La apuesta socialista en una ciudad convulsa

Maite Arqu¨¦ se estrena en estas municipales como candidata del Partit dels Socialistes (PSC) en Badalona tomando el relevo de Joan Blanch, tambi¨¦n del PSC. Blanch ha sido el alcalde de la ciudad en los ¨²ltimos 16 a?os. Las cosas podr¨ªan haberle ido de otra manera si el fort¨ªsimo enfrentamiento entre Blanch y la direcci¨®n socialista no hubiese existido. Blanch, tras renunciar a presentarse a las primarias en noviembre de 1997, se descolg¨® hace unos meses con la idea de forzar su candidatura frente a la de Arqu¨¦, quien gan¨® aquellas primarias. La direcci¨®n del PSC mantuvo a la candidata frente al alcalde y ¨¦ste ha provocado una escisi¨®n en su grupo y concurre a los comicios con una coalici¨®n propia. El PSC ha expulsado del partido a Blanch y a sus seguidores. Arqu¨¦ ha reconocido, en los ¨²ltimos tiempos, que para ella, llegar a ser alcaldesa de su ciudad natal ser¨ªa un gran orgullo y la consecuci¨®n de un sue?o. En cualquier caso, a Arqu¨¦ le ha tocado acercarse a su sue?o en medio de la mayor convulsi¨®n pol¨ªtica recordada en Badalona desde la llegada de la democracia. La escisi¨®n de los socialista hace que, por primera vez, Badalona se enfrente a unas elecciones municipales en un horizonte totalmente abierto. Badalona, tercera ciudad de Catalu?a, ha sido, desde el segundo mandato de la democracia, un feudo socialista. Nunca la derecha badalonesa se present¨® a una contienda electoral en circunstancias tan favorables como las actuales, gracias a la lucha fratricida y a la escisi¨®n propiciada por Blanch. Esta lucha a muerte y la fuga de militantes del PSC a Coalici¨®n Socialista de Progreso, la formaci¨®n de Blanch, no puede por menos que favorecer claramente a Converg¨¨ncia y Uni¨® (CiU) y al Partido Popular (PP). Las encuestas auguran aumento de concejales para ambas formaciones. En los ¨²ltimos a?os del gobierno de Blanch, el PSC percibi¨® la necesidad de cambiar de l¨ªder. Una vez comenzado el actual mandato municipal, los socialistas tuvieron que pactar con CiU para asegurar un gobierno municipal tranquilo, ya que los 10 ediles socialistas eran claramente insuficientes para dirigir un consistorio con 27 concejales. Lejos quedaban los tiempos en que el PSC gobernaba la ciudad con mayor¨ªa absoluta. La direcci¨®n nacional del PSC decidi¨® que Blanch ya no ten¨ªa el tir¨®n necesario para repetir como candidato y apost¨® por Arqu¨¦ para cambiar el socialismo badalon¨¦s sin contar con la resistencia que ofrecer¨ªa el alcalde. Arqu¨¦ es una badalonesa de toda la vida, de padres nacidos en Badalona; tambi¨¦n sus abuelos, quienes son de los barrios de Canyet y Pomar. La alcaldable pas¨® su infancia y adolescencia en el barrio del Progr¨¦s, para integrarse luego en el Centro como dependienta en una charcuter¨ªa de la familia en la plaza Vieja. Asegura que all¨ª empez¨® a disfrutar del contacto con la gente y no lo ha abandonado, puesto que hasta el d¨ªa de hoy sigue pase¨¢ndose a menudo por los barrios de Badalona, ciudad que conoce palmo a palmo. De hecho, su carrera pol¨ªtica empez¨® en el movimiento vecinal, en la Asociaci¨®n de Vecinos del Centro, en la que trabaj¨® mano a mano con el primer alcalde de Badalona tras el franquismo: M¨¤rius D¨ªaz, del PSUC. En este primer gobierno local democr¨¢tico, Arqu¨¦ se estren¨® como concejal de Servicios Sociales, ¨¢mbito en el que ha seguido trabajando hasta hoy, tanto en el Ayuntamiento como en la Diputaci¨®n de Barcelona. El PSC y Arqu¨¦ quer¨ªan enfocar la campa?a electoral municipal hablando con la gente y explicando lo que han definido como "la nueva sensibilidad del socialismo badalon¨¦s". Contra viento y marea, Arqu¨¦ sigue haci¨¦ndolo; pero, adem¨¢s, ha tenido que salir al paso de acusaciones contra su persona lanzadas, se?alan los socialistas, insistentemente por su principal rival, Joan Blanch, antiguo amigo y compa?ero de partido y alcald¨ªa. Arqu¨¦ gan¨® las primarias celebradas el 29 de noviembre de 1997, las primeras del socialismo espa?ol, por amplia mayor¨ªa, pero el entorno de Blanch sigue empe?¨¢ndose en decir que estuvieron manipuladas. Adem¨¢s de defender su programa electorales, a Arqu¨¦ le toca demostrar d¨ªa a d¨ªa su honestidad, puesta en cuesti¨®n por sus detractores pol¨ªticos, y aclarar que la candidata socialista es ella y no Blanch. Si Arqu¨¦ fuera la candidata m¨¢s votada el 13 de junio, le tocar¨ªa otra ardua tarea para poder gobernar: acercar el PSC a las dem¨¢s fuerzas progresistas de la ciudad, hoy alejadas de los socialistas y tambi¨¦n enfrentadas entre s¨ª tras la escisi¨®n entre IC-V y EUiA.