ETA opt¨® por la tregua para forzar al PNV a ser "compa?ero de viaje" de la izquierda vasca

La organizaci¨®n terrorista ETA decidi¨® anunciar, el 16 de septiembre pasado, el inicio de una tregua indefinida como estrategia para forzar al PNV a ser "compa?ero de viaje de la izquierda abertzale". La banda sopes¨® tambi¨¦n, para dar este paso, otros tres objetivos, seg¨²n informa en un documento interno, fechado en febrero pasado, en el que admite que existen rechazos en su entorno al cese de las armas. ETA plantea como principal reto que se reconozca el derecho de Euskadi a la autodeterminaci¨®n, y advierte de que la tregua no ser¨¢ definitiva hasta entonces. La banda tambi¨¦n concede gran importancia a las elecciones municipales del 13 de junio, porque permitir¨¢n la puesta en marcha de la Asamblea de Municipios Vascos, y anuncia, dentro de esta estrategia, que EH apoyar¨¢ al PNV en la formaci¨®n de los nuevos gobiernos municipales.

El documento tiene especial importancia precisamente por su car¨¢cter interno, no destinado a ser publicado, y porque es el ¨²nico conocido de estas caracter¨ªsticas desde el inicio de la tregua indefinida, el pasado 16 de septiembre, al margen de los comunicados p¨²blicos y entrevistas de la banda. En ¨¦l, ETA trata de ofrecer una imagen de control del proceso nacionalista vasco, plasmado en el Pacto de Lizarra, en el que han estampado sus firmas el PNV, EH, EA e IU.La banda afirma textualmente que el segundo objetivo de la tregua -el primero es imponer el criterio del derecho a la autode-terminaci¨®n- es "impulsar que las fuerzas abertzales, o las que se consideren como tales, realicen una elecci¨®n clara, haciendo que de una vez se metan de lleno valientemente en el proceso de liberaci¨®n de Euskal Herria, como compa?eros de viaje de la izquierda abertzale". Este p¨¢rrafo est¨¢ especialmente dirigido al PNV, formaci¨®n que tras el anuncio de la tregua acabar¨ªa impulsando, como primera medida, el contenido de la Declaraci¨®n de Lizarra.

El primer objetivo denota el inter¨¦s de ETA en cortar de ra¨ªz alternativas de terceras v¨ªas propuestas en aquellas fechas por juristas de prestigio y movimientos sociales como Elkarri, que, sin admitir expresamente el derecho a la autodeterminaci¨®n, defend¨ªan una salida pol¨ªtica para Euskadi aprovechando al m¨¢ximo las posibilidades ofrecidas tanto por la Constituci¨®n como por el Estatuto de Gernika. La tregua, seg¨²n ETA, busca "aclarar de manera pr¨¢ctica y eficaz las falsas ilusiones que se pod¨ªan suscitar en la situaci¨®n pol¨ªtica previa" al 16 de septiembre.

Tambi¨¦n aclara que el cese de la violencia "no es consecuencia del acuerdo de Lizarra", esto es, que la decisi¨®n de ETA de abandonar indefinidamente las armas no estuvo condicionada por las conversaciones secretas que mantuvieron el PNV y HB. Se confirma as¨ª la hip¨®tesis de que no es el partido de Arzalluz el que consigue la tregua, sino que una vez decidida ¨¦sta, el PNV le prepara el escenario de Lizarra para que parezca efecto de la unidad nacionalista y no del fracaso del terrorismo. Movilizaciones de Ermua

En esta l¨ªnea, el documento de ETA reconoce la influencia de las masivas movilizaciones populares generadas por el esp¨ªritu de Ermua tras el asesinato del concejal del PP Miguel ?ngel Blanco, el 12 de julio de 1997, aunque significa que, a la postre, ¨¦stas sirvieron tambi¨¦n para influir en "el despertar del sue?o profundo a muchos abertzales que hasta entonces bailaban al son del proyecto espa?ol".

Este an¨¢lisis incluye la gran desconfianza que ETA manten¨ªa entonces hacia la actitud pol¨ªtica del PNV. La banda sostiene que la formaci¨®n que lidera Arzalluz ha optado finalmente por cambiar de criterio por la nueva situaci¨®n creada con la unificaci¨®n europea, por el incumplimiento del Estatuto de Gernika y por la encrucijada en que se encontraba ante la consolidaci¨®n de HB y el auge del PP. Aun as¨ª, ETA teme que el PNV pretenda "llevar a Vitoria el acuerdo de Lizarra-Garazi, vascongadizando nuevamente el conflicto entre Euskal Herria, por una parte, y Espa?a y Francia, por la otra". La banda personaliza estos temores en el nuevo lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe. "?ste es el principal encargo que tiene Ibarretxe, utilizando Lizarra-Garazi como recurso para conseguir la normalizaci¨®n interna de su casa con una nueva interpretaci¨®n del punto 10 del Pacto de Ajuria Enea. Del mismo modo que Ardanza fue el pastor del Pacto de Ajuria Enea, Ibarretxe se querr¨¢ convertir en pastor de una nueva versi¨®n del acuerdo de Lizarra-Garazi, consiguiendo migajas de soberan¨ªa para ?lava, Vizcaya y Guip¨²zcoa".

ETA no oculta que "la principal duda, la principal pregunta, es si el PNV, con la gesti¨®n partidista del alto el fuego, est¨¢ buscando pseudosalidas o si verdaderamente ha realizado una elecci¨®n estrat¨¦gica en favor de la soberan¨ªa".

El texto confirma que no habr¨¢ tregua definitiva mientras no llegue el derecho a la autodeterminaci¨®n. "ETA ha anunciado un alto el fuego indefinido y general. Nada m¨¢s. Su car¨¢cter definitivo s¨®lo lo pueden dictar las reglas impuestas por la Alternativa democr¨¢tica que ETA hizo p¨²blico en abril del 95: el reconocimiento de la territorialidad y la autodeterminaci¨®n".

Asamblea de Municipios

La banda subraya, en cualquier caso, que ya se ha conseguido uno de los objetivos de la tregua -"dar pasos efectivos en el camino de la soberan¨ªa"- con la pr¨®xima puesta en marcha de la Asamblea de Municipios Vascos. Y advierte de que los comicios del 15-J "no ser¨¢n unas simples elecciones", sino que "tendr¨¢n un sentido pr¨¢ctico en la construcci¨®n de Euskal Herria". "El hecho de que el nuevo punto de inflexi¨®n lo ponga la Asamblea de Municipios explica claramente que no es un proceso de paz ni relacionado con el Estado espa?ol, sino que se basa en la construcci¨®n nacional y tiene como objetivo a Euskal Herria".

En otro pasaje, ETA recuerda una velada amenaza que dirigi¨® al PNV hace cuatro a?os. Se refiere a la puesta en marcha de una serie de iniciativas "para atraer los sectores sociales al camino de la construcci¨®n de Euskal Herria, explicando las consecuencias que puede conllevar la responsabilidad de que se mantuviera la situaci¨®n actual". A?ade que "esto vale para los jelkides (peneuvistas), porque en el 95 se les explic¨® que si segu¨ªan en la misma l¨ªnea respecto a Espa?a, se estaban situando entre ETA y Espa?a, lo que tendr¨ªa consecuencias".