"En investigaci¨®n hay mujeres porque es una labor mal pagada"
Lina Badimon (Barcelona, 1953) acaba de ser nombrada presidenta de la Sociedad Europea para la Investigaci¨®n Cl¨ªnica, cuyo objetivo es, seg¨²n sus propias palabras, "que en la investigaci¨®n cl¨ªnica se mantengan est¨¢ndares elevados de capacidad cient¨ªfica y de ¨¦tica". Es la primera vez que est¨¢ presidida por una mujer y tambi¨¦n por un cient¨ªfico espa?ol. Lina Badimon ha hecho la mayor parte de su carrera, que incluye m¨¢s de 250 publicaciones, en Estados Unidos, donde dirigi¨® el Laboratorio de Investigaci¨®n de Cardiolog¨ªa de la Mount Sinai School of Medicine de Nueva York. En estos momento es jefa del departamento de Patolog¨ªa Molecular y Terap¨¦utica del CSIC y directora del Centro de Investigaci¨®n Cardiovascular de Barcelona.Pregunta. Este nombramiento llega siete a?os despu¨¦s de que decidiera regresar a Espa?a. ?Cu¨¢l es el balance del retorno?
Respuesta. El balance es positivo. No lo ha sido siempre. Ha habido altos y bajos, momentos en los que he pensado que el regreso pod¨ªa suponer una parada. Mi productividad cient¨ªfica habr¨ªa sido probablemente mucho m¨¢s alta si me hubiera quedado en Estados Unidos, porque montar laboratorios y grupos de investigaci¨®n siempre es costoso y requiere tiempo. Pero ahora creo que el balance es positivo, porque estamos haciendo cosas importantes y contribuimos a que la investigaci¨®n y la biomedicina vayan adelante en Espa?a.
P. ?Pero tiene los recursos que necesita?
R. No he tenido problemas para conseguir dinero para los proyectos. Pero s¨ª que hay un grav¨ªsimo problema con la estabilidad del personal investigador y este problema est¨¢ afectando a la pol¨ªtica cient¨ªfica del pa¨ªs. Los investigadores que est¨¢n en el extranjero tienen graves dificultades para volver, porque no hay plazas, y los que han vuelto viven con la incertidumbre de qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando acabe el proyecto en el que trabajan, porque pueden encontrarse en la calle.
P. Lo cual significa que usted ha de dedicar una gran parte de su energ¨ªa a este problema.
R. S¨ª, porque he de estar siempre buscando becas y opciones para el equipo. Y siempre son soluciones malas, porque no garantizan la estabilidad. Y eso no s¨®lo afecta a las personas, sino a la productividad. Es evidente que en la vida de una persona de 35 a?os que tiene hijos es prioritario poder saber si el a?o que viene podr¨¢ seguir teniendo un sueldo. En mi equipo hay entre 15 y 20 investigadores, pero estables, s¨®lo tres.
P. Hace poco apareci¨® una carta en la revista Nature que criticaba duramente la endogamia del sistema cient¨ªfico espa?ol.
R. Es evidente que hay endogamia en la provisi¨®n de plazas. Pero lo peor, para m¨ª, es que no hay un control posterior. Que un l¨ªder de un grupo quiera contratar a una persona espec¨ªfica para un trabajo no es nocivo si existe un sistema de evaluaci¨®n posterior. En Estados Unidos, cada jefe de investigaci¨®n contrata a quien quiere. Puede pensarse que eso es endog¨¢mico, pero en la pr¨¢ctica no lo es, porque se contrata a los mejores. Aqu¨ª se ha de cambiar el sistema que permite que no sean los mejores los que obtienen la plaza, sino los que interesan por alguna raz¨®n extracurricular, y se han de establecer tambi¨¦n sistemas de evaluaci¨®n.
P. ?Se ha sentido discriminada alguna vez por ser mujer?
R. No. La verdad es que soy muy trabajadora, me gusta la especialidad que hago y soy muy positiva en la forma de abordar las situaciones. Eso me ha beneficiado, y tambi¨¦n ha habido gente que ha depositado mucha confianza en m¨ª. Por ejemplo, Valent¨ª Fuster, con quien trabaj¨¦ como becaria. Siendo extranjera y mujer, cuando ten¨ªa 29 a?os me dio la oportunidad de montar un grupo en Mount Sinai para hacer investigaci¨®n en cardiolog¨ªa. Eso fue muy importante, porque me abri¨® las puertas. Luego no he percibido dificultades por ser mujer. Pero s¨ª que es cierto que en la mayor¨ªa de las reuniones cient¨ªficas a las que asisto, soy la ¨²nica mujer. Estoy sola. El modelo social no favorece a las mujeres.
P. Y ahora, ?hace usted discriminaci¨®n?
R. ?Yo?
P. S¨ª, me refiero a si tiene en cuenta la situaci¨®n de desventaja de las mujeres a la hora de contratar. Dicho de otro modo, entre dos candidatos de distinto sexo, en igualdad de cualidades y preparaci¨®n, ?qu¨¦ es m¨¢s justo, darle la plaza al hombre o a la mujer?
R. No me lo he planteado nunca, porque siempre hay uno que es mejor en algo. La verdad es que no s¨¦ qu¨¦ har¨ªa en un caso as¨ª. Creo que la verdadera igualdad entre hombres y mujeres no necesita cuotas. Pero es evidente que no hemos llegado a ese punto. Desafortunadamente, muchas veces los curr¨ªculos de los hombres son mejores, y es porque, cuando se llega a una posici¨®n de competici¨®n, la mujer ya ha tenido que renunciar a muchas cosas por motivos extraprofesionales. En la investigaci¨®n hay muchas mujeres, pero la raz¨®n es que es una labor mal pagada. De hecho, son muchas en los primeros niveles, pero luego, conforme sube el escalaf¨®n, van cayendo las mujeres y quedan s¨®lo los hombres. Ellos pueden redondear mejor sus curr¨ªculos. Ahora bien, si una mujer consigue, a pesar de todo, un buen curr¨ªculum, entonces no suele tener problemas.
P. Usted no ha renunciado,sin embargo, a su vida personal.Volvi¨® por razones familiares.
R. Yo he tenido que hacer siempre un equilibrio muy fino.Mi marido es profesor de Odontolog¨ªa en la Universidad de Barcelona, y desde el principio vimos que ten¨ªamos dos carreras y que ten¨ªamos que acoplarlas. Sin su apoyo emocional, yo no s¨¦ si hubiera hecho tantas cosas. Y, efectivamente, volv¨ª a Barcelona por razones familiares: mis padres se hac¨ªan mayores y quer¨ªa que mis hijos crecieran aqu¨ª. Profesionalmente lo ten¨ªa m¨¢s f¨¢cil all¨¢.
P. Tal vez dentro de unos a?os sus hijos vuelvan a Estados Unidos.
R. Posiblemente. Pero, en cualquier caso, habr¨¢ servido para algo: es bueno tener ra¨ªces, porque da estabilidad. Uno de los problemas de Estados Unidos es que la gente no tiene ra¨ªces. Va de un sitio a otro y son como espectadores de un paisaje.
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