Nou Barris remonta el vuelo
En el mandato que est¨¢ a punto de terminar, la fisonom¨ªa de Nou Barris ha dado un vuelco.En un distrito de trabajadores, donde residen 171.000 personas acostumbradas a pelear duramente para conseguir cada equipamiento, de un tiempo a esta parte todos se sienten como si les visitara m¨ªster Marshall. Ahora que finalmente se han cubierto las zanjas que acribillaban su territorio, emergen por todas partes plazas y parques de dise?o, pero sobre todo bulevares que hacen peque?a la Via Julia, la avenida mas ancha del distrito durante mucho tiempo. Los 14.000 millones de pesetas que el Ayuntamiento de Barcelona ha invertido en este cuatrienio han servido para mejorar unos barrios hartos de observar c¨®mo los grandes proyectos pasaban siempre de largo para desembocar en lugares mas c¨¦ntricos de la ciudad. Incluso las entidades mas cr¨ªticas admiten que ha quedado "un Nou Barris de postal", aunque hubieran preferido que las prioridades inversoras apuntaran tambi¨¦n en otra direcci¨®n: existen todav¨ªa bolsas de pobreza y calles sin asfaltar en la parte alta de Roquetes. Despu¨¦s de tantos meses de aguantar las molestias de las obras, lleg¨® el momento de las m¨²ltiples inauguraciones, a las que los vecinos acuden masivamente y sin resentimiento. Una de las plazas reci¨¦n estrenadas es la de Virrei Amat, que ha multiplicado por cinco aquel espacio desangelado que ten¨ªa anteriormente. Con pocos d¨ªas de diferencia, se abri¨® al p¨²blico el parque central de Nou Barris, que rodea la sede del distrito con estanques y surtidores. El parque da una imagen de modernidad a aquel rinc¨®n deprimente por el que antes paseaban los enfermos mentales del antiguo manicomio de la Santa Creu. El agua atrae a los mayores, pero sobre todo a los ni?os de la zona, que con los primeros calores de mayo se ba?an hasta que acude la guardia urbana. Los paseos de Valldaura y Pi Molist son los exponentes m¨¢s claros de un urbanismo de calidad que hasta ahora no se prodigaba nada a este lado de Barcelona. Realidad virtual Desde que el concejal socialista Antoni Santiburcio desembarc¨® en el distrito, hace cuatro a?os, muchas cosas empezaron a cambiar en Nou Barris. Desde el principio, dej¨® claras sus intenciones de conectar entre s¨ª unos barrios que en muchos casos viv¨ªan de espaldas. Sus discursos se llenaron de referencias a los bulevares que quer¨ªa hacer inspirados en los de Par¨ªs y a los proyectos de dise?o que pensaba encargar a los arquitectos m¨¢s prestigiosos. La determinaci¨®n de Santiburcio top¨® con la combativa coordinadora de entidades, que defend¨ªa para Nou Barris un futuro m¨¢s participativo, mucho menos preocupado por la est¨¦tica, que no encajaba para nada con el que defiende el concejal. Para sacar adelante sus proyectos, el Ayuntamiento cont¨® con la inestimable ayuda de v¨ªdeos de realidad virtual que mostraban unas plazas de ensue?o all¨ª donde ellos ve¨ªan un descampado. Las proyecciones demostraron tal poder de persuasi¨®n que neutralizaron cualquier cr¨ªtica. As¨ª lo pudieron comprobar las asociaciones de vecinos m¨¢s rebeldes, que enseguida los bautizaron como "v¨ªdeos adormideras", a los que reprochan su alto nivel "desmovilizador". Plan de aparcamientos Nou Barris ha concentrado el mayor n¨²mero de aparcamientos construidos en Barcelona durante el presente mandato. El plan que pretend¨ªa incidir en uno de los problemas m¨¢s agobiantes para los ciudadanos ha puesto en el mercado 3.000 plazas, en las que se invirtieron 3.000 millones de pesetas. No queda ni una plaza por vender, pero algunos compradores atribuyen el ¨¦xito a que la ampliaci¨®n de aceras ha eliminado los escasos lugares donde pod¨ªan aparcar, de forma que si antes era dif¨ªcil estacionar el veh¨ªculo, ahora se convierte en una misi¨®n imposible. Un rasgo que caracteriza a las personas que residen en este distrito es el entusiasmo con el que acogen los nuevos equipamientos. La biblioteca central de Nou Barris es un ejemplo de ello. Desde su inauguraci¨®n, en 1997, es la m¨¢s frecuentada de Barcelona, con un promedio de 800 lectores diarios. Est¨¢ situada junto a la sede del distrito y dispone de 35.000 vol¨²menes.En el distrito funcionan otras tres bibliotecas p¨²blicas. El inter¨¦s hacia Nou Barris demostrado por la multinacional brit¨¢nica Heron, que invertir¨¢ 12.000 millones de pesetas en el centro l¨²dico que se est¨¢ levantando en los terrenos de Renfe-Meridiana, es un ejemplo de un cambio de tendencia: el sector privado empieza a apostar por enclaves diferentes a los tradicionales y a invertir en lugares donde antes s¨®lo lo hac¨ªa cuando exist¨ªa el aval del sector p¨²blico. La peor herencia que dej¨® la etapa del desarrollismo en estos barrios pasa factura por la deficiente calidad de unas viviendas que, con apenas 40 a?os de vida, ya presentan tantos achaques como si de fincas longevas se tratara. En la sustituci¨®n de las que se encuentran en peor estado en el Tur¨® de la Peira est¨¢ dedicando el Gobierno municipal centenares de millones de pesetas para indemnizar a las familias damnificadas. Otros barrios, como Trinitat Nova, Guineueta, Ca?ellas y Ciutat Meridiana, sufren tambi¨¦n la resaca de un tiempo en el que se constru¨ªa deprisa y mal, lo que les hace poseedores de todos los n¨²meros en la fat¨ªdica rifa de patolog¨ªas estructurales como la aluminosis. Renovar el parque de viviendas y atenuar los efectos del envejecimiento de la poblaci¨®n de algunos barrios como Trinitat Nova, que Santiburcio califica de "barrio geri¨¢trico", marcar¨¢n sin duda los ejes centrales de la actuaci¨®n municipal en los pr¨®ximos a?os.
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