Miguel Abell¨¢n tore¨® al natural

Lleg¨® el acontecimiento m¨¢s puro del toreo, el que se hace con la mano izquierda y el coraz¨®n por delante, en el ¨²ltimo toro de una tarde buena, brillante, en la que los toros de N¨²?ez del Cuvillo dieron un juego excelente. Ocurri¨® el feliz suceso junto a tablas, mediada la faena, fue entonces que Miguel Abell¨¢n se ech¨® la muleta a la mano izquierda y obsequi¨® tres series interpretadas con gusto y ritmo.Los toros de N¨²?ez del Cuvillo proporcionaron un espect¨¢culo de nobles embestidas, y luego en el ¨²ltimo tercio metieron el morro en la pa?osa con generosidad. Al segundo se le dio la vuelta al ruedo.

Miguel Abell¨¢n en su primero hizo un vistoso quite, en el que altern¨® chicuelina y tijerilla o tafallera. Que los tratados hablen. Y despu¨¦s con la muleta realiz¨® una faena, sobre la mano derecha m¨¢s que nada, asentado, firme, en derechazos hondos y pases de peso ce?id¨ªsimos. Se adorn¨® con variedad y donosura. En el sexto lleg¨® el toreo al natural. Fue el toro m¨¢s serio del encierro que recibi¨® tres pullazos por la zona de chiqueros. Abell¨¢n comenz¨® valiente, toreando de rodillas. En los medios fue centr¨¢ndose, para luego, en tablas, explicar c¨®mo se torea al natural. Relajado y despacito.

El Cordob¨¦s animoso y con desparpajo, hizo faenas parecidas en sus dos toros. En su primero, que muri¨® de bravo en los medios, intercal¨® series largas en redondo de buen trazo, con otras irregulares. Para terminar con alardes y desplantes marchosos y parones entre los pitones del toro. Y en su segundo dio un solo salto de la rana.

Fernando Cepeda engorron¨® sus dos art¨ªsticas faenas con la espada. En su primero, al comienzo del trasteo altern¨® pases de la firma y trincherazos, el paso suave y mecido, como sus muletazos. Y en los dos toros dio pases de bella estampa, sobre todo por la derecha, por donde la ligaz¨®n fue m¨¢s lograda.