Mungia, territorio euro

En Mungia la llegada del euro se ha adelantado dos a?os. En el municipio vizca¨ªno patrullan estos d¨ªas euroagentes que ofrecen todo tipo de informaci¨®n sobre la nueva moneda, el euro, la que circula por Mungia. Con estas monedas, realizadas en resina y pl¨¢stico, los vecinos de la localidad pueden estrenarse en la moneda ¨²nica europea. Un total de 47 comercios y establecimientos hosteleros participan en la iniciativa y ofrecen los precios de sus productos en pesetas o en euros, a gusto del consumidor. La experiencia piloto, que realiza Mungia junto a Salerno (Italia) y Stuttgart (Alemania), forma parte del programa Euroform. Sus objetivos son fomentar la integraci¨®n europea y facilitar la llegada de la moneda ¨²nica. La iniciativa comunitaria ha sido bien acogida en Mungia, donde comenz¨® hace una semana. Los carteles sobre Europa decoran los escaparates de las tiendas, que ofrecen sus precios en las dos monedas, y los vecinos hablan de eurovinos y eurokalimotxos. El Ayuntamiento, en colaboraci¨®n con la Asociaci¨®n de municipios vascos Eudel, ha puesto en circulaci¨®n 12.020 euros (dos millones de pesetas), en monedas de un euro, 50 c¨¦ntimos, 20 c¨¦ntimos, 5 c¨¦ntimos, 10 c¨¦ntimos y 1 c¨¦ntimo. Los euros, realizadas por la f¨¢brica mungiarra DMC Miniaturas, son reproducciones exactas de los aut¨¦nticos, que no llegar¨¢n hasta el a?o 2001. Los billetes, por ser m¨¢s f¨¢cil su uso, se han quedado fuera del juego del euro. Entre los 47 comerciantes y hosteleros que han respondido a la propuesta de Eudel, hay algunos que lo han hecho con especial tes¨®n. Es el caso de Montserrat, due?a de una tienda de golosinas en el centro de Mungia, que ha colocado a cada regaliz, paquete de pipas y chucher¨ªa su precio en pesetas y en euros. Adem¨¢s, un cartel cara al p¨²blico informa de las equivalencias entre las pesetas y los euros. As¨ª, un chicle cuesta cinco pesetas ¨® 0,3 euros y un bomb¨®n, 45 pesetas ¨® 0,27 euros. Los menores de Mungia, de esta manera, tambi¨¦n tienen su hueco en la iniciativa y van practicando con la que ser¨¢ su moneda de adultos. "Cuando sali¨® en enero la cifra oficial del euro, la met¨ª en la calculadora y ya coloqu¨¦ entonces todos los precios en euros", asegura Montserrat, quien a?ade que desde que comenz¨® el programa el pasado lunes, "mucha gente ha comprado en euros y creo que para este fin de semana los ni?os convencer¨¢n a sus padres que cambien pesetas en euros". Los escolares son la principal clientela de Montserrat quien est¨¢ haciendo de maestra con ellos. "El otro d¨ªa vino un ni?o con una moneda de 10 c¨¦ntimos de euro y le tuve que explicar, como en la escuela, qu¨¦ pod¨ªa comprar. Al final se llev¨® tres chicles y un c¨¦ntimo de euro de sobra", cuenta Montserrat, quien ya lo tiene todo pensado para cuando en el 2001 comiencen a circular los euros aut¨¦nticos. "Yo espero que los fabricantes de golosinas est¨¦n ya pensando en el euro y recorten, por ejemplo, el tama?o de los regalices, para conseguir un precio m¨¢s redondeado. Hay que hacer f¨¢cil la unidad monetaria", asegura. El "eurologo" Montserrat, como el resto de los comerciantes, se ha convertido en una experta en la moneda europea y desde la Asociaci¨®n de Comerciantes de Mungia ya hay una propuesta para la Comisi¨®n Europea. "Queremos que las dos monedas ¨²nicas funcionen juntas el menor tiempo posible para no complicarlo tanto", se?ala Montserrat. Los comerciantes y hosteleros que participan en la iniciativa comenzaron a formarse en el tema del euro el pasado mes de septiembre. Como primera recompensa, lucen en sus escaparates un cartel, el "eurologo", en la nueva jerga mungiarra, que acredita que su establecimiento ofrece euros y no cobra m¨¢s dinero del que corresponde, entre otras cosas. Muchos de ellos portan en el pecho un pin de Geroa, el nombre del programa de utilizaci¨®n de euros. Entre estos se encuentra I?aki, due?o del pub Ikusi, que ha redecorado su local con carteles que invitan a los clientes a entrar en el "europub" a "vivir en el pr¨®ximo milenio" y "tomarse una cerveza por 1,95 euros". "Ayer , que fue un d¨ªa flojo, recaudamos en euros m¨¢s de 5.000 pesetas", comenta I?aki, quien asegura que "la gente est¨¢ respondiendo fenomenal". Enfrente suyo, la tranquila cafeter¨ªa Zubikoa vende, por su parte, caf¨¦s con leche a 0,84 euros (140 pesetas). El pasado lunes, cuando comenz¨® la iniciativa, este bar se dot¨® con 50.000 pesetas en euros para poder dar cambios a sus clientes. "Nosotros hemos preparado una de las cajas registradoras para los euros", comenta Egoitz, un camarero, para a?adir que todos los comerciantes han acordado c¨®mo redondear los precios para evitar el uso excesivo de c¨¦ntimos. M¨¢ster de integraci¨®n Quien tiene euros en Mungia puede jugar a la loter¨ªa, comer y beber, comprar jam¨®n y otros productos charcuteros, pagar un traje o aspirinas y tambi¨¦n llevarse a casa una begonia que cuesta 6,61 euros. El queso de Idiazabal en esta localidad est¨¢ a 11,36 euros el kilo y la botella de pachar¨¢n, a 5,86 euros. Pero si alguien, ya sea comerciante o comprador tiene alguna duda, puede recurrir a los seis euroagentes que patrullan por Mungia con una gorra amarillo como distintivo y que han realizado un m¨¢ster de integraci¨®n europea en la UPV. Adem¨¢s, los vecinos cuentan con una Oficina del euro, junto al Ayuntamiento a la que pueden acudir. Desde esta oficina, que coordina todas las actividades relacionadas con el euro, se han dado cursos a todos los colectivos mungiarras. "Hemos dado charlas sobre el euro a comerciantes, hosteleros, peque?as y medianas empresas, ancianos, mujeres, deficientes mentales, escolares, taxistas, etc¨¦tera", comenta Nerea Samaniego, responsable de la oficina del euro, quien a?ade que "los agricultores son los que m¨¢s saben del tema del euro porque llevan a?os recibiendo subvenciones en ecus. Ellos son los que m¨¢s controlan". Seg¨²n destaca Samaniego, la experiencia de utilizar euros, "es s¨®lo una parte" del programa Euroform. "?ste es un plan integral de adaptaci¨®n a la moneda ¨²nica en el municipio y que dura seis meses", a?ade. La experiencia de poder manejar y comprar con euros s¨®lo se extiende, sin embargo, hasta el pr¨®ximo d¨ªa 23. Entonces, las cinco entidades bancarias que han repartido los euros har¨¢n las cuentas y devolver¨¢n los euros al Ayuntamiento; todos, excepto los de los coleccionistas que estos d¨ªas se acercan a Mungia en busca de la primera moneda ¨²nica, aunque sea de pl¨¢stico y resina.