Sensatez

JOSEP TORRENT Si existiera una medalla, un premio, un galard¨®n cualquiera a la sensatez habr¨ªa que entreg¨¢rselo de oficio a la Junta Electoral Provincial de Castell¨®n. Su decisi¨®n de suspender la inauguraci¨®n del Espai d"Art Contemporani deber¨ªa sentar jurisprudencia y ser de obligado cumplimiento por parte de todos los pol¨ªticos, con independencia de su color ideol¨®gico. La borrachera de inauguraciones, colocaciones de primeras piedras, apertura de viales por r¨ªdiculos, cortos y raqu¨ªticos que ¨¦stos sean, am¨¦n de otras zarandajas de ¨²ltima moda tales como presentaciones de maquetas, es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos. La obscenidad pol¨ªtica de algunos (del PP en este caso) es de tal calibre que son capaces de impedir al vecindario, a los contribuyentes en definitiva, el acceso al Espai d"Art simplemente porque ellos todav¨ªa no pueden hacerse la foto oficial cortando la cinta. El hecho de que este contenedor cultural mantenga cerradas sus puertas a cal y canto a d¨ªa de hoy justifica sobradamente la decisi¨®n de la Junta Electoral de Castell¨®n porque es la prueba de cargo del exclusivo inter¨¦s electoralista que guiaba a los cargos p¨²blicos del PP a la hora de la inauguraci¨®n. Pero no s¨®lo son los populares quienes abusan de esta grosera pr¨¢ctica propagand¨ªstica. Los socialistas, en los escasos sitios donde a¨²n tienen mando en plaza, tampoco les andan a la zaga en punto a festivales de estreno de obras concluidas a toda prisa o a medio acabar si se tercia. Todo vale con tal de ara?ar una foto, unos minutos de radio o de un amplio despliegue en Canal 9 si es Zaplana el protagonista estelar del bodorrio inaugural. A los ciudadanos que nos vayan dando porque -deben suponer ellos- somos un reba?o de discapacitados, capaces de engullirnos los fastos partidistas con cargo al erario p¨²blico y de circular por la vida con el cerebro en punto muerto. Por fortuna no es as¨ª, como se ha encargado de hacerles notar la Junta Provincial de Castell¨®n a los populares con coche oficial. Venga, pues, presto la medalla a la sensatez a quienes nos han devuelto la autoestima.