La polic¨ªa expedienta a la sala Amnesia por contratar a "matones y forzudos"

La Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid mantiene que las seis discotecas inspeccionadas durante el fin de semana incumpl¨ªan el art¨ªculo 23 apartado 1 de la Ley de Seguridad Privada 23/1992, que establece lo siguiente: "El personal que desempe?e funciones de seguridad privada incurrir¨¢ en infracci¨®n muy grave cuando preste sus servicios a terceros careciendo de la habilitaci¨®n necesaria y no estando integrado en empresas de seguridad".Ahora, seg¨²n la polic¨ªa, debe ser la Comunidad de Madrid la que se encargue de resolver los expedientes. Pedro Plans, jefe del servicio de espect¨¢culos de la Comunidad de Madrid, mantiene que no pueden tramitar un expediente que se refiere al incumplimiento de la Ley de Seguridad Privada. "No tenemos competencia en materia de seguridad, la tienen el Ministerio del Interior y la Delegaci¨®n del Gobierno", explica Plans. "La Ley regional de Espect¨¢culos, por la que podr¨ªamos intervenir, s¨®lo establece qu¨¦ locales deben tener servicio de vigilancia. Si nos llegan unas denuncias de la polic¨ªa, como ha ocurrido en una ocasi¨®n, sobre la inexistencia de servicio de vigilancia, podemos sancionar. Pero, si hay vigilantes pero ¨¦stos carecen de autorizaci¨®n para ejercer tareas de seguridad, es competente el Ministerio del Interior".

La Asociaci¨®n de Salas de Fiesta y Discotecas (Asfydis), mayoritaria en el sector, con 588 socios, y la Delegaci¨®n del Gobierno acordaron la semana pasada que la vigilancia de las discotecas se dejase en manos de empresas de seguridad privada. A ra¨ªz de este pacto, los polic¨ªas visitaron seis discotecas donde sospechaban que hab¨ªa "personal de gimnasio" como encargados de seguridad sin tener autorizaci¨®n para desempe?ar ese trabajo.

Carn¨¦ profesional

Los agentes preguntaron en las salas por los encargados de la seguridad. Luego les pidieron su carn¨¦ profesional como empleados de vigilancia privada. "No tuvimos ning¨²n enfrentamiento con nadie y contamos con la colaboraci¨®n de todos. A los empleados que ejerc¨ªan su labor de forma fraudulenta se les tom¨® nota", indic¨® un portavoz policial.

Asfidys considera que la actuaci¨®n policial ha sido r¨¢pida, aunque no "se ha tenido en cuenta que se necesita un periodo de adaptaci¨®n para cumplir la normativa vigente". "Entendemos que con lo ocurrido en Amnesia se inicia una nueva etapa en la vigilancia de las discotecas, pero nos tienen que dar una moratoria amplia para ajustarnos a lo establecido", dice Jes¨²s Nu?o de la Rosa.

Los empresarios de discoteca dicen que algunas salas tienen contratados a trabajadores que carecen de la autorizaci¨®n para desempe?ar tareas de seguridad. "Ahora hay que despedirlos o pasarlos a trabajar de camareros, y eso no se puede hacer en un d¨ªa", declara Nu?o de la Rosa. La contrataci¨®n de vigilantes jurados no s¨®lo supone una mejora en la seguridad de los locales nocturnos, sino tambi¨¦n en la atenci¨®n a los clientes, seg¨²n el portavoz de los propietarios de discotecas. "Los responsables de la seguridad de las salas tienen que ser personas educadas, de uniforme, no gente sin identificar que puede volverse violenta", a?adi¨®.

La Asociaci¨®n de la Mediana y Peque?a Empresa de Seguridad (AMPES) se pronunci¨® ayer sobre la seguridad en las salas. "La mayor parte de las discotecas de Madrid funciona en situaci¨®n ilegal en materia de seguridad", se?al¨® ayer Luis Garc¨ªa, el portavoz de AMPES. Garc¨ªa afirma que el personal contratado en la mayor¨ªa de las discotecas de Madrid no est¨¢ acreditado como vigilante de seguridad privada: "S¨®lo son vulgares matones". "No son trabajadores preparados", a?ade, "como los vigilantes privados, que tienen que pasar un examen, hacer un curso de 180 horas en un centro homologado por el Ministerio del Interior y tienen que trabajar en las empresas de seguridad que tambi¨¦n est¨¢n reconocidas como tales por el ministerio y por la Jefatura Superior de Polic¨ªa". Los vigilantes de las discotecas "nunca pueden trabajar de forma independiente, sin acreditaci¨®n; tienen que sacarse el t¨ªtulo", a?ade Garc¨ªa. Este portavoz destac¨® "la ilegalidad" de los servicios que ofrecen los empresarios que se dedican a reclutar a j¨®venes fuertes "con apariencia intimidatoria" para suministr¨¢rselos a los propietarios de las discotecas como personal de seguridad. "Si se cumpliera la legalidad en materia de seguridad, se acabar¨ªa con ese mercado negro de presuntos vigilantes que no lo son", explica Garc¨ªa.

Las empresas privadas de seguridad ofrecen unas garant¨ªas a las discotecas que los empresarios que trabajan en la clandestinidad no pueden dar: "Las empresas homologadas tienen que presentar su capital social, su proyecto de trabajo y tienen contratada una p¨®liza de responsabilidad civil que cubre la actuaci¨®n de los vigilantes, los posibles da?os que puedan causar a terceros", explic¨® Garc¨ªa. "Los vigilantes no se deben limitar a impedir la entrada de las personas, sino que deben encargarse de que no se rebase el aforo de las salas, cosa que ahora se incumple sistem¨¢ticamente", concluye Garc¨ªa.