La Justicia ha parado desde 1995 las obras de tres carreteras vizca¨ªnas por problemas medioambientales

Los tribunales han cuestionado las principales carreteras que est¨¢ ejecutando la Diputaci¨®n de Vizcaya en el territorio. Tres variantes, las de Elorrio, B¨¦rriz y una de las de entrada a Bilbao, han visto paralizadas sus obras por problemas ambientales; en otros dos casos, la Variante Este de Bilbao y la circunvalaci¨®n de Markina, los proyectos han sido anulados. En este ¨²ltimo caso, dado que el vial est¨¢ concluido, la Diputaci¨®n negocia desde el pasado a?o con los afectados una indemnizaci¨®n econ¨®mica. Los ecologistas cuestionan la proliferaci¨®n de las variantes.

Desde 1995 la construcci¨®n de carreteras est¨¢ causado continuos quebraderos de cabeza a las autoridades vizca¨ªnas. Primero fue la variante de Elorrio, inaugurada hace dos meses, un proyecto de casi 3.000 millones que en 1995 estuvo paralizado durante varios meses por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco, debido a la falta de la declaraci¨®n de impacto ambiental. Id¨¦ntica carencia motiv¨® un retraso de casi dos a?os en el inicio de las obras de la variante de B¨¦rriz, un tramo de 1,6 kil¨®metros presupuestado en 610 millones. El tercer caso, tambi¨¦n por la ausencia de la declaraci¨®n de impacto, fue el de la Variante Este de Bilbao, una de las tres nuevas autov¨ªas de acceso a la capital, que requerir¨¢ una inversi¨®n de 3.000 millones de pesetas. Las obras, que ya hab¨ªan comenzado, estuvieron paradas judicialmente siete meses durante 1997. El nuevo contratiempo para la Diputaci¨®n ha sido, en esta misma carretera, la reciente sentencia del Tribunal Superior que ha anulado el proyecto debido a la falta del tr¨¢mite de informaci¨®n p¨²blica y el incumplimeinto de una norma ambiental cuando faltan nueve meses para la finalizaci¨®n de las obras. Los vecinos que presentaron la demanda est¨¢n a la espera de si el tribunal decreta o no la paralizaci¨®n de los trabajos. A finales de 1997, el Tribunal Superior tambi¨¦n anul¨® el proyecto de la variante de Markina por la falta de declaraci¨®n de impacto, aunque en este caso la circunvalaci¨®n llevaba en servicio ya casi dos a?os. La decisi¨®n judicial no supondr¨¢ ning¨²n cambio en el trazado del vial, pero la Diputaci¨®n est¨¢ negociando, desde el pasado, a?o, con los vecinos recurrentes la concesi¨®n de indemnizaciones econ¨®micas. Adem¨¢s de estos cuatro proyectos, otros tres m¨¢s pueden seguir la v¨ªa judicial en los pr¨®ximos meses. El m¨¢s importante es el corredor del Txorierri, la carretera m¨¢s costosa actualmente para la Diputaci¨®n, con 17.8000 millones de presupuesto, que prev¨¦ empezar a construirse en diciembre. El colectivo de defensa medioambiental Bizirik ha recurrido judicialmente porque el trazado afectar¨ªa a una ruta juradera y destruir¨ªa dos puentes antiguos. "Tenemos una promesa de la Diputaci¨®n de que volver¨¢n a mirar el trazado y, si no se cumple, pediremos la paralizaci¨®n", se?ala un portavoz de Bizirik. Las variantes de Zeanuri e Igorre son otros dos futuros conflictos. En el primer caso, se ha tramitado un recurso judicial por la proximidad del trazado al parque natural de Urkiola y el gran impacto de la construcci¨®n de un viaducto y, en Igorre, se ha desatado una importante protesta ciudadana al proyectarse que el vial discurra junto a unas escuelas. El colectivo Bizirik explica la proliferaci¨®n de pleitos judiciales con las carreteras "porque la presi¨®n sobre la ocupaci¨®n de los terrenos es tremenda". "En Igorre y Zeanuri el problema se solucionar¨ªa con la liberarizaci¨®n del peaje de la autopista. Nuestro planteamiento no es ir en contra de las infraestructuras pero que no sean reduplicadas y tengan un adecuado estudio de impacto", sostiene. La Diputaci¨®n asegura que las declaraciones de impacto ambiental son ya habituales en todos los proyectos y que se cumplen fielmente las leyes en cada uno de ellos.