La abuela de las marionetas
Figura de consideraci¨®n arqueol¨®gica por contar ya alrededor de dos siglos, elemento de alto inter¨¦s etnogr¨¢fico e inagotable fuente de diversi¨®n, la T¨ªa Norica es ante todo una s¨ªntesis: de la idiosincrasia gaditana, de la evoluci¨®n del drama teatral desde la Edad Media, del esp¨ªritu liberal que ilumin¨® en 1812 La Pepa... Sus perchas y sus hilos son una enciclopedia de costumbrismo local, o como dec¨ªa Caballero Bonald, una "agencia informativa de todo lo que en cada momento val¨ªa la pena divulgar a trav¨¦s del ingenio cr¨ªtico del guionista". La clave de su supervivencia ha sido, seguramente, esa capacidad de renovaci¨®n frente al trasiego hist¨®rico y social, que ha modificado los textos b¨¢sicos sin alterar su esencia. A pesar de alternar rachas de ¨¦xito con graves riesgos de desaparici¨®n, innumerables generaciones de gaditanos tienen en este repertorio un referente sentimental que qued¨® plasmado en las palabras de una cr¨ªtica an¨®nima de 1851: "Apenas abrimos los ojos al mundo, nos llevaron a aquel cuasi-teatro para re¨ªrnos con el coraz¨®n, para aplaudir con el alma". Una deuda que reconocieron sucesivamente personajes notables de la ciudad como Adolfo de Castro, Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n o Fernando Qui?ones. Por todo ello, el pasado D¨ªa Internacional de los Museos estuvo en C¨¢diz dedicado a la compa?¨ªa gaditana y sus entra?ables figuras originales, las mismas que alberga el Museo de C¨¢diz desde 1978: el travieso Batillo, T¨ªo Faustino, T¨ªo Isacio, Don Reticurcio, Don Policarpo y, c¨®mo no, la inefable T¨ªa Norica, entre otros. Unas piezas que hasta el momento se hallaban en reserva, tras un proceso de restauraci¨®n que ha durado tres meses. De hecho, los t¨ªteres con los que siguen represent¨¢ndose puntualmente los Autos de Navidad, Batillo Cicerone o el recientemente reestrenado El sainete son reproducciones exactas que se realizaron a mediados de los a?os ochenta, cuando el Ayuntamiento de C¨¢diz decidi¨® impulsar la compa?¨ªa, ya con Jos¨¦ Babl¨¦ como director. En la actualidad, la sede de la compa?¨ªa se halla en el gaditano Baluarte de la Candelaria, a la espera de inaugurar su ubicaci¨®n definitiva en el solar del antiguo Teatro C¨®mico, pendiente de remodelaci¨®n. Junto a los 32 t¨ªteres articulados, la muestra del Museo de C¨¢diz exhibe, hasta el pr¨®ximo 13 de junio, cuatro planos, seis conjuntos de figuras y diversos forillos. Adem¨¢s de estos elementos, se expone una colecci¨®n de carteles, entradas y fotograf¨ªas documentales. Todo ello haciendo honor al lema que este a?o inspir¨® el D¨ªa de los Museos: El placer de descubrir. "?Digo!", exclamar¨ªa la T¨ªa Norica si, como ciertos y desagradables mu?ecos del cine, cobrara vida en el patio del Museo, "Me conocen en C¨¢diz los chiquillos y las viejas. Mi fama jam¨¢s se agota. Soy la famosa Norica, que a los muchachos encanta con mis tontas cuchufletas".
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