Mot¨ªn en Barajas
Eran las 13.15 de la tarde del mi¨¦rcoles 12 de mayo. Frente al redondo mostrador de tr¨¢nsitos de la nueva terminal 2 de Barajas nos agolp¨¢bamos unas 40 personas indignadas. Intent¨¢bamos saber qu¨¦ pasaba con nuestro vuelo IB-3456 con destino a Niza, que deb¨ªa partir a las 11.55 horas. En el grupo pod¨ªan identificarse entre otros, a la actriz Lina Morgan; al productor Jos¨¦ Frade; al director del Festival de San Sebasti¨¢n, Diego Gal¨¢n; al equipo de producci¨®n de Almod¨®var; un equipo de Canal +; productores extranjeros y este periodista. A las once el vuelo estaba completo y en la pantalla marcaba que el embarque se realizar¨ªa a las 11.40. Hasta las 12.15 no supimos oficialmente (y tras preguntar insistentemente en el mostrador de la sala de embarque) que nuestro vuelo estaba retrasado. A las 12.30 a la agobiada chaqueta roja, desbordada ya, no se le ocurri¨® otra excusa que echarle la culpa del retraso a la torre de control. "?Es que se ha ca¨ªdo?", clam¨® de co?a este periodista.La paciencia de los pasajeros a Niza se agot¨® a las 13.30 cuando tras reclamar m¨¢s informaci¨®n se nos indic¨® que se sabr¨ªa algo m¨¢s a las 14.30. Hubo un primer conato de rebeli¨®n en la sala VIP. Una chaqueta roja de Iberia, ante las airadas quejas se?al¨®: "No entiendo por qu¨¦ no vuelan ustedes en otras compa?¨ªas". "Es el colmo", se conten¨ªa Lina Morgan. "Yo me conozco, prefiero calmarme, porque si estallo soy como una falla". Dos miembros del equipo de Almod¨®var se acercaron entonces al mostrador redondo y se enteraron (eran las 13.15) de que nuestro vuelo estaba "cancelado". En las pantallas aparec¨ªa como "retrasado".
A las 15.00 (tres horas ya de retraso) los pasajeros de la sala VIP reclamaron la comida. Se les envi¨® al restaurante La Nave en la zona E de la terminal 2 (la zona VIP est¨¢ en la zona D). "Esto me huele mal, muy mal", coment¨® Lina Morgan. En el restaurante nadie sab¨ªa nada. Tras una llamada, el encargado aclar¨® que Iberia "les invita a un bocadillo y un refresco". Surrealista.
Todos nos arremolinamos en torno al mostrador donde se nos unieron una veintena m¨¢s de pasajeros. Y estall¨® la bronca. De las palabras se pas¨® a las cr¨ªticas airadas para acabar con improperios e insultos. La chaqueta roja, en un intento de sofocar el mot¨ªn, decidi¨® entonces coger nueve de las tarjetas de embarque de Iberia para Niza y reembarcar a los pasajeros en un vuelo de Air France. "El vuelo sale a las 16.10 horas", inform¨®. Quedaban 10 minutos. Los m¨¢s afortunados (Gal¨¢n, el equipo de Almod¨®var y yo) corrimos desde la terminal 2 a la 1 dejando atr¨¢s un griter¨ªo creciente. A las seis aterrizamos en Niza. Esa noche dormimos los nueve pasajeros "afortunados" desnudos como Marilyn Monroe pero sin Chanel 5. Las maletas llegaron 24 horas despu¨¦s.
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