuevos equipamientos para las unidades ya existentes, especifican.
La factura se corresponde a la adquisici¨®n de 60 nuevas unidades de la moderna serie 6.000 (los trenes que circulan por la l¨ªnea 10) y ocho de la serie 5.000 (l¨ªneas 7 y 9, entre otras), adem¨¢s de la modernizaci¨®n de otras muchas unidades.
Otro elemento para la controversia se encuentra en los ascensores de acceso a los andenes, presentes en todas y cada una de las m¨¢s de 30 nuevas estaciones.
El responsable de CC OO insiste en que muchos de ellos a¨²n no funcionan, en lo que le secunda el secretario general de Solidaridad Obrera, Juan Gonz¨¢lez. "Las nuevas paradas se abrieron con estas instalaciones fuera de servicio o, incluso, en fase de montaje", apunt¨®.
Desde el otro lado de la trinchera, esta objeci¨®n se encuentra desmesurada. "Son detalles que forman parte de los inevitables ajustes en una obra de esta envergadura. Mientras tanto, lo cierto es que miles de usuarios llevan ya bastantes semanas disfrutando de una red de metro muy cerca de sus casas", razonan.
Im¨¢genes ins¨®litas
Un paseo por las estaciones m¨¢s recientemente inauguradas ofrece, en ocasiones, im¨¢genes ins¨®litas. El pasado viernes, un periodista de este diario comprob¨® c¨®mo dos operarios daban los ¨²ltimos remates a la pintura de la estaci¨®n de Avenida de la Ilustraci¨®n (l¨ªnea 7) encaramados en mitad del and¨¦n a una escalera de unos cuatro metros de altura. En esa misma parada, unos andamios (que ayer ya hab¨ªan desaparecido) rodeaban al ascensor en el vest¨ªbulo principal.En Pitis, un grupo de obreros probaba uno de los ascensores mientras sus compa?eros colocaban las losetas del and¨¦n de correspondencia con la red de Cercan¨ªas. En Antonio Machado puede comprobarse, a golpe de vista, que se han tenido que cambiar cerca de un centenar de baldosas en vest¨ªbulos, andenes y el borde mismo de la v¨ªa.
El l¨ªder regional de IU y candidato a la presidencia de la Comunidad, ?ngel P¨¦rez, baj¨® el viernes al metro para hacer coincidir -mal¨¦volamente- su agenda con la del presidente regional, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que ese mismo d¨ªa visitaba las obras de la inminente estaci¨®n en el aeropuerto de Barajas. P¨¦rez resumi¨® en uno buena parte de los males que, a su juicio, afectan a la compa?¨ªa: mientras la red ha crecido en medio centenar de kil¨®metros, la plantilla de Metro de Madrid ha perdido 320 trabajadores.
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