Acerca del PRI mexicano

Me resulta grato leer en la prensa que el partido que gobierna en M¨¦xico (PRI) haya decidido elegir a su pr¨®ximo candidato a trav¨¦s de unas elecciones primarias. Esto no ser¨ªa motivo de sorpresa (o al menos no tan grande) si estuvi¨¦ramos en Espa?a, por ejemplo, donde las elecciones dentro de los partidos pol¨ªticos ocurren de vez en cuando (aunque los resultados tampoco sean lo que cabe esperar de ellos). Sin embargo, en M¨¦xico la situaci¨®n era distinta hasta este momento, en el que parece que por fin caminan hacia una representatividad real, y no a una democracia en la que la clase pol¨ªtica se encuentra tan separada de las personas a las que representa, una democracia en la que la ¨²nica comunicaci¨®n es la que se permite en las urnas para elegir entre dos candidatos de partidos distintos en la forma pero muy parecidos en el fondo. Es un buen paso adelante el hecho de que se permita a toda la poblaci¨®n votante (y no s¨®lo a los militantes del PRI) elegir al candidato a las elecciones como una manera de clarificar y hacer m¨¢s transparentes los procesos electorales mexicanos, que hasta ahora ten¨ªan siempre la sombra de la corrupci¨®n sobre ellos.Por supuesto, esto no significa que por fin se vaya a acabar con la corrupci¨®n, la compra de votos y la financiaci¨®n il¨ªcita. El proceso de depuraci¨®n de un sistema corrupto es lento, pero parece muy positivo que se comience de esta manera. Parece evidente, en cualquier caso, que la vigilancia del proceso va a tener que ser muy estrecha no s¨®lo en cuanto a la compra de votos y favores, sino tambi¨¦n en lo concerniente a la financiaci¨®n.

Me parece un m¨¦todo que, en el caso de dar resultados positivos en cuanto a la respuesta de la ciudadan¨ªa y a la claridad del proceso, deber¨ªan comenzar a imitar en otros pa¨ªses, sea como sea el m¨¦todo de elecci¨®n.De esta manera, la comunicaci¨®n entre la clase pol¨ªtica y sus votantes es posible que fuera mayor, y la decisi¨®n de los ciudadanos real, aunque tambi¨¦n se podr¨ªa caer en el error de votar por una cara en lugar de por un programa pol¨ªtico de futuro. Habr¨¢ que observar muy de cerca lo que llega a ser, en noviembre, de esta magn¨ªfica iniciativa de apertura y democratizaci¨®n real.-