El lavado de cara de Santa Cruz reaviva la guagua
Cortes de tr¨¢fico que se multiplican por las principales arterias del casco, se?alizaciones provisionales, materiales de construcci¨®n amontonados en las esquinas, gr¨²as, palas mec¨¢nicas y calles completamente valladas conforman la fotograf¨ªa de Santa Cruz de Tenerife. Tambi¨¦n esta ciudad est¨¢ "patas arriba", seg¨²n su alcalde, Miguel Zerolo, de Coalici¨®n Canaria. La culpa la tiene el Plan Urban. Financiado con fondos europeos en un 85%, los 2.358 millones de pesetas del Urban traen consigo una imparable apuesta por el peat¨®n en detrimento del coche. De tal magnitud est¨¢ siendo la metamorfosis, que en los ¨²ltimos meses el casco se ha vuelto intransitable.Con este cuadro, es inevitable que las obras se hayan convertido en el punto de encuentro del debate pol¨ªtico. El alcalde lo tiene claro. Zerolo defiende un modelo de ciudad que los vecinos no ver¨¢n hasta despu¨¦s del 13-J, pero no le preocupa. Pide paciencia y advierte de que prefiere perder "por hacer que por dejar de hacer".
El talante del alcalde, conciliador en sus relaciones con el resto de los grupos municipales pero inflexible a la hora de ejecutar los ejes de su modelo de ciudad, le procur¨® en el 98 un ruidoso enfrentamiento con el peque?o y mediano comercio, cuyos representantes le acusaron de propiciar la instalaci¨®n de grandes superficies. No acabaron ah¨ª las inquietudes del comercio tradicional, quejoso de las muchas incomodidades que les est¨¢ generado el estado de sitio en el que se encuentra el casco. Zerolo no ha cedido. A su juicio, s¨®lo con la instalaci¨®n de las grandes superficies Santa Cruz reforzar¨¢ su potencial econ¨®mico.
El cambio de fisonom¨ªa de la ciudad ha reabierto la caja de los truenos del tr¨¢fico, animando a las diferentes formaciones pol¨ªticas a llevar en sus programas la necesidad de bendecir el transporte p¨²blico -la guagua- como ¨²nica medicina posible para combatir el colapso. Un intercambiador en construcci¨®n en una de las principales v¨ªas de acceso al centro permitir¨¢ en breve que los vecinos procedentes de otros municipios de la isla se acostumbren a dejar sus coches en las puertas de la ciudad, desplaz¨¢ndose en adelante en los taxis o guaguas, que tendr¨¢n en la nueva v¨ªa del Barranco un cauce por el que atravesar la ciudad.
Quienes se acerquen a Santa Cruz en estas fechas se encontrar¨¢n tambi¨¦n con unas vallas en las que el candidato socialista, Emilio Fresco, se anuncia con el mar a sus espaldas. Es la recuperaci¨®n del litoral, una de las asignaturas pendientes de una ciudad que, pese a tener or¨ªgenes esencialmente marineros, en las ¨²ltimas d¨¦cadas fue cerrando sus puertas al Atl¨¢ntico. El inminente nacimiento del puerto industrial de Granadilla, en el sur de la isla, pretende ser aprovechado para desahogar el muelle en la capital, lo que permitir¨ªa dise?arlo como espacio de ocio. Precisamente es en el desarrollo de su costa donde Santa Cruz ha avanzado m¨¢s lentamente. Las discretas relaciones del Ayuntamiento con la Autoridad Portuaria y los constantes malentendidos con la Direcci¨®n General de Costas han retrasado numerosos proyectos. Mejor suerte ha tenido en este mandato un contencioso que durante veinte a?os ha impedido la urbanizaci¨®n de la playa de Las Teresitas. Resueltas las diferencias entre la corporaci¨®n y los promotores, la zona est¨¢ condenada a convertirse en la mayor oferta tur¨ªstica de la ciudad.
M¨¢s problem¨¢tica se tuerce la realidad en la zona alta de la ciudad. Los barrios, convertidos por los aspirantes a la alcald¨ªa en uno de los argumentos principales, siguen demandando la mejora de infraestructuras y, en algunos casos, un mayor incremento de las pol¨ªticas sociales para aliviar una conflictividad que tiene su origen en situaciones de paro y marginalidad. Los 1.864 millones de pesetas invertidos en los ¨²ltimos cuatro a?os en el Plan de Barrios son considerados "escasos" por los adversarios de Zerolo, al que le recuerdan, en una cu?a publicitaria de la precampa?a, "que la ciudad no acaba en las Ramblas" que la atraviesan de lado a lado y en las que el equipo de gobierno, que ha continuado con el saneamiento econ¨®mico emprendido en el anterior mandato, ha ejecutado notorias mejoras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.