El Euskaltel explota y revienta
Por haber sido convidado de piedra en multitud de pruebas, comparsa sentimental de escenarios improbables (por anchos), la exhibici¨®n del Euskaltel-Euskadi camino del Santuario del Oro result¨® ayer emotiva. E insultante para el resto de los equipos, que asistieron a una explosi¨®n de fuerza finalmente menos rentable de lo esperado. El equipo vasco ha abrazado definitivamente la madurez y la solidez necesarias para pesar (y ayer, jugar) en las carreras apoy¨¢ndose en corredores j¨®venes. Cuando a falta de una veintena de kil¨®metros seis maillots del equipo manejado por Gorospe encabezaban un exiguo grupo de 15 supervivientes, se recuperaron escenas s¨®lo interpretadas recientemente por el ONCE de Z¨¹lle y Jalabert o el Gewiss de Berzin, Ugrumov y Argentin. Las rampas de Urkiola provocaron la gran aclaraci¨®n, una limpieza que coloc¨® a remojo a cuatro de los ocho aspirantes: cedi¨® primero Elli y le acompa?¨® el l¨ªder Tebaldi. Lo anunciado. Tambi¨¦n cay¨® Dufaux. Primera aut¨¦ntica noticia. Casero se descolg¨® inopinadamente. Gran sorpresa. Tambi¨¦n lo fue el desarrollo de una etapa que pudo defenestrar al Banesto (Osa) y al ONCE (Etxeberria). Seis ciclistas s¨®lidos, de esos rentables por su capacidad de brillar a fogonazos, se marcharon aprovechando el cl¨¢sico tira y afloja preludio de las escapadas v¨¢lidas. Copolillo, Arrieta, Galdeano, Bortolami Meier y Di Renzo se dedicaron a sumar minutos mientras en el grupo Kelme, Banesto y ONCE, sin representaci¨®n entre los hu¨ªdos, ensayaban una guerra de nervios para decidir qui¨¦n de los tres sudar¨ªa para neutralizar la escapada. Perdi¨® el Banesto pero se gan¨® la compasi¨®n de Pascual Llorente (Kelme), implacable en las primeras curvas de Urkiola. Alberto Mart¨ªnez, el menos escalador de los rescatados, aguantaba rodeado por cuatro de sus compa?eros de equipo. David Etxeberria, sin equipo -Olano ya se hab¨ªa descolgado-, daba muestras de nerviosismo, y el Euskaltel no se atrev¨ªa a tensar el grupo (protegiendo as¨ª a Mart¨ªnez, el se?alado para la victoria final) y se alejaba la probabilidad de echar tierra sobre los rezagados. Etxeberria opt¨® por la autonom¨ªa para marcharse con Beltr¨¢n colado a su rueda. En el descenso, reagrupados los m¨¢s fuertes (circulaban todav¨ªa con escasa ventaja Arrieta, Meier y Copolillo), se impuso la l¨®gica. Ah¨ª se reconciliaron actores y espectadores, compartiendo unos y otros la misma sorpresa. Formados en abanico, los seis maillots azulados de Euskaltel se emplearon hasta la extenuaci¨®n para mantener en un trazado de toboganes el beneficio obtenido en Urkiola. Detr¨¢s, Casero, inclu¨ªdo en un grupo min¨²sculo, nunca acab¨® por entregarse, lo que alarg¨® la agon¨ªa de Euskaltel. Decidir¨¢ el cron¨®metro El resto, miraba, sufr¨ªa los relevos enrabietados de Beloki, Laiseka, Arrieta, Bingen Fern¨¢ndez y Del Olmo. Alguno no lo soport¨®. Rastelli, por ejemplo, vencedor la v¨ªspera, el ¨²ltimo de los ocho elegidos de la primera jornada en descolgarse. A la hora de encarar la ascensi¨®n al Santuario del Oro, el conflicto de intereses estuvo a punto de premiar el inter¨¦s particular de Beltr¨¢n, el primero en atacar y en repetir. Porque detr¨¢s se observaban Etxeberria, Mart¨ªnez y Osa, los tres que todav¨ªa pueden sacar partido de la escapada que sentenci¨® la vuelta el primer d¨ªa. M¨¢s atentos a distanciarse que a abrazar ramos de un d¨ªa, dejaron que Beltr¨¢n se ilusionara con su ventaja. Hasta que Alberto Mart¨ªnez confundi¨® debilidad con especulaciones, las de Escart¨ªn y Etxeberria, que respondieron en plan curtido a su demarraje. Su atrevimiento le cost¨® 20 segundos, los concedidos al ganador Escart¨ªn (¨¦ste no cuenta para el triunfo final) y a su acompa?ante Etxeberria, que cobra una ventaja ilusionante con la que compensar sus lagunas en la contrarreloj de esta tarde. Comprobada la mayor¨ªa de edad del equipo Euskaltel, entendido ya como un bloque s¨®lido, a Alberto Mart¨ªnez le toca apuntar en solitario (y contra el reloj) su capacidad. Una respuesta positiva redondear¨ªa la imagen de su equipo: un bloque adornado con un l¨ªder... ayer inmaduro.
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