La saga Andreotti

A GIULIO Andreotti, el todopoderoso se?or de la pol¨ªtica italiana durante d¨¦cadas, se le amontonan los encontronazos con la justicia de su pa¨ªs. Andreotti, sobre quien pesa desde el mes pasado una petici¨®n fiscal de 15 a?os de prisi¨®n por asociaci¨®n con la Mafia, ha sido ahora acusado de instigar el asesinato de un periodista en 1979. El tribunal de Perusa, tras seis a?os de investigaci¨®n, pide cadena perpetua por este delito para el capo democristiano, que el domingo se confortaba en Roma con una especial bendici¨®n papal en la multitudinaria beatificaci¨®n del padre P¨ªo. La acusaci¨®n cree que Andreotti orden¨® eliminar a Mimo Pecorelli porque conoc¨ªa documentos comprometedores sobre el secuestro y asesinato por las Brigadas Rojas del l¨ªder democristiano Aldo Moro.La saga Andreotti -80 a?os, senador vitalicio- se resolver¨¢ probablemente este verano, cuando los dos tribunales que le juzgan, Palermo y Perusa, dicten sentencia sobre una vida que los fiscales italianos consideran cualquier cosa menos ejemplar. Hasta 1993, en que la DC se desplom¨® entre esc¨¢ndalos, Belceb¨², como le apodan sus enemigos pol¨ªticos aludiendo a un pacto con el diablo, sali¨® indemne de los procesos criminales en que se vio envuelto. Ahora, las peticiones de sus acusadores son piedra de esc¨¢ndalo entre la derecha y los antiguos correligionarios del siete veces primer ministro, pero encuentran un eco m¨¢s prudente entre la izquierda italiana.

La madeja pol¨ªtica italiana goza de merecida fama de inextricable. Los pretendidos v¨ªnculos de Andreotti con la Mafia durante 20 a?os, que se abrieron paso en el apogeo de la Operaci¨®n Manos Limpias de la judicatura de su pa¨ªs, no han sido probados hasta ahora. El proceso de Palermo, en que, tras la comparecencia de centenares de testigos, se le acusa de ser el hombre de referencia de la Cosa Nostra siciliana, comenz¨® en 1995 como juicio del siglo y se ha ido disolviendo en la indiferencia general. Tanto Palermo como Perusa se basan en declaraciones de arrepentidos mafiosos.

La historia de la Italia moderna, que comienza en 1948 con las primeras elecciones de la posguerra, es b¨¢sicamente la de un proceso en que sucesivos Gobiernos democristianos mantuvieron por todos los medios a los comunistas fuera del poder. El gran titiritero Andreotti es ya un hombre ampliamente olvidado. Pero lo m¨¢s alentador de la espera es que se aproxima el veredicto de la justicia sobre una larga ¨¦poca italiana y sus procedimientos pol¨ªticos.