Un trabajo entre muchos, que alcanza un premio

Dos sentimientos distintos se cruzaron ayer en la persona de Enric Mart¨ª, el fot¨®grafo barcelon¨¦s ganador del Premio Ortega y Gasset de Periodismo Gr¨¢fico, por su desgarradora imagen sobre la tragedia de los albanokosovares. La satisfacci¨®n profesional que supone el galard¨®n se vio mitigada por el "reparo moral" que confes¨® sentir por conseguir el premio a costa de un drama.Captar la imagen del funeral de un guerrillero del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK) en la ciudad de Malisevo fue r¨¢pido. "No estuve mucho rato en la habitaci¨®n. Era el ¨²nico fot¨®grafo. Tir¨¦ 25 fotos. La luz era muy baja. La foto ganadora no fue la primera que transmit¨ª ese d¨ªa". A Enric Mart¨ª, fot¨®grafo de Associated Press, la guerra de Kosovo le ha cambiado su opini¨®n sobre la OTAN. "?Qu¨¦ clase de soldados son estos que quieren matar a m¨¢s de 10.000 metros de altura? Los soldados van a pie", reflexionaba anoche en Madrid.

Si Enric Mart¨ª ya hab¨ªa fotografiado al guerrillero del ELK en vida, el periodista Miguel Frau Rovira, de la agencia Efe, s¨®lo vio muerto, y a trav¨¦s de una ventana, al l¨ªder de los jemeres rojos Pol Pot. Pero fue el primer periodista en transmitir al mundo entero la muerte de este sanguinario guerrillero. Sali¨® de Bangkok, rumbo a Camboya, persiguiendo un fantasma. "Fue una carrera contrarreloj que dur¨® 48 horas", cuenta, al recordar su aventura, que ¨¦l cree un trabajo m¨¢s de los realizados por la agencia Efe en el sudeste de Asia. En esa carrera no falt¨® un accidente de coche, que le ha dejado como recuerdo una cicatriz en la barbilla. Viaj¨® de paquete en una moto durante 100 kil¨®metros y alquil¨® un autob¨²s urbano durante otros 100 kil¨®metros para adentrarse en la jungla y llegar a una remota aldea donde, custodiado por militares afines, se encontraba el cad¨¢ver de Pol Pot. Rovira lleg¨® el primero gracias a los contactos establecidos durante los 10 a?os que ha estado destacado en Tailandia. El premio compartido a una labor en equipo fue para los corresponsales de EL PA?S en Bruselas, Xavier Vidal-Folch y Walter Oppenheimer. "Nos sentimos como la punta de un iceberg. Hay una parte que es la que se ve. Debajo est¨¢ un equipo que nos aguanta", dijeron.