Camiseta amarilla y bufanda azulgrana

Tradicionalmente, la provincia de Castell¨®n se ha inclinado futbol¨ªsticamente hacia el norte, donde el Barcelona era el referente para muchos hinchas que quer¨ªan tener un equipo en Primera Divisi¨®n. De ah¨ª que ayer, cuando Mestalla acogi¨® la avalancha de seguidores del Villarreal, muchos de ellos se ataviaran sin complejos de la siguiente manera: la camiseta amarilla del conjunto castellonense y la bufanda azulgrana del equipo catal¨¢n. No es de extra?ar, pues, que el ambiente fuera m¨¢s que nada festivo y familiar, sin resquicio para la violencia. En esta t¨®nica, el Bar?a recibi¨® una ovaci¨®n cuando salt¨® a calentar y otra m¨¢s intensa recogi¨® posteriormente el Villarreal.Un manto amarillo, con t¨ªmidos adornos azulgrana, engalan¨® Mestalla. Con independencia del resultado final, los aficionados del Villarreal se prepararon para vivir una fiesta a pesar de que su equipo se encuentra instalado de lleno en el purgatorio de la promoci¨®n. Sin dramatismo, con pasi¨®n y buenos modales, la hinchada castellonense no ces¨® de alentar a su equipo. M¨¢s a¨²n tras el gol de Alfaro, que evoc¨® la gesta del Camp Nou. Al final, no la hubo. Kluivert, Cocu y Rivaldo m¨¢s tarde, despu¨¦s de empatar a dos Mois¨¦s, difuminaron las ilusiones de una afici¨®n que ve como su equipo se precipita al abismo de Segunda en su primera temporada en Primera. Una estancia en la ¨¦lite que se presume ef¨ªmera.