La crisis paraliza la reforma de las instituciones financieras internacionales
ENVIADO ESPECIALLa globalizaci¨®n financiera requiere una nueva arquitectura internacional, pero no se est¨¢ avanzando realmente en ella, seg¨²n concluy¨® el presidente de Uruguay, Julio Mar¨ªa Sanguinetti, al t¨¦rmino de la V Reuni¨®n del C¨ªrculo de Montevideo, celebrada en Washington. La superaci¨®n, al menos temporal, de las crisis en Asia y Brasil ha quitado urgencia a la necesidad de conformar esta nueva arquitectura. Pero, como se?al¨® el ex presidente del Gobierno espa?ol Felipe Gonz¨¢lez, es necesario hacer estas reformas para evitar que el riesgo de crisis llegue un d¨ªa a convertirse en "siniestro total".
El C¨ªrculo de Montevideo es un foro de debates informales sobre el futuro de Am¨¦rica Latina impulsado por Sanguinetti; en ¨¦l participan pol¨ªticos, altos funcionarios y acad¨¦micos de toda Am¨¦rica, incluyendo a EEUU, junto con espa?oles como Gonz¨¢lez o Manuel Mar¨ªn. Esta quinta reuni¨®n gir¨® en torno a la Globalizaci¨®n y gobernabilidad. Tras estar al borde del abismo hace unos meses, por los efectos de la crisis rusa y de la brasile?a, Am¨¦rica Latina recupera su aliento. El saneamiento macroecon¨®mico, en el contexto de la globalizaci¨®n, se ha convertido en una condici¨®n necesaria para todos, tanto en Europa como en Am¨¦rica Latina, aunque no suficiente. Asimismo, ning¨²n pa¨ªs ha tomado medidas para aislarse del resto del mundo.
Sin embargo, se vive en la perplejidad. "Vivimos en un misterio", fue una de las expresiones utilizadas para describir una nueva situaci¨®n cuya evoluci¨®n se desconoce. Estados Unidos est¨¢ a siete meses de cumplir su r¨¦cord tras nueve a?os de crecimiento econ¨®mico continuado, seg¨²n record¨® William McDonough, presidente de la Reserva Federal de Nueva York y n¨²mero dos de Allan Greenspan, pero, verdaderamente, nadie sabe cu¨¢nto puede durar esta situaci¨®n, lo cual es grave cuando no hay locomotora de recambio. Europa no acaba de tirar.
Eficiencia econ¨®mica
Dentro de esta perplejidad, sin embargo, el problema en lo que se refiere m¨¢s espec¨ªficamente a Am¨¦rica Latina, como se?alaron algunos participantes, no es tanto de diagn¨®stico como de gesti¨®n de la situaci¨®n, especialmente a la hora de intentar reconciliar eficiencia econ¨®mica y eficacia social ("esa deuda que Am¨¦rica Latina tienen consigo misma", seg¨²n Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, anfitri¨®n de este encuentro). Iglesias se bas¨® en estudios de la CEPAL (Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe) y de la Brookings Institution para afirmar que "no existe un conflicto entre equidad y eficiencia".
Sin embargo, la transici¨®n al desarrollo tiende a empeorar la desigualdad social. La dualizaci¨®n de estas sociedades, con excepciones, va creciendo y afecta a los sistemas pol¨ªticos. Pero se est¨¢ cambiando de enfoque cuando se afirma que la batalla por la democracia es tambi¨¦n la batalla contra la mortalidad infantil y por la educaci¨®n. En este sentido, la educaci¨®n se revela como el instrumento central para nivelar oportunidades e incluso, a trav¨¦s de la escolarizaci¨®n obligatoria, para alimentar correctamente en las escuelas a la parte m¨¢s joven de la poblaci¨®n y protegerla frente a otras inclemencias. Ahora bien, para lograr estos fines, los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina tienen, en general, un problema central: la escasa recaudaci¨®n fiscal.
En este sentido se hizo un llamamiento al deber de los contribuyentes. Am¨¦rica Latina entra en unos a?os, probablemente dos d¨¦cadas, de "oportunidad demogr¨¢fica", como la define Iglesias, en la que, gracias a la reducci¨®n de la tasa de natalidad, habr¨¢ un aumento transitorio de la proporci¨®n de la poblaci¨®n en edades productivas antes de que la proporci¨®n de ancianos empiece a aumentar r¨¢pidamente. Am¨¦rica Latina debe saber aprovechar esta oportunidad.
Hubo una coincidencia general en la necesidad de "recuperar la pol¨ªtica" y mejorar el Estado y sus instituciones, cuadrando el c¨ªrculo de la competencia, la cohesi¨®n social y la libertad.En este sentido, el Estado naci¨®n, seg¨²n consideraciones bastante generalizadas, sigue siendo el centro de la decisi¨®n pol¨ªtica, a pesar de sus numerosos problemas.
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