El rojo y el verde: una nueva propuesta pol¨ªtica
Acabamos de presentar una coalici¨®n electoral para las pr¨®ximas elecciones europeas, la cual, bajo la denominaci¨®n de Los Verdes-Las Izquierdas de los Pueblos, agrupa inicialmente a Los Verdes, La Chunta Aragonesista, Esquerda de Galicia, Izquierda Andaluza e Iniciativa per Catalunya-Verds. Encabezada por esta ¨²ltima opci¨®n, esta coalici¨®n cuenta tambi¨¦n con el apoyo expl¨ªcito de la Federaci¨®n Europea de Partidos Verdes y del Grupo parlamentario Verde en el Parlamento Europeo.En el acuerdo suscrito por todas estas organizaciones se dice que "constatamos la necesidad de trabajar y crear un nuevo espacio pol¨ªtico en el marco del Estado espa?ol que contemple la s¨ªntesis entre la ecolog¨ªa pol¨ªtica y los planteamientos de las izquierdas de las nacionalidades del Estado". Se trata, pues, de la voluntad de abrir y afianzar un espacio que podr¨ªamos denominar rojo, verde, y nacionalidades. Buscamos la s¨ªntesis en un solo discurso pol¨ªtico del hilo social y del hilo medioambiental con un asentamiento territorial derivado del reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado espa?ol. El rojo no es simplemente comunismo o socialismo, ni una s¨ªntesis de ambas cosas. Aquella dial¨¦ctica que nace de la tr¨¢gica divisi¨®n de los a?os 20 ya empieza a ser en nuestras sociedades anacr¨®nica. El rojo significa hoy, entre otras cosas, empleo, reforma y democratizaci¨®n de la empresa, bienestar, igualdad de oportunidades, derechos y deberes sociales. El verde no es fundamentalismo ecol¨®gico o catastrofismo planetario. Es desarrollo sostenible, cambio de pautas de civilizaci¨®n, igualdad gen¨¦rica, apostar por ser mejores no por tener m¨¢s.
Para nosotros el empleo es un objetivo prioritario que enfocamos desde una propuesta de reconversi¨®n ecol¨®gica de la econom¨ªa y de la industria. Creemos necesario el impulso y desarrollo de nuevas pol¨ªticas de empleo que se combinen con la preservaci¨®n del medio ambiente, el incremento de la calidad de vida, tratando los servicios a las personas tambi¨¦n como fuentes generadoras de empleo. Todo ello junto con una reducci¨®n y reparto del tiempo de trabajo puede contribuir a la disminuci¨®n de las tasas de paro en el marco de un modelo de desarrollo sostenible. A su vez apostamos por pol¨ªticas medioambientales, como el abandono de la energ¨ªa nuclear, el fomento de energ¨ªas renovables, o el impulso de una movilidad que prime el uso del transporte colectivo, de forma coherente y consecuente con el objetivo anterior.
Muchos de estos conceptos, como tambi¨¦n el de la sostenibilidad, son cada d¨ªa m¨¢s utilizados por otras fuerzas pol¨ªticas. La novedad radica en el hecho de que por primera vez a escala de todo el Estado espa?ol nos reagrupamos fuerzas de muy diversas tradiciones, de la izquierda y del ecologismo pol¨ªtico, con una firme voluntad de renovaci¨®n de discurso, pero tambi¨¦n de demostrar en la acci¨®n pol¨ªtica unos compromisos y unas formas de actuaci¨®n que nos permitan ir ganando credibilidad ante el electorado. Para nosotros la transparencia, el combate frontal a la corrupci¨®n, la participaci¨®n, la imaginaci¨®n y el atrevimiento ante los nuevos retos, el abrir todos los posibles canales de di¨¢logo y de articulaci¨®n de intereses sociales, pasan tambi¨¦n a primer plano de nuestra carta de presentaci¨®n pol¨ªtica.
Estoy convencido que las izquierdas del siglo XXI iremos coincidiendo en temas como todos los anteriormente citados. Es m¨¢s, hoy en la pr¨¢ctica totalidad de los otros sistemas democr¨¢ticos de la Uni¨®n Europea est¨¢n emergiendo diversas propuestas que apuntan tambi¨¦n a la oferta de un espacio rojo y verde. De ah¨ª tambi¨¦n la novedad de que contemos con apoyos plurales de fuerzas pol¨ªticas europeas, de diversas tradiciones, comenzando por los partidos verdes europeos.
En Espa?a b¨¢sicamente son dos los problemas que lastran la evoluci¨®n de las izquierdas hacia la construcci¨®n de una aut¨¦ntica alternativa al conglomerado que conforma la mayor¨ªa parlamentaria conservadora, la del PP y sus socios de CiU y PNV. Por un lado, la falta de renovaci¨®n cre¨ªble de discurso, de asunci¨®n cr¨ªtica de los errores cometidos en el pasado: dicho esquem¨¢ticamente el PSOE cambia de liderazgo y de candidato pero contin¨²a instalado en sus problemas pol¨ªticos; Izquierda Unida mantiene su deriva hacia un cierto sectarismo, contradiciendo incluso su mensaje original. Por otro lado, continuamos arrastrando el defecto de la dispersi¨®n y de la no construcci¨®n de aut¨¦nticos puentes de di¨¢logo y de trabajo pol¨ªtico, entre las tuerzas de izquierdas, que sirviesen tanto para el respeto de la pluralidad de las opciones como para la b¨²squeda del denominador com¨²n de programas de gobierno. Evidentemente soy consciente de que ambos problemas se retroalimentan y en parte uno y otro explican la lentitud o la par¨¢lisis en el abordaje de las soluciones.
Nosotros nos vamos a dirigir evidentemente a los centenares de miles de nuestros actuales votantes, y de los nuevos votantes, dado que hace algunos a?os que no se celebran contiendas electorales. Pero tambi¨¦n nos vamos a dirigir al abstencionista recalcitrante o al potencial y/o a aquellos que coincidiendo con el an¨¢lisis anterior, quieran contribuir al modesto pero firme nacimiento de este nuevo espacio pol¨ªtico.
Tomemos en primer lugar, ya que de ello se trata, el enfoque de la Uni¨®n Europea. Estamos democr¨¢ticamente hartos de aquel conjunto de discursos, tambi¨¦n hechos desde algunas izquierdas, que se llenan la boca de la reivindicaci¨®n de m¨¢s Europa pol¨ªtica, pero a su vez desembocan en votaciones recortando los fondos presupuestarios de la Uni¨®n. Sin recursos no hay acci¨®n posible. Y es evidentemente a¨²n m¨¢s reprobable el discurso de quienes cuelgan al actual proceso de construcci¨®n europea todos los males de nuestro siglo. El Parlamento que surja de las elecciones del 13 de junio deber¨ªa tener un car¨¢cter constituyente, incrementando sus poderes, ejerciendo labores de control, tambi¨¦n sobre el Banco Central Europeo, redactando una Carta de Derechos de los Ciudadanos que asegure los temas b¨¢sicos para todas las personas en el terreno social, econ¨®mico, cultural, medioambiental e individual. La Uni¨®n Europea debe abrirse a todos los pa¨ªses europeos democr¨¢ticos, debe construir un sistema de seguridad en el marco de la OSCE y la ONU, y debe impulsar procesos de desarme. ?sta ser¨ªa tambi¨¦n la v¨ªa para ganar autoridad los que decimos basta de genocidios en Bosnia, Kosovo y Kurdist¨¢n.
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