Dimite el ministro de Defensa portugu¨¦s por filtrar un informe sobre el espionaje

El primer ministro portugu¨¦s, Ant¨®nio Guterres, acept¨® ayer, de forma inmediata, la dimisi¨®n del responsable de Defensa, Jos¨¦ Veiga Simao, horas despu¨¦s de conocerse la filtraci¨®n al semanario Independiente de un documento confidencial enviado al Parlamento por dicho ministro. El informe revela la identidad, estudios y procedencia de todos los agentes del servicio secreto militar, sus operaciones clandestinas, gastos, salarios e, incluso, sus intercambios de informaci¨®n con pa¨ªses amigos. Guterres anunci¨® que el actual ministro de Exteriores, Jaime Gama, asumir¨¢ la cartera de Defensa hasta las pr¨®ximas elecciones generales, previstas para octubre de este a?o.

"Los servicios secretos son todo menos secretos". As¨ª comenz¨®, a mediod¨ªa de ayer, el informativo de la televisi¨®n privada SIC, l¨ªder de audiencia en Portugal. El documento confidencial hab¨ªa sido enviado por el ministro a una comisi¨®n del Parlamento que investiga las fugas de informaci¨®n del SIEDM (Servicio de Informaciones Estrat¨¦gicas de la Defensa y Militares).El citado semanario, que ha tenido acceso al informe de 120 p¨¢ginas, s¨®lo revel¨® algunos nombres y datos gen¨¦ricos del documento que, sin duda, han dejado en evidencia al servicio secreto, al propio Parlamento y al Gobierno socialista, que ya ha sufrido en los ¨²ltimos meses importantes fugas de informaci¨®n de su espionaje militar. El informe detalla las identidades, estudios y procedencia de todos los agentes del SIEDM, sus operaciones clandestinas en Angola, Mozambique, Senegal, Guinea-Bissau, Australia, ?frica del Sur y Timor, sus gastos, los salarios de cada agente, y el intercambio de informaci¨®n permanente con los servicios del contraespionaje alem¨¢n.

Otros dos medios de comunicaci¨®n, el peri¨®dico P¨²blico y el Di¨¢rio de Not¨ªcias, se hac¨ªan eco de que la lista de esp¨ªas militares y sus operaciones en los ¨²ltimos a?os circulaba por la Asamblea de la Rep¨²blica, lo que fue calificado por el primero como "la ¨²ltima bomba parlamentaria".

El ministro de Asuntos Parlamentarios, Ant¨®nio Costa, se declar¨® "estupefacto" por "la grav¨ªsima violaci¨®n de los secretos de Estado" que, adem¨¢s, enturbian la relaci¨®n del Gobierno con el Parlamento. "Es un asunto de la mayor gravedad", dijo, "que cuestiona la relaci¨®n entre el Gobierno y a la Asamblea de la Rep¨²blica, y que, por tanto, exigir¨¢ un contacto urgente con su presidente para esclarecer de forma inmediata esta situaci¨®n, dado que se trata de documentos confidenciales que no pueden ser divulgados".

Cese fulminante

Reci¨¦n llegado de Par¨ªs, el primer ministro portugu¨¦s, Ant¨®nio Guterres, se neg¨® durante la ma?ana a pronunciarse sobre "una materia tan delicada hasta no tener una informaci¨®n exhaustiva de todo lo ocurrido". El Partido Social Dem¨®crata, el primer grupo de la oposici¨®n, solicit¨® el cese fulminante del ministro de Defensa y el presidente de la Asamblea de la Rep¨²blica, Ant¨®nio Almeida Santos, se comprometi¨® a tomar medidas urgentes para restablecer "la quiebra de confianza" en el m¨¢ximo ¨®rgano de la soberan¨ªa popular.

Los acontecimientos y cruces de acusaciones se sucedieron sin parar. El Gobierno, pr¨¢cticamente, imput¨® la filtraci¨®n del informe a alguno de los 22 diputados de la comisi¨®n investigadora, y la oposici¨®n, por su parte, responsabiliz¨® del desastre al responsable de Defensa, que ayer se encontraba fuera de Portugal. Concretamente, en una reuni¨®n informal de los ministros de Defensa de la Uni¨®n Europea en Bonn. Veiga Simao se mantuvo en silencio durante la ma?ana, pero hizo saber a trav¨¦s de un portavoz de su departamento que hab¨ªa actuado "de buena fe". Las explicaciones iniciales no consiguieron satisfacer a nadie, y algunos de los diputados explicaron que esta nueva y grav¨ªsima filtraci¨®n no s¨®lo pon¨ªa evidencia la seguridad del espionaje portugu¨¦s sino su credibilidad ante sus colegas y Gobiernos europeos.

A media tarde y tras una reuni¨®n con el presidente de la Rep¨²blica, el primer ministro Guterres inform¨® de que hab¨ªa aceptado la dimisi¨®n presentada por el ministro de Defensa y reconoci¨® que la fuga de informaci¨®n hab¨ªa "lesionado gravemente los intereses del Estado". Aunque admiti¨® que el ministro de Defensa hab¨ªa actuado de "buena fe", Guterres explic¨® que "el Gobierno asume as¨ª todas sus responsabilidades" pero a?adi¨®, de forma rotunda, que el Parlamento debe extraer tambi¨¦n las suyas "como condici¨®n indispensable para restablecer la confianza entre el Gobierno y las comisiones de investigaci¨®n de la Asamblea de la Rep¨²blica".

El nombramiento de Veiga Simao para Defensa provoc¨® importantes protestas de los sectores progresistas portugueses al haber formado parte de un Gobierno del anterior r¨¦gimen. Veiga Simao, 70 a?os, fue ministro de Educaci¨®n Nacional de 1970 a 1974, embajador de Portugal en Naciones Unidas de 1974 a 1975, y fue elegido diputado por el Partido Socialista en 1983. Entre 1983 y 1985 fue resposable de Industria y Energ¨ªa.