En el coraz¨®n del blues
Los clubes que programan m¨²sica afoamericana en directo ganan terreno en la noche madrile?a
Demostrado: el p¨²blico madrile?o aficionado al blues es cervecero. Las birras se apilan en la barra de estos locales, en auge en Madrid. Los ¨²ltimos tiempos han visto nacer dos nuevos clubes de blues que programan conciertos: Vapor Blues y Beethoven Blues Bar. ?stos se a?aden a los dos templos negros ya cl¨¢sicos en la ciudad: Down Town y Coquette Blues Bar. Adem¨¢s, varios garitos programan con cierta regularidad blues: Caf¨¦ Populart, Surist¨¢n, Honky Tonk y Clamores. En todos se concentra un p¨²blico blanco con el coraz¨®n negro.De caso sociol¨®gico habr¨ªa que calificar la afici¨®n de los espa?oles a una m¨²sica tan apegada a las ra¨ªces de los afroamericanos. "Mi proceso fue el siguiente: escuch¨¦ todos los estilos (pop, rock and roll, punk, funk...) y al final me qued¨¦ con el blues. Debe de ser porque el blues es el principio de toda m¨²sica". Son palabras de Diego Gallardo, un extreme?o de 45 a?os que convirti¨® una carpinter¨ªa junto a la glorieta de Bilbao en un club de blues, Down Town. Este garito profesa el fundamentalismo. "Aqu¨ª no se pincha otra cosa que blues. Si alg¨²n cliente solicita otro tipo de m¨²sica, no se le complace. S¨®lo blues", dice.
Min¨²sculo y acogedor, de la pared de Down Town cuelgan retratos (algunos autografiados) de los grandes bluesman: Muddy Waters, Mississippi John Hurt, John Lee Hooker, B.B. King... Gallardo tiene una teor¨ªa sobre la afici¨®n del p¨²blico bluesero a la cerveza: "Es gente de clase baja, currantes que optan por la bebida m¨¢s barata. Para sentir bien el blues te tienen que ir mal las cosas". Down Town ofrece conciertos los lunes y los martes, pero sin programa fijo. S¨®lo se sabe la hora del comienzo (alrededor de las 23.00), pero se desconoce c¨®mo se desarrollar¨¢ el tinglado. "Se pasan por aqu¨ª m¨²sicos, montan los instrumentos y comienzan la juerga. Son jams que pueden durar cuatro horas. No tocan por dinero, tocan para los colegas. A veces, los tengo que echar porque dan las tantas de la madrugada y ah¨ª siguen".
Vapor Blues, el ¨²ltimo en llegar, tiene una programaci¨®n m¨¢s estable. Jueves, viernes y s¨¢bados comparecen bandas previamente anunciadas en dos sesiones: 23.30 y 0.30. "El 60% de la gente que viene lo hace expresamente para ver al grupo en directo. Los otros acuden porque saben que aqu¨ª siempre pueden disfrutar de buena m¨²sica negra", comenta David Menor, un madrile?o de 28 a?os que dice haber iniciado el negocio porque le parec¨ªa original: "No hay saturaci¨®n de locales de blues".
El m¨¢s grande de los cuatro es Beethoven Blues Bar, tambi¨¦n de reciente creaci¨®n. Es un local de conciertos con un escenario amplio y capacidad para unas 250 personas. No hay que perderse sus jams sessions. Se pueden encontrar grandes talentos siempre desconocidos. Estos saraos se montan as¨ª: hay un grupo base de m¨²sicos m¨¢s o menos profesionales que ofrecen sus instrumentos a cualquiera del p¨²blico que sea aficionado. El asunto es muy serio. La otra noche se subi¨® un joven que asombr¨® con su t¨¦cnica guitarr¨ªstica.
Pero buenos m¨²sicos madrile?os de blues hay muchos, como el armonicista ?aco Go?i, el guitarrista Tonky de la Pe?a y el grupo Red House, con el vocalista chicano Jeff Spinoza y el guitarrista Francisco Sim¨®n, al que se puede ver todos los domingos en Tele 5 acompa?ando al Reverendo en Caiga quien Caiga. El circuito se renueva. El ¨²ltimo en llegar es un madrile?o de 23 a?os que se hace llamar Edu Big Hand. Su voz transpira autenticidad. "Cierras los ojos y parece que est¨¢ cantando un negro de Chicago", dicen los especialistas.
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