Rai bajo la torre Eiffel

El pr¨®ximo milenio abrir¨¢ sus puertas con el mestizaje cultural como bandera, algo que muy pocos discuten, las evidencias mandan. Como tampoco es discutible que uno de los centros paradigm¨¢ticos de ese mestizaje se halla en Par¨ªs, en las muchas ciudades que se esconden bajo la torre Eiffel. Una de esas ciudades se halla a pocos pasos del caracter¨ªstico Moulin Rouge y vibra a diario con los sonidos y colores m¨¢s rec¨®nditos e inimaginables del Magreb: Barb¨¨s. En Barb¨¨s, Par¨ªs pierde su nombre y se convierte en el sue?o dorado de la inmigraci¨®n marroqu¨ª, tunecina y argelina, una amalgama de diferentes sociedades norteafricanas caminando juntas hacia una segura unidad. Y Barb¨¨s tiene, l¨®gicamente, su m¨²sica: el rai. Un rai ligeramente distinto al que se puede escuchar en Or¨¢n, porque si el rai es ya una m¨²sica mestiza el rai de Barb¨¨s lo es a¨²n m¨¢s. La Orchestre National de Barb¨¨s (ONB) es, hoy por hoy, la cabeza de este inmenso drag¨®n musical que est¨¢n creando las nuevas generaciones de magreb¨ªes nacidos ya lejos de su tierra y con pasaporte franc¨¦s. La ONB, que esta noche act¨²a en la sala Bikini (22.00 horas) en el que es su debut en Barcelona, re¨²ne a una docena de norteafricanos de procedencia ¨¦tnica y cultural dispares. De esa mezcolanza y de la tecnolog¨ªa musical m¨¢s avanzada nace una m¨²sica atractiva y contagiosa como pocas.-