Esp¨ªa de esp¨ªas
El Gobierno brit¨¢nico acusa a un ex agente de difundir la identidad de sus ex compa?eros del MI6 por Internet.
Richard Tomlinson, ex agente del Servicio de Inteligencia brit¨¢nico, mantiene en vilo al Gobierno de Tony Blair. El reto sube de tono a?o tras a?o y mes tras mes, poniendo en peligro, seg¨²n fuentes oficiales, la "seguridad del Estado y las vidas" de muchas personas. Ahora, la amenaza se extiende tambi¨¦n a sus antiguos compa?eros, desde catedr¨¢ticos a diplom¨¢ticos, que ejercen de esp¨ªas al servicio de su majestad.Robin Cook, ministro de Exteriores, responsabiliza a Tomlinson, ingeniero de 35 a?os, de desvelar en Internet la identidad de m¨¢s de un centenar de agentes brit¨¢nicos para desquitarse del "resentimiento irracional" que siente por un servicio del que fue expulsado en 1995. "Difundir semejante lista, independientemente de su inexactitud, es un acto profundamente irresponsable y peligroso", se?al¨®, tras confirmar que algunos de los mencionados no pertenecen al cuerpo oficial de esp¨ªas, popularmente conocido como MI6.
Executive Intelligent Review, propietarios de la p¨¢gina de Internet, retiraron a mediados de semana el explosivo material ante la presi¨®n y las amenazas de que la justicia se les echara encima. Pero el da?o ya estaba hecho. El listado de esp¨ªas pudo saltar a otra puerta del ciberespacio al minuto de su existencia. Por el llamado efecto de espejos, cualquier navegante es capaz de copiar esta informaci¨®n extremadamente confidencial y volver a lanzarla total o parcialmente en sus p¨¢ginas.
Expertos en el medio aseguran que versiones reducidas, con el nombre de decenas de supuestos esp¨ªas, segu¨ªan ayer siendo accesibles en la red. "El genio ha salido de la botella", se?al¨® Yaman Akdeniz, director de Cyber Rights y Cyber Liberties.
El Gobierno intenta imponer la censura en los medios de comunicaci¨®n advirtiendo de que la publicaci¨®n de las identidades pondr¨¢ "vidas en riesgo". Los responsables en defensa del Estado exigen, incluso, que no se divulgue la fotograf¨ªa de Tomlinson para no entorpecer las investigaciones actuales de los servicios secretos. La prensa responde parcialmente a la demanda oficial, evitando publicar nombres y apellidos de los agentes, pero el retrato del presunto delator apareci¨® en las portadas de algunos rotativos bajo titulares que le tildaban de "traidor". Tomlinson neg¨® ayer en la BBC que fuera el responsable de la filtraci¨®n. No obstante, reconoci¨®: "Este desmentido puede sonar un poco falso porque s¨ª amenac¨¦ con poner los nombres en Internet. Pero no lo hice".
"Los nombres de los oficiales del MI6 son los que yo cit¨¦ en mi declaraci¨®n jurada en el caso de la princesa Diana", declar¨® en su entrevista telef¨®nica con la BBC. El ex agente se refer¨ªa a su intervenci¨®n en las investigaciones sobre las causas del mortal accidente de tr¨¢fico cuando relacion¨® al conductor, que tambi¨¦n muri¨® la madrugada del 31 de agosto de 1997, con los servicios de inteligencia brit¨¢nicos.
La vendetta personal de Tomlinson contra los servicios secretos se remonta a mediados de la d¨¦cada presente. Licenciado por Cambridge y amante de las aventuras, ten¨ªa el perfil perfecto de esp¨ªa al tiempo de su reclutamiento, en 1991. Cuatro a?os m¨¢s tarde le despidieron por ser aparentemente "un solitario obsesivo", sin darle una oportunidad para defenderse en los tribunales laborales.
Su primer acto de venganza, el intento de publicar en Australia sus memorias sobre el MI6, concluy¨® en los tribunales en 1997. Acusado de intentar desvelar secretos de Estado, el juez le impuso una sentencia de un a?o de c¨¢rcel. Tomlinson cumpli¨® seis meses del castigo y parti¨® al exilio sin olvidar su objetivo: sacar a relucir la falta de responsabilidad que impera en los Servicios de Inteligencia brit¨¢nicos. Desde entonces dirige su campa?a de difamaci¨®n desde diversos puntos del planeta, desde Nueva Zelanda hasta su actual residencia en Ginebra (Suiza), y emite continuas bombas de contenido explosivo en Internet. El Gobierno brit¨¢nico no relaja la guardia. Su intervenci¨®n condujo, el verano pasado, al arresto provisional de Tomlinson en Francia y al cierre meses despu¨¦s de su p¨¢gina de Internet.
Pero el ¨²ltimo golpe de revancha, de confirmarse la acusaci¨®n de Cook, amenaza con desestabilizar la estructura del MI6. Los agentes identificados, con destinos desde Belgrado, Mosc¨² a Pek¨ªn y enfrascados en la lucha antiterrorista o en el tr¨¢fico de drogas, tendr¨¢n que regresar a Londres para salvaguardar sus vidas.
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