La cuna del socialismo guipuzcoano

Sobre la mesa del despacho del alcalde de ?ibar reposa una peque?a escultura de quien fuera uno de los dirigentes m¨¢s destacados del socialismo guipuzcoano a principios de siglo. Toribio Echevarr¨ªa, siguiendo el testigo de quienes impulsaron desde all¨ª el socialismo guipuzcoano, se esforz¨® por ofrecer una respuesta al problema que ya entonces planteaba el nacionalismo, llegando a admitir el derecho a la soberan¨ªa del pueblo vasco. La relaci¨®n del socialismo guipuzcoano con el nacionalismo no lleg¨® al extremo de Vizcaya. Siempre tuvieron una relaci¨®n respetuosa, como la que mantienen los vecinos de ?ibar, cuya localidad apenas ha generado conflictos. Desde hace 12 a?os, el PSE mantiene su hegemon¨ªa, pese a los intentos del PNV por arrebat¨¢rsela presentando en la pasada campa?a a un candidato de relumbr¨®n como Luis Alberto Aranbarri, Amati?o. La legislatura que ahora acaba ha mantenido hasta el final, y de buena gana, el tripartito PNV-EA-PSE, pese a la salida a ¨²ltima hora de los socialistas del Gobierno vasco. El pacto nacionalista entre PNV y EA se ha marcado ahora como objetivo arrebatar la alcald¨ªa que desde hace seis a?os mantiene I?aki Arriola. El candidato socialista sab¨ªa que el ensayo de una coalici¨®n nacionalista iba a llegar cualquier d¨ªa y reconoce que lo tiene m¨¢s dif¨ªcil, aunque, a tenor del pacto de legislatura entre los partidos de Lizarra, no le quede m¨¢s remedio que verse, en su caso,obligado a pactar con el PP, cuya candidata, Regina Otaola, no ve de mala gana ese pacto. Javier Zurrakin es el cabeza de lista de la coalici¨®n PNV-EA. Este empresario figuraba hace cuatro a?os en s¨¦ptimo lugar de la candidatura peneuvista y lleg¨® al Ayuntamiento despu¨¦s de que dimitieran los dos concejales que le preced¨ªan. Euskal Herritarok aguarda a los resultados para decidir posibles pactos.