Modernidad de tiros largos

Por suerte, al jazz todav¨ªa le sobreviven algunos inventores genuinos. No es que Milt Jackson (Detroit, Michigan, 1923) haya descubierto la p¨®lvora jazz¨ªstica, pero puede presumir de haber guiado al vibr¨¢fono hacia la modernidad all¨¢ por los a?os cuarenta. A ¨¦l le corresponde el t¨ªtulo de bopper arquet¨ªpico en materia de varillas y mazos. Y en esa modernidad vertiginosa y esquem¨¢tica, que ¨¦l dulcifica y pone de tiros largos, sigue encontrando su raz¨®n de ser.Como siempre, sali¨® hecho un pincel, con un traje inmaculado y pa?uelo a juego con la corbata; juncal y lozano. Su jazz result¨® igual de juicioso, cort¨¦s y pulcro. Quiz¨¢ por sus muchos a?os como miembro de honor del exquisito Modern Jazz Quartet, en sus conciertos no hay espacio para solos maratonianos o brusquedades. Nunca dej¨® que los temas excedieran los cinco minutos y sus intervenciones solistas sonaron a compendio de sabidur¨ªa concentrada, libre de ret¨®rica y empapada de blues. Contrabajo y bater¨ªa bordaron sus papeles, mientras el pianista Mike LeDonne se refugi¨® en una discreci¨®n que a veces pareci¨® elegancia y otras puro deseo de anonimato.

Hubo piezas menores y joyas como Off minor o In a sentimental mood. Y la propina fue su eterno Bag"s groove (Bags es el apodo que alude a sus tremendas ojeras). Como si quisiera recordar que por los inventores de verdad no pasa el tiempo.