Soldados yugoslavos toman el control de las fronteras de Montenegro con Bosnia y Albania

ENVIADO ESPECIALUn nuevo incidente que involucra a refugiados albanokosovares elev¨® ayer inesperadamente la tensi¨®n entre Serbia y Montenegro, arrojando nuevos interrogantes sobre el ya de por s¨ª inestable concierto de la antigua Yugoslavia. Noticias llegadas de Tuzi, el ¨²nico paso fronterizo entre Montenegro y Albania, indicaban que soldados yugoslavos detuvieron a 150 albanokosovares que trataban de huir del r¨¦gimen de Belgrado. De la frontera de Montenegro con Bosnia-Herzegovina llegaban id¨¦nticas noticias de soldados tomando el control de los puestos.

T¨¦cnicamente, Montenegro y Serbia forman parte de la Federaci¨®n Yugoslava. Pero los montenegrinos ven cada d¨ªa m¨¢s a Belgrado como una amenaza. En Podgorica, su capital, existe hoy la base principal de la oposici¨®n a Milosevic. El presidente montenegrino, Milo Djukanovic, es el m¨¢s ardiente cr¨ªtico de Belgrado. La situaci¨®n entre los dos vecinos se asemeja a un inminente y amargo divorcio, en el cual ambas partes tienen como m¨¢xima prioridad herirse p¨²blicamente.Dragisa Burzan, el viceprimer ministro de Montenegro, dijo que las actividades del Ej¨¦rcito y la polic¨ªa especial de Serbia en la frontera entre las dos rep¨²blicas no son sino "otra contribuci¨®n al golpe de Estado (en Montenegro). El Gobierno montenegrino est¨¢ convencido de que los serbios est¨¢n fraguando una conspiraci¨®n que no es nada nueva". "El Ej¨¦rcito yugoslavo ha estado violando nuestra constituci¨®n desde hace tiempo", dijo Burzan. "Hoy

[por ayer] dieron otro paso m¨¢s en esa direcci¨®n". El Ej¨¦rcito yugoslavo es quien ha tomado el control de los puestos fronterizos, mientras que la polic¨ªa permanece fiel al Gobierno de Montenegro.

Pero lo que enfurece m¨¢s a los montenegrinos es su creencia de que Milosevic est¨¢ tenazmente empe?ado en desestabilizar su pa¨ªs como parte de su estrategia de ampliar en conflicto en Kosovo a fin de asustar a todo el mundo y salirse con la suya.

Una patria temporal

Montenegro es hoy el nuevo hogar -temporal, esperan todos- de al menos 70.000 refugiados albanokosovares, cuya presencia all¨ª quita el sue?o a los creyentes del equilibrio ¨¦tnico. A ciertos montenegrinos les preocupa que la actual crisis desemboque en una indeseada alteraci¨®n de su car¨¢cter nacional.

Albania y Macedonia han monopolizado hasta el momento el drama de los miles y miles de refugiados albanokosovares con su tragedia constantemente televisada. Montenegro es tambi¨¦n el exilio de la mayor parte de la oposici¨®n a Milosevic. Podgorica ofrece un amplificador para cualquier idea que represente el fin de la guerra y de Milosevic. No est¨¢ del todo claro si en ese ¨®rden.

Zoran Djindjic, el l¨ªder del Partido Dem¨®crata (DS), uno de los m¨¢s interesantes exponentes de la nueva generaci¨®n de pol¨ªticos yugoslavos, ex alcalde de Belgrado y una de las figuras cuya persecuci¨®n por parte de la prensa internacional es cada d¨ªa m¨¢s tenaz, vive y trabaja en Montenegro. Nada m¨¢s poner un pie en Alemania durante una gira rel¨¢mpago por Europa, Djindjic fue declarado traidor a la patria. En Yugoslavia, como en toda naci¨®n que se precie, semejante crimen es penalizado con la muerte. "Volver a Belgrado supone para mi un gran riesgo. Puedo hacer m¨¢s desde Montenegro, donde tengo contactos internacionales", dijo Djindjic a EL PA?S d¨ªas antes de ser oficialmente acusado de traici¨®n.

Vuk Draskovic, del Movimiento de Renovaci¨®n Serbia (SPO), el barbudo y carism¨¢tico pol¨ªtico que acaba de perder su puesto por tomar la iniciativa diplom¨¢tica, en una larga conversaci¨®n con este diario, no quiso referirse directamente a Djindjic. "Al menos yo estoy en mi pa¨ªs y desde aqu¨ª lucho", dijo. Djukanovic, el presidente montenegrino, est¨¢ enfureciendo cada vez m¨¢s a sus cr¨ªticos y, en el proceso, dando mayor raz¨®n a quienes le condenan por su ideas separatistas que implican la fractura final de la antigua Yugoslavia. Su idea de que Montenegro deber¨ªa participar en cualquier conferencia internacional para parar la tragedia de Kosovo, ya no como parte de Yugoslavia, sino con voz propia, aterra a muchos yugoslavos.

[Mientras, las sirenas volvieron a sonar ayer en Belgrado, Valjevo y Pristina, la capital de Kosovo, en cuyo centro se oyeron dos fuertes explosiones anoche, cuatro horas despu¨¦s de que las sirenas rompieran el primer alto en la alerta a¨¦rea que sus residentes hab¨ªan tenido en cuatro d¨ªas, informa Reuters.]