En ascuas

ARZALLUZ No hizo huelga ayer. A la hora prevista compareci¨® ante los informadores para comunicar que su partido, el PNV, romp¨ªa relaciones con el ministro Mayor Oreja. Amenaz¨® con extender la ruptura a todo el Gobierno si ¨¦ste no desautorizaba lo que el ministro del Interior hab¨ªa dicho ocho d¨ªas antes en un acto conmemorativo de la Guardia Civil.La parte del discurso a la que alude Arzalluz, en la que hay una referencia a la "anti-Espa?a", es bastante ret¨®rica y nada oportuna; pero s¨®lo desde la mala fe o la obsesi¨®n enfermiza se puede deducir que era un llamamiento a defender "a Espa?a del frente nacionalista con el Cetme, la pistola o el subfusil", como interpret¨® Arzalluz. Es ETA, una organizaci¨®n armada que no hace ni un a?o se dedicaba a matar a concejales del PP, la que considera que vasco equivale a antiespa?ol. En un escrito interno redactado en febrero, y cuyo contenido se ha conocido estos d¨ªas, se dice textualmente que el Pacto de Lizarra, "por ser vasco en su desarrollo, es necesariamente antiespa?ol y antifranc¨¦s".

Es mejor que todo lo que se dispare sean invectivas, pero fatiga esta afici¨®n a disparatar. El mi¨¦rcoles, el delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar, ech¨® gasolina a este fuego con una frase que se pod¨ªa interpretar como que consideraba tan asesinos a los nacionalistas que pactaban con EH como a los miembros de ETA acusados de asesinatos. Exceso ret¨®rico que justific¨® por la presencia en las listas de EH de un etarra acusado de asesinar al concejal Jim¨¦nez Becerril y a su esposa en enero del a?o pasado. El delegado rectific¨® horas despu¨¦s, pero para entonces los nacionalistas ya hab¨ªan exigido su cese. Desde luego, un delegado debe medir sus palabras antes de pronunciarlas, no cuando ya las ha expelido; pero es llamativa la desproporci¨®n entre la desgarrada indignaci¨®n que han producido en los nacionalistas y su comprensi¨®n para la presencia de etarras en las listas electorales de su nuevo aliado.

Que el l¨ªder del PNV haya tardado ocho d¨ªas en indignarse por lo que dijo Mayor Oreja a la Guardia Civil demuestra, por lo dem¨¢s, que la c¨®lera nacionalista es modulable. Un d¨ªa despu¨¦s, el ministro fue apedreado en Gernika, a la salida de un mitin. El presidente del PNV en Vizcaya vino a decir que se lo hab¨ªa buscado por tratar de exponer sus puntos de vista en la villa bombardeada por los antepasados de Mayor. Y el diputado del PNV Anasagasti ha presentado una pregunta parlamentaria sobre ese incidente en la que pr¨¢cticamente culpa al ministro y a su s¨¦quito por negarse a variar, como aconsej¨® la Ertzaintza, el plan de salida establecido, "lo que a la postre parece ser una de las causas de que se produjeran incidentes".

Siempre est¨¢n indignados; para tenernos en ascuas.