El periodista detenido en Serbia denuncia torturas sistem¨¢ticas
Pit Schnitzler, de 56 a?os, corresponsal de la cadena privada alemana de televisi¨®n Sat 1 para el Este de Europa, acaba de regresar de una pesadilla: 25 d¨ªas en poder de los servicios secretos serbios, que le acusaban de espionaje y le maltrataban de forma sistem¨¢tica.Tras recobrar la libertad, Schnitzler ha relatado, en una entrevista con el peri¨®dico Bild Zeitung, las sevicias a que le sometieron sus interrogadores de los servicios secretos serbios. "Es un sentimiento maravilloso encontrarse de nuevo en libertad. La detenci¨®n en las c¨¢rceles yugoslavas fue muy muy dura. Me llevaron hasta el borde del abismo del alma humana", declar¨® Schnitzler.
La pesadilla del periodista comenz¨® el pasado 16 de abril, cuando abandon¨® Belgrado en direcci¨®n a Croacia en un coche que le hab¨ªan prestado sus colegas de la televisi¨®n p¨²blica alemana. D¨ªas antes, una docena de individuos, unos uniformados y otros de paisano, le requisaron el coche y todo su equipo en el aparcamiento del Hotel Intercontinental de Belgrado. En la frontera con Croacia no dejaron salir a Schnitzler, a quien acusaron de esp¨ªa.
Explica el periodista que durante su prisi¨®n las palizas estaban a la orden del d¨ªa: "Como saludo hab¨ªa ganchos en la barbilla y tambi¨¦n golpes en la cara. Por lo general me pegaban con porras, siempre en la celda, porque all¨ª no hab¨ªa testigos. Casi siempre pegaban en la zona de los ri?ones y las costillas. Lo m¨¢s brutal era el turno de noche". A?ade el periodista que le mantuvieron aislado por completo, "sin contactos, sin lectura, sin nada, en una celda de cuatro metros por uno y medio". Los interrogatorios empezaban por la ma?ana y duraban de siete a ocho horas, con dos interrogadores y un int¨¦rprete. Le amenazaban con penas de c¨¢rcel de hasta 20 a?os por espionaje y le acusaban de haber usado un segundo autom¨®vil.
Al fin, tras 25 d¨ªas de detenci¨®n, Schnitzler recobr¨® la libertad. Con orgullo resume Schnitzler: "Los serbios esperaban poder doblegarme, pero al final ellos quedaron del todo aplanados y yo no".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.