Al Deportivo le falt¨® ambici¨®n

El empate recompensa con creces al Deportivo, un equipo que parec¨ªa que iba a comerse el mundo y termin¨® jugando a amarrar el resultado. Cuando puso las cartas boca arriba, durante la primera media hora, el cuadro coru?¨¦s jug¨® al ataque hasta con cinco delanteros. Sin embargo, su voluntad ofensiva no ten¨ªa un reflejo l¨®gico en el marcador, sus hombres creaban numerosas ocasiones de gol, la m¨¢s clara la de Djalminha que remat¨® ingenuamente a las manos de Grodas un pase en bandeja de Hadji. Pero un jugador sobre todos los dem¨¢s, el argentino Turu Flores, protagoniz¨® las jugadas de mayor relieve t¨¦cnico. El el minuto 45 un doble regate al sueco Mellberg dej¨® a Turu Flores solo ante Grodas, pero su disparo a puerta no fue tan sutil como el quiebro que dej¨® sentado a su marcador.Por su parte, el Racing adoleci¨® en esta primera fase de una ostensible pereza ofensiva, hasta el minuto 26, no realiz¨® el primer disparo a puerta, un lanzamiento desde lejos de Shustikov.

Curiosamente, Gustavo Ben¨ªtez, un hombre que ama el f¨²tbol de ataque, lo fiaba todo a la contra. Su equipo esperaba al Deportivo en su ¨¢rea y se encomendaba a la inspiraci¨®n de Munitis y las salidas desde las bandas de Amavisca, los ¨²nicos argumentos del Racing en la primer periodo.

Sin embargo, este panorama cambi¨® por completo en la reanudaci¨®n, el Deportivo perdi¨® el sitio, dej¨® la ambici¨®n en el bolsillo, pareci¨® olvidar su cita con la Liga de Campeones y pas¨® a ser dominado por su rival. Nada m¨¢s comenzar la segunda parte. Munitis estuvo a punto de inaugurar el marcador si no remata alto un pase de Tais. A continuaci¨®n, el delantero Salva remed¨® la jugada anterior y estuvo a punto de batir a Songo"o. El Deportivo renunci¨® al ataque. Jabo Irureta movi¨® a Turu Flores, le pas¨® de la banda izquierda al centro del ataque y el ensayo result¨® un fracaso total. El goleador argentino dej¨® de sembrar el p¨¢nico en la defensa del Racing y se convirti¨® en presa f¨¢cil de sus implacables marcadores Arzeno y Mellberg. A falta de 12 minutos para el final la carencia de ambici¨®n del Deportivo encontr¨® su merecida r¨¦plica. Munitis recibi¨® un pase de Mellberg desde la banda derecha y engatill¨® un zurdazo por bajo que bati¨® sin remisi¨®n a Songo"o. El gol no estuvo exento de pol¨¦mica, el juez de l¨ªnea hab¨ªa levantado la bandera previamente, algunos jugadores del Deportivo se desentendieron del juego, pero el ¨¢rbitro mand¨® seguir la jugada entre las protestas de los coru?eses.

Cinco minutos m¨¢s tarde, lleg¨® el empate. Mellberg empuj¨® en el salto a Flores y el ¨¢rbitro sela¨® penalti. Djalminha ejecut¨® un gran lanzamiento y bati¨® de tiro ajustado a Grodas, entre los aplausos de los hinchas coru?eses que se dieron cita de forma minoritaria en El Sardinero.

El Deportivo dej¨® ver claras sus intenciones desde el principio. Su objetivo no era otro que resolver pronto la papeleta, es decir, demorar lo menos posible la solidez de su candidatura a la Liga de Campeones.