IMANOL MURUA ALCALDE DE ZARAUTZ La retirada de un pol¨ªtico vocacional
"Yo no soy rencoroso; soy un sentimental y perdono enseguida porque me atrapan las personas y las situaciones", confiesa Imanol Murua (EA), alcalde de Zarautz, al final de su ¨²ltima legislatura como mandatario, tras 20 a?os de poder, al frente de su pueblo, como diputado foral o como diputado general de Guip¨²zcoa. Su retirada a los 64 a?os, aunque seguir¨¢ en las Juntas Generales, tiene el aire de producirse, un poco, a su pesar. Est¨¢ muy meditada y, entre sus razones, ha pesado el evitar seguir siendo el hombre imprescindible y resolutivo. "No quiero ser un tap¨®n", dice este pol¨ªtico que se inici¨® como tal a finales del franquismo entrando en la corporaci¨®n municipal de Zarautz por el tercio familiar con el ¨²nico objetivo de crear la ikastola que se inaugur¨® en 1976. Y desde entonces hasta hoy. En este tiempo, adem¨¢s de concejal y diputado foral de Cultura, Murua ha cumplido dos legislaturas como regidor de Zarautz -entre 1979 y 1983, cuando a¨²n militaba en el PNV antes de la escisi¨®n, y desde 1995 hasta ahora-, y otras dos como diputado general de Guip¨²zcoa. Accedi¨® a la presidencia de la poderosa Diputaci¨®n guipuzcoana en 1985, en sustituci¨®n de Jos¨¦ Antonio Ardanza cuando el PNV design¨® a ¨¦ste lehendakari en medio de la bronca de la ruptura peneuvista en la que Murua se decant¨® por los escindidos de Eusko Alkartasuna, como hombre fiel que es a Carlos Garaikoetxea, navarro empadronado en Zarautz. Ha estado en el centro de todas las movidas internas y externas del convulso Pa¨ªs Vasco. No es rencoroso, pero de su larga carrera pol¨ªtica le quedan asuntos que son casi tab¨², de esos cuya simple menci¨®n le produce un escalofr¨ªo. Como cuando, hace ahora ocho a?os, el PNV se ali¨® con el PSE para arrebatarle el sill¨®n de diputado general y mandarle a la oposici¨®n, pese a haber sido el candidato m¨¢s votado por los guipuzcoanos. S¨®lo un mes m¨¢s tarde, estos dos partidos firmaban un acuerdo con HB sobre el nuevo trazado de la autov¨ªa del Leizar¨¢n a cuya modificaci¨®n Murua se hab¨ªa resistido con firmeza, pese a las amenazas personales de que fue objeto, por no ceder al chantaje de ETA. Este episodio le dej¨® una cicatriz interior que le asoma cuando se le pregunta por ello y, despu¨¦s de apartar la mirada y tragar saliva, responde que en esta vida hay que aprender a pasar p¨¢gina. Aunque es un pol¨ªtico profesional, su estilo directo y campechano y su talante sincero y transparente proyectan un halo de buena persona que hoy escasea. Tambi¨¦n se percibe en su forma de ejercer el oficio de alcalde, con un toque paternalista, personal e irrepetible, de los que ya no se dan. Con un bagaje de maestro de escuela, Imanol Murua fragu¨® su vocaci¨®n pol¨ªtica en base a un empuje y una iniciativa innatas al l¨ªder para quien las dificultades nunca son barreras. Hab¨ªa hecho m¨²sculo en el franquismo, en la malla social que se teji¨® en los pueblos con la complicidad de la lucha por la lengua vasca y la recuperaci¨®n de los fueros. Y despunt¨® como primer edil al frente de una gestora antes de las municipales de 1979, formando parte del grupo de alcaldes que consigui¨® la despenalizaci¨®n de la ikurri?a en enero de 1977. Con ese aire de hombre de pueblo, Murua, que vive en el mismo piso desde que se cas¨®, ha utilizado la sinceridad como arma con la que compensar sus d¨¦ficits. Siendo diputado foral de Cultura no le import¨® confesar que no ten¨ªa ni idea de arte y, tras escuchar a los artistas, les dej¨® como legado Arteleku, uno de los centros de vanguardia considerado el centro Pompidou guipuzcoano. Como diputado general mantuvo el tipo, pese a su oratoria tan deficiente, y cogi¨® por los cuernos el desaf¨ªo de la autov¨ªa. Cuando regres¨® a Zarautz en 1995 como candidato a alcalde fue premiado con el 42% de los votos y su grupo, EA, pas¨® de cinco a ocho concejales. Ahora se retira sin defraudar a sus vecinos. Su ¨²ltima actuaci¨®n va a ser colocar una escultura de su amigo Jorge Oteiza junto a la ikastola que contribuy¨® a crear, cerrando as¨ª el ciclo de su vida pol¨ªtica municipal.
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