Ripios
DE PASADAAs¨ª que dicen las encuestas que do?a Celia se lo va a llevar calentito en junio mientras que el marr¨®n gordo se lo va a comer IU. ?Y el PSOE? Pues de segund¨®n, enmarcando las l¨¢minas electorales que Paco Contigo Oliva ha encargado al pintor Eugenio Chicano, quiz¨¢ para conjurar la flor de aquellos carteles municipales con los que Jos¨¦ Ram¨®n ilustr¨® hace 20 a?os el municipalismo felipista. Lo del marr¨®n comido no es m¨¢s que cita-homenaje al titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 9 de M¨¢laga, Jos¨¦ Manuel Ruiz Fern¨¢ndez, el togado que dict¨® sentencia contra un reincidente a las cuatro de la ma?ana en subid¨®n cheli y como en despedida de soltero. Al juez le expedientar¨¢ el TSJA por "chabacaner¨ªa en el lenguaje". El TSJA es tan expeditivo con el uso de las palabras como laxo en el c¨®mo y a qu¨¦ ritmo se llevan ciertas causas. Lo malo de la sentencia no son "las hostias" o el par de ovarios que escribe ten¨ªa la ciega de los cupones. Ni el tufo a conmiseraci¨®n que desprende. Lo malo es la sensaci¨®n de inutilidad del aparato judicial que desprende. Lo malo es que tal vez tenga raz¨®n. En todo caso conviene seguir los criterios del juez-cheli a la hora de meter el trullo en la toga: ?llamar¨¢, si le toca, el trinc¨®n de Kio a Javier de la Rosa o se seguir¨¢ conformando con moralizar a choris de cuarta? En tanto, M¨¢laga y Sevilla ganando: puede que los boquerones sean los mejores aliados de su rival para el ascenso de ¨¦ste a primera. ?Y saben el secreto del M¨¢laga? Sostiene el implicado, el subdirector del diario Sur, Pedro Luis G¨®mez, que el equipo s¨®lo pierde cuando ¨¦l se deja el cuerno en casa. De plata, comprado en Venecia durante una exposici¨®n de Picasso, el cuerno es n¨ªquel. Dentro del estadio lo frota en el regazo y Catanha y Rufete empalman y mojan: la estad¨ªstica, sostiene el periodista, es total. Nada de Peir¨®: el cuerno. Y mientras Borrell se com¨ªa la cabeza para que, al final, acabara vendiendo su partido -tiene guasa- que su retirada es un "gesto ¨¦tico, oiga, ¨¦tico, ¨¦tico, que no dije estrat¨¦gico, a ver, Piqu¨¦, sube la apuesta", toda Espa?a viv¨ªa pendiente de un rabo ocioso. En un a?o pocas noticias han gastado m¨¢s saliva y c¨¢todo que las desventuras de la churra de Billy en las fauces becarias o las instant¨¢neas del conde amorcillado, no Italo Calvino. Hay que ver lo que gusta en Espa?a un cuerpo cavernoso y un fondo de reptiles. Celia gana, ripia el juez, sube el club y marcha Pep. Pero Dado no se empalma. H?CTOR M?RQUEZ
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