El Rastro se queda sin p¨¢jaros

Poco a poco se apaga el canto de los p¨¢jaros que cada domingo se venden en la calle de Fray Ceferino Gonz¨¢lez, en el Rastro. La Ley de Protecci¨®n Animal aprobada por la Asamblea de la Comunidad de Madrid en 1990 amenaza el negocio de una veintena de vendedores.Desesperados, los miembros del colectivo han enviado una docena de cartas al Ayuntamiento y al Gobierno regional para buscar una salida a su dif¨ªcil situaci¨®n. Piden que no los despojen del que ha sido su oficio durante muchos a?os: "Pero el silencio administrativo es total", afirma Federico Let¨®n, uno de los vendedores.

La normativa aprobada por la Asamblea proh¨ªbe la venta ambulante de animales en la v¨ªa p¨²blica. Para no infringir esta ley, los vendedores han planteado una propuesta tan pr¨¢ctica como sencilla: que el Ayuntamiento subvencione puestos cerrados desmontables en el Rastro o que ceda unos locales para que no muera la venta de p¨¢jaros dom¨¦sticos. Pero no ha habido respuesta. "Nosotros no estamos vendiendo animales que est¨¢n en peligro de extinci¨®n. Vendemos animales que son de cr¨ªa dom¨¦stica. Casi todos son canarios y alg¨²n que otro lorito", explica Federico Let¨®n.

La situaci¨®n para los pajareros comenz¨® a ser preocupante el a?o pasado. Hace m¨¢s de ocho meses empezaron a recibir multas reiteradas. En la mayor¨ªa de los casos, de 50.000 pesetas. "Nos hemos tenido que dedicar a recurrirlas. No nos dejan trabajar y tampoco le dan respuesta a nuestras peticiones", afirma un afectado.

Muchos de los miembros del colectivo derivan su sustento de la venta de "aves de fantas¨ªa", como llaman a los p¨¢jaros criados en cautiverio. Esa es su principal preocupaci¨®n. "Yo llevo 21 a?os vendiendo en el Rastro. Si me quitan esto, no tengo otra cosa que hacer. Tengo una pajarer¨ªa y para darle salida a los animales voy al Rastro", cuenta Pascual Bech¨ªn, otro afectado.

Las ventas dominicales en el mercadillo, seg¨²n los pajareros,no son altas, pero aun as¨ª, reclaman que no acabe la tradici¨®n: "Son muchos a?os aqu¨ª. Adem¨¢s, nuestra calle es una de las m¨¢s visitadas cada domingo. Siempre llegan turistas y muchos aficionados que arman corrillos y tertulias. Es algo muy especial para nosotros y ahora no los quieren quitar", relata Federico Let¨®n con cierta tristeza en su voz.

Por el momento, la Junta Municipal de Centro no ha dado todav¨ªa ninguna respuesta a los pajareros, seg¨²n afirman los abogados del colectivo. Ellos est¨¢n a la espera de que alguien escuche sus s¨²plicas para que no se acalle el canto de los canarios.